Cap. 9 Hermosa Diablilla

Vale caminó por medio de la mesa con seguridad hasta llegar frente al que ella está segura es el gran jefe y levantó el dedo índice de forma amenazadora para interpelarlo.

* Tu, ¿eres Osiris?, quiero que me devuelvas mi consultorio, tu maldita compañía lo ha derribado esta mañana, así que me debes 25.000 dólares y los quiero ahora. _ Vale advierte de forma contundente mientras el hombre la mira con curiosidad, hay un brillo inexplicable en sus ojos.

* Soy Osiris Triente _ la voz gruesa y casi gutural era embriagadora y potente, haciendo que Vale sienta un cosquilleo en la nuca mientras que una corriente eléctrica baja por su espalda.

* Debes pagar por el daño que he sufrido _ Vale se repuso lo más rápido que pudo, siente que ese hombre es más peligroso de lo que pensaba.

* ¿Que tiene que ver eso conmigo?, el ex dueño del lugar debió advertirles y ustedes desalojar, yo no tengo ninguna responsabilidad en eso. _ la voz grave volvió a sonar mientras todos guardan silencio absoluto.

Vale frunció el ceño indignada, pero antes de que replique entraron los guardias con armas apuntando a Vele la cual se petrificó, Vale en ese momento sintió el verdadero terror.

Cuando Vale está a punto de rendirse el hombre alto y distinguido les hizo una señal para que bajen las armas y miró a los que lo acompañan de forma amenazante e inmediatamente todos salieron como si el mismo diablo los persiguiera.

Vele vio a todos salir y escapar mientras ella sigue parada sobre la mesa y antes de que ella pueda advertir nada sintió que alguien la tomaba de los tobillos y el jalón la hizo caer de espaldas a la mesa mientras su cabeza chocó con la dura madera un poco más fuerte de lo debido dejándola aturdida, sintió ser arrastrada hasta el borde de la mesa.

* Vaya humana, sí que eres aguerrida _ escuchó mientras aún estaba confundida por el golpe.

* ¿Qué?, ¿de qué hablas? _ murmuraba ella aturdida.

El nombre se posicionó sobre ella mientras olía su cuello y su cabello, tomó sus delicadas muñecas y las puso sobre su cabeza, mientras él observaba su lindo rostro, ella se removía tratando de soltarse, pero no podía, él es fuerte y Vale sintió que ahora sí estaba en grandes problemas.

* MIA _ dijo el hombre marcando territorio, para después lamer su cuello y Vale sintió que todo daba vueltas, el aroma de ese hombre la estaba volviendo loca, ella apenas y podía respirar por su cercanía.

* Su…, suéltame, ayuda…, _ susurraba sin que su voz sea más fuerte que un jadeo.

* Hermosa Diablilla, ahora que has venido por voluntad propia deberías saber que nunca voy a dejarte ir mi Luna _ el hombre tarareaba en su oído divertido mientras Valeria siente que su cuerpo está más caliente de lo normal.

El hombre en ese momento sacó sus caninos y la marcó, los enormes dientes se abrieron paso en la suave piel de Valeria haciéndola gritar de dolor, ella no es una Lycan y esto representa un dolor insoportable, Vale se desmayó por el dolor mientras que Osiris la vio divertido (los humanos son tan débiles) pensaba mientras la miraba.

Lamió con delicadeza su marca para que deje de sangrar y no le duela tanto cuando despierte, la cargó para ponerla en el sofá de la gran oficina e inmediatamente llamó a Theo su Beta para hacer oficial su descubrimiento.

* Majestad, ¿qué pasa con esa humana? _ Theo preguntó mientras miraba a la niña desmayada en el sofá.

* Ella, es mi Mate, es la Luna de las manadas del de cambia formas del Reino del hemisferio Norte, es mi Reina, pero va a costar arrastrarla a nuestro mundo, ella se va a asustar, averigua quien es y de donde viene, quiero saber de qué negocio habla y cuando despierte llévenla a casa, quiero saber dónde vive _ Osiris habló como hablar de las noticias locales.

* Majestad, pero ella puede escapar si se asusta mucho _ Theo está preocupado.

* No va a poder, la he marcado, y en 7 días no podrá soportar nuestra separación, en 15 días estará dispuesta a hacer lo que sea por dejar de sentir ese dolor _ Osiris habló sonriente, él sabe lo que hace y alguna vez supo de un Rey Lycan que tuvo una humana como Mate, pero sabe que los humanos son testarudos y desconocen las reglas de la Diosa Luna y esa Diablilla sería un dolor de cabeza, un hermoso dolor de cabeza.

El hombre grande y guapo salió del lugar, tiene cosas que atender, aunque su prioridad es su Mate, sabe que por ahora no puede hacer nada, secuestrarla sería peor, ella se pondría más molesta y encabritada.

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