Capitulo 7: " Ella no vino "

El Duque Gabriel se encontraba en la capital, en esta

ocasión se dirigió ahí porque ya había comenzado las reuniones dónde por ley debía participar.

El territorio Laportt se encontraba en la zona norte del Imperio, estaba un poco alejado, pero últimamente el Duque había viajado más hacia la capital, ya que comenzó negocios con su amigo y también Duque, Arzan Valente.

Arzan Valente tenía la edad de Gabriel, se conocían desde pequeños y se hicieron amigos más allá de la relación que como Duques debían mantener, aunque sus personalidades eran muy diferentes según Arzan ahora Gabriel se parecía más a él, es que Arzan era bien conocido por andar con más de una mujer a la vez, y desde que Gabriel se divorció andaba por los mismos caminos.

- Arzan: te ves mal, se nota que no has dormido

- Gabriel:estoy bien es solo por el viaje

- Arzan: de verdad? hace cuánto viajas a la capital y nunca te he visto así.

- Gabriel: no es tu problema, tan solo háblame de los negocios.

- Arzan: que humor Duque Gabriel jajaja, [de verdad que tienes en tu cabeza hombre, deberías estar feliz ahora que te divorciaste de esa mujer, por cierto cómo se llamaba? Delia, Deisy… No lo recuerdo tampoco importa].

De esto hablaban Gabriel y Arzan, en su reunión de negocios, a lo cual Arzan respondió a Gabriel como iban estos.

- Arzan: Tenemos un pequeño problema, he comprado ya una parte del terreno, pero no es suficiente, le hice una oferta al conde Valverde, pero dice que ya se la han comprado. Le consulte sobre quien era para así poder hacerle una oferta al nuevo dueño, pero según el contrato que firmó con el nuevo propietario no pude revelar la identidad de éste. Me pregunto quién será tan adinerado como para poder pagar esas tierras.

- Gabriel: bueno no hay nada por hacer sobre eso, deberíamos buscar otro lugar.

- Arzan:aunque eso no es lo ideal para nuestro negocio ya que deberíamos gastar más dinero en transporte y contratando a otros trabajadores, lo mejor sería investigar por nuestra cuenta quien compró las tierras y hacerle una oferta.

- Gabriel: bien haz lo que mejor te parezca.

Dijo Gabriel a Arzan y se retiró del lugar.

El Duque Gabriel también tenía una mansión en la capital, así que se dirigió hacia esta, no pudo estar concentrado mientras hablaba con Arzan, lo único que pasaba por su cabeza en esos momentos era si podría ver a Deilyne en la capital, ya que como ella era ahora la Marquesa debía presentarse ante el Emperador, no estaba seguro si ella podría participar en los temas de política, pero si en que debía ver al emperador.

- Gabriel: que demonios, de verdad no volviste a buscarme. Que idiota me veo pensando todo el tiempo en la mujer que yo mismo corrí.

Para que Gabriel se sintiera aún más frustrado, ese año Deilyne tampoco fue a la capital.

Gracias a que la familia Marshall era muy reservada en cuanto a todo lo que circunda a su familia pocos sabían que Deilyne estuvo casada con el Duque Gabriel de la misma forma pocos sabían que ella era la Marquesa Marshall, es decir Deilyne no era conocida en la alta sociedad de la capital.

El Emperador Aurelio había aceptado las excusas de Deilyne para no presentarse aún ante él, un acto como este podría ser tomado como un acto de rebeldía, pero debió a la neutralidad de la familia Marshall y que siempre cumplieron con todo lo ordenado por la familia imperial, también pensando en que Deilyne debía acomodarse a su nueva posición el emperador le dio más tiempo.

- Emperador: mira a esta niña, no le tembló el pulso para rechazar mi llamado, bueno el regalo que me envió es de mi agrado, así que le daré el tiempo que pide jaja.

El Emperador Aurelio hablaba con su asistente, el regalo del cual hablaba era una espada de acero negro, algo sumamente único, ya que en Constantine había muy pocas conocidas y lo que hacía especial era la excelente calidad y hermosura de este material, la espada venía con un grabado en su empuñadura, el grabado era de un León con los ojos púrpura el símbolo de la familia imperial, al Emperador le pareció precioso él era un aficionado a coleccionar armas de guerra, aunque hacía mucho tiempo que el imperio estaba en paz, esto no impidió que el Emperador desarrollará este interés por las armas de guerra. Otra cosa que llamo su atención fue el material del grabado de la empuñadura, no era algo que conociera, pero le pareció verlo en alguna parte, hasta que recordó eso era oro blanco.

- Emperador: Impresionante.

Dijo el Emperador al darse cuenta de todos los detalles de su regalo, verdaremante el valor de la espada era inmensurable.

- Emperador: está niña sabe como poner de buen humor a alguien jajaja.

Sonrió satisfecho el Emperador, esa misma tarde el Emperador recibió al Duque Gabriel, la conversación que tendrían no sería para nada del agrado de Gabriel.

- Emperador :he recibido las noticias sobre su divorcio Duque.

- Gabriel :Así es majestad, ya hace un año.

- Emperador: Si su padre estuviera vivo no lo permitiría.

- Gabriel: Pero no lo está. Eramos muy jóvenes ni siquiera sabíamos lo que implicaba un matrimonio.[si yo no lo sabía, nunca imaginé un futuro dónde ella no saldría de mí cabeza]

- Emperador: El Duque ha de ser el tipo de persona que interpone sus sentimientos antes que nada, verdad? Lo felicito.

Sonrió con astucia el Emperador.

- Emperador: Pero yo no puedo darme esos lujos, mi posición no me lo permite. No sé si lamentar ese divorcio, ya que mi intención siempre fue casar a la hija de la casa Marshall con el príncipe heredero, me decepcioné mucho cuándo recibí la noticia de que sería su esposa. Sin duda el Marqués Marshall era un hombre astuto, caso pronto a su hija para así seguir manteniendo la neutralidad de su casa. Pero tal vez todavía haya una posibilidad.

Al escuchar de la misma boca del Emperador sobre la posibilidad de que Deilyne volviera a contraer matrimonio, Gabriel entro en un estado de conmoción total. Nunca había pensado en esto, pero Deilyne si podía casarse otra vez.

- Gabriel : Disculpe su majestad, de que habla, La Señorita de la casa Marshall es una mujer divorciada, eso no dañaria la reputación de la familia imperial?

- Emperador: Porque se preocupa por eso Duque, quien desafiaría una orden del Emperador? Bueno es demasiado pronto para hablar de un matrimonio, la Señorita Marshall ni siquiera se ha presentado ante mí, tampoco sé si ella aceptaría. Pero sin duda vale el intento.

Después de terminar su reunión con el Emperador Aurelio, Gabriel volvió muy alterado a su mansión, dónde lo esperaba de imprevisto Arzan.

- Gabriel: Sirvenos un trago!

Ordeno Gabriel.

- Arzan: Que te ocurre te a ido mal con su majestad.

- Gabriel: no es éso.

- Arzan: a qué se debe entonces, dime hace tiempo que tiene estas actitudes.

- Gabriel:No es nada, te he dicho, tan solo tomemos un trago.

Arzan no le creía para nada, pero no quiso insistir más para evitar empeorar la situación. Arzan tenía una idea de lo que le pasaba a su amigo, así que se limitó a acompañarlo.

Gabriel se sentía muy frustrado, pensó que podría verla, pero ella no fue a la capital como él pensaba.

- Gabriel: debe ser mi castigo... balbuceo entre tragos Gabriel.

Mientras tanto en el Marquesado Marshall después de recibir la respuesta del Emperador, Deilyne se dispuso a organizar todo para su futuro viaje a la capital.

Mando renovar la mansión Marshall, y por este tema también llamo a Benjamín.

- Benjamin: Me mandó llamar Señorita.

- Deilyne: Si Benjamín, hay algo de lo que necesitó que te hagas cargo .

- Benjamín: Por supuesto, a sus órdenes.

- Deilyne: Necesito que selecciones a un grupo de caballeros, los necesarios para cubrir la seguridad de la mansión Marshall en la capital, una vez los tengas seleccionados envíalos ahí.

- Benjamín: como usted ordene. Disculpe Señorita tal vez mí pregunta este fuera de lugar, pero se irá a la capital?

- Deilyne: Descuida, es algo que de todas formas te informaría. Si iré, pero aún no. He pedido tiempo al Emperador, hay algo que quiero terminar antes de presentarme ante él.

- Benjamín: Ya veo.

Después de esto se dirigió a realizar lo que Deilyne le había ordenado.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***