capítulo 14- fastidio

Elise observa por la ventana, la llegada del príncipe Emir, quien los recibe es Frida, Valery estaba con él y miraba por todos lados, nerviosa, aunque de un momento a otro le comenta a Emir que el sitió se ve identifico a un país humano, incluso quienes habitan ahí no parecen demonios, pues ella se imaginaba algo diferente, ver bestias salvajes ansiosas por carne humana.

- el emperador ¿como es? ¿es un monstruo? Pobre Elise...

- tranquila...solo no digas nada, si ofendemos al emperador no nos dejará ver a tu amiga.

Las puertas del salón del trono se abren, los ministros estaban en su sitió y el emperador en el suyo, al acercarse hacen un reverencia y cuando Valery levanta la vista, se sorprende al ver Cedric, pues se podía decir que él hombre era más atractivo que Emir y tenía esa presencia imponente, Valery no pudo evitar sentirse emocionada por su atractivo.

- si lady Brown no cierra la boca, creeré que ahora codicia a mi esposo.

El sonido de los tacones de Elise resuena por la habitación, ella camina hasta llegar ante el emperador y ofrece su mano, siendo besada por Cedric y después este se pone de pie permitiendo que la rubia tome asiento.

- supongo que mi esposa no necesita presentación ante ustedes.

Valery y Emir se veían sorprendidos, pues para Valery no era como su padre había dicho, Elise se veía perfectamente bien e incluso el emperador se porto como todo un caballero, aunque eso podría ser solo una fachada, así que cuando tenga tiempo hablará con Elise, si realmente necesita ayuda intentará llevársela sin que el emperador sepa.

- lady Elise, es un gusto verla bien.

- emperatriz o majestad para usted alteza, ella ya no es solo la hija de un Duque, es mi esposa.

- Elise es nuestra amiga majestad, esta bien si le hablamos de esa manera.

Agrega Valery mostrándose firme ante sus palabras, Elise no puede evitar reír ante lo dicho.

- ¿amiga? Nunca la he considerado mi amiga, lady Brown, que yo haya sido amable, no significa nada.

- ya escucharon, pido respeto para mi emperatriz.

Valery estaba por hablar, pero Emir le sostiene el brazo y le hace una seña, para ambos agachen la cabeza.

- entendido majestad, no volverá a pasar.

- bien, por ahora lo dejo pasar, pasemos ahora a lo que han venido.

Se trajo una mesa y silla para el príncipe, para colocar los libro sobre el tratado de paz, se mantienen hablando sobre ello, pues desde años y siglos atrás, los demonios han mantenido su parte del trato, el cual es no pisar tierras humanas a menos que haya un permiso adecuado para ello, lo mismo pasa con los humanos, no puede ir al continente Erty a menos que haya un permiso previo, para dicho tratado, el emperador o emperatriz ha tomado como conjugue un humano, para así procrear descendencia que pertenezca a ambos mundos. Mientras se mantiene la plática política, Valery no puede evitar mirar a Elise, quien se ve tranquila y observa también los documentos que el emperador va sacando, el emperador sin descuidar lo que hace, sostiene la mano de Elise a momentos y le mira mostrando una sonrisa. Valery solo desvía la mirada, la conferencia acaba y como el próximo barco regresa hasta dentro de un par de días, ellos deben quedarse, por lo que se les asignan habitaciones en el palacio de visitas.

Elise y el emperador se retiran juntos, así que Valery pierde la oportunidad de hablar con ella, aunque se vean cercanos, ella necesita saber si Elise no esta en peligro tal como dijo su padre.

- tranquila, aún hay oportunidad de que hables con ella a solas.

- lo se, gracias.

Cada uno es guiado a su habitación, mientras que Elise camina por los pasillos, siendo seguida por Eva, la doncella le dice que no hubo nada sospechoso con la llegada de la parejita feliz.

- bien, lo importante es que se vayan pronto, su sola presencia es molesta.

Elise siente que le jalan de la mano hacía una habitación y es dejada contra la pared, sus manos son aprisionadas arriba de su cabeza.

- ¿celosa de ver a tu ex con esa niña?

- jamás, solo me molesta la presencia de ambos...

- el príncipe tiene pésimo gusto, yo creí que te dejo por una sensual mujer de pechos enormes, pero su gusto es enfermo.

- ¿y el suyo? Es un demonio casado con una bruja.

- mis gustos son exóticos.

Elise sonríe por las palabras de Cedric, pero libera sus manos y empuja al emperador sobre el sofá subiéndose encima de él, para después inclinarse y besarlo de manera apasionada. Para el día siguiente Valery camina por los pasillos del castillo en busca de encontrarse con Elise, pero mientras corre, al darse una vuelta choca con alguien y antes de caer, le sostiene la mano, cuando Valery levanta la vista, la chica se sonroja. Pero se aparta haciendo una reverencia.

- lo siento su majestad, es que yo...yo buscaba a la emperatriz, quería tomar el té con ella.

- la emperatriz aún sigue dormida en mi alcoba.

- oh! Eso...

Valery se sonroja ante lo dicho, pues ya sabe lo que eso significa, después de todo, Elise estaba casada con el emperador, aunque era una pena que su amiga tenga que sufrir de esa manera, siendo obligada a complacer a un hombre que no ama, un hombre que sin importar su apariencia sigue siendo un demonio.

- espero no sea una molestia enviarla a buscar.

- si quiere enfrentarse a su enojo, adelante. Eva te llevará con ella.

Cedric señala a Eva quien venía llevando una bandeja con el desayuno de Elise, Valery de inmediato detiene a Eva para pedirle que le de un mensaje a Elise, mientras que Cedric sigue su camino. Más tarde, Elise y Valery están en un balcón, donde les sirven té y postres.

- me da gusto que hayas aceptado, tenía algo que hablar contigo. Elise...quiero ayudarte.

- parece que no te ha quedado claro, no te permito llamarme por mi nombre.

- pero yo...escúchame, se que no estás bien aquí, puedo llevarte conmigo a casa, salvarte de este infierno.

Elise deja salir una risa por las palabras de Elise.

- ¿salvarme? ¿Que te crees? ¿la protectora de los débiles?

- yo se que me odias por lo que paso, pero no mereces vivir como el objeto de placer de un demonio. 

- no se que ideas locas tengas en esa mente tuya, pero yo estoy bien, mucho mejor de lo que pude haber estado si me casaba con tu príncipe.

- hablo en serio, quiero ayudarte.

Elise se pone de pié, no piensa escuchar más tonterías.

- ¿quieres salvarme o te interesa el emperador y quieres tenerlo también? No me sorprendería.

- no es así, solo quiero ayudarte, se que ese demonio no te trata bien...

- te equivocas, el emperador y yo, estamos bien. Si no quieres entender eso y sigues molestando, mandaré mi queja al rey.

- pe-pero...Elise..

La rubia se aleja de ese lugar, si Valery continúa con sus estupidez de niña buena, tendrá que recurrir a trucos sucios para arruinar a la princesita y su príncipe..

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