EL PACIENTE II

GAELA: Te va tocar darte una ducha de agua helada Gaela pendeja!

: Me encaminó al área donde se encuentra el paciente con la cara aún ardiendo por la vergüenza que acabo de pasar, afortunadamente Louis no le dió tanta importancia y lo mejor es que me enfoque en mi trabajo

Saludo a la seguridad y pido que abran la primera puerta del cuarto de aislamiento para observar por la pequeña ventana que hay a Kay Rusev, el vidrio es bastante pequeño y la habitación blanca da mucha luz logrando que vea como un enorme hombre de cabello rubio camina de un lugar a otro con mucha tranquilidad restringido con la camisa de fuerza que tiene y así empiezo a realizar mis apuntes, está calmado, sin intenciones de arrancarse el trapo que lo envuelve, no muestra agresividad y le pregunto al psiquiatra de afuera el porque de la camisa de fuerza y solo me responde que así lo trajeron de Rusia como si fuese un objeto de intercambio cosa que me indigna, hay profesionales a los que se les olvida que estos "enfermos mentales" son seres humanos con sentimientos y pensamientos y nos enfrascamos en una discusión donde la psiquiatra reconoce su error y me dice que después de mi evaluación podría quitarle la camisa al paciente, eso me deja más tranquila porque ya empezaba a ponerme como el demonio así que tomo aire y volteo para ver al evaluado pero me encuentro de frente con un par de ojos extraños y vacíos que están detrás del vidrio haciendo que el corazón se me detenga por un segundo, el ruso ha pegado la mirada fijamente en los míos y si no fuese por la puerta y el pequeño vidrio podría decir que estaba en peligro :

Mierda

- Estás bien? Estás pálida.. Dijiste que no lo consideras peligroso

GAELA: Estoy bien

: El hombre se aleja y no puedo ver su rostro del todo pero sus ojos son fríos y hoscos, es alto, la camisa se le pega a los brazos que se notan fuertes y bien trabajados, este no es un hombre descuidado ni hechado al olvido en definitiva :

Este lugar no es adecuado para un paciente con su diagnóstico, es depresivo no puede estar en un lugar tan frío y solitario como si estuviese en una celda de castigo, necesito completar mi balance conductual, saquenlo y llevenlo a la sala de evaluación :

Y para hoy si no es molestia

Gaela camina hacia la sala donde entrevistará al paciente que debe evaluar con la intención de revertir aquellos diagnósticos poco alentadores puesto que el psicólogo que realmente ama su profesión busca modificar conductas negativas para darle un mejor estilo y calidad de vida a los pacientes con los métodos que ocupa la psicología, la mujer todavía siente el corazón acelerado por el escalofrío que la recorrió al encontrarse de sorpresa con los ojos del hombre pero aleja los pensamientos de inseguridad que puedan aparecer para recibir al misterioso paciente

- Licenciada, aquí está el paciente.. sigue con la camisa de fuerza solo por medidas de seguridad

GAELA: Gracias, buenas tardes Kay, soy la psicóloga Gaela Black y estaré a cargo de tu evaluación ¿Estás de acuerdo con eso?

KAY: Si

: Kay Rusev es la identidad que uso para hacerme pasar por el paciente depresivo y no se que mierda más que conseguí y así poder entrar en este lugar para tantear el terreno que piso, el solo echo de tener está camisa que me aprieta todo me pone de pésimo humor y las ganas de matar a los enfermos y volar este lugar me invaden por completo pero a veces y aunque no parezca puedo tener calma y paciencia y ahora la necesito hasta más no poder

La mujer que está frente a mi me da una sonrisa recatada y me invita a sentarme para empezar con la evaluación y ya he estudiado bastante mi papel, la veo ordenar los papeles que trae con ella y sus manos son delicadamente perfectas, el perfume que usa invade el lugar pero no de forma exagerada ni desagradable, el cabello entre marrón y rojizo le cae sobre los hombros en un peinado ordenado y pulcro que la hace ver más profesional con la bata blanca que tiene, el objetivo me mira directamente y los ojos entre azules y verdosos me remonta a los vagos recuerdos que tengo de las aguas que hay en Grecia, eso es lo único real que se de mi soy de Grecia y me abandonaron en Rusia cuando tenía dos años, la escucho preguntarme cómo me siento y la veo anotando cosas en la hoja que tiene discretamente mientras junta sus manos y su mirada se clava totalmente en mi, es hermosa :

Estoy bien, gracias

GAELA: Entiendo un hombre de pocas palabras, Kay no me agrada que traten a los pacientes como si fuesen asesinos peligrosos, me gustaría que mejoremos el ambiente para que tú te sientas mejor

Se puede?

KAY: Si, he ido de psiquiátrico en psiquiátrico entre Rusia, Inglaterra y Estados Unidos, mi familia se preocupa por mi y lo agradezco pero al mismo tiempo la soledad me hace sentir miserable

Ellos me internan cuando tengo alguna crisis pero ninguno me visita

GAELA: Comprendo.. tu historia me dice que has intentado quitarte la vida. Es verdad?

KAY: No, he vivido con la depresión desde que era un adolescente y siempre he estado en tratamiento, un día me equivoqué al tomar unas pastillas y dijeron que me había querido matar pero no es así

Uno de mis hermanos dió la noticia y me volvieron a internar pero valoro mi vida aunque nadie me crea

La entrevista va fluyendo con mentiras y Gaela se da cuenta que hay cosas que no concuerdan entre el comportamiento y las palabras del paciente por lo que decide que no se le sacará la camisa de fuerza pero tampoco se quedará en el área aislada en la que está, la psicóloga comprende la situación de pacientes con la condición del que tiene al frente por lo que le agradece la colaboración y promete verlo pronto

GAELA: Muchas gracias por la confianza que me has brindado, quiero que sepas que estás aquí para ayudarte y encontrar la tranquilidad y mejoría que necesitas

KAY: Se lo agradezco doctora, no tiene idea de lo importante que ha sido este encuentro

GAELA: Lo veo mañana

KAY: Sin duda

..._______________...

LOUIS: Como te fue hermosa?

GAELA: El hombre miente, hay cosas que no coinciden entre lo que dice y lo que hace pero es normal precisamente por eso son pacientes clínicos

Todo está bien, vámonos

LOUIS: El auto está en el estacionamiento, vamos

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