capítulo 13- bruja

Durante los siguientes días, Elise solo se encargaba se sus deberes, pues el emperador le cedió todos los derechos de emperatriz, es decir encargarse de la administración de los servicios de castillo, así como de las otras actividades, donaciones, revisión de territorios y que en estos se este cumpliendo con lo que se solicita, al principio los secretarios encargados de esto, se negaron a aceptar las órdenes de Elise, pero poco a poco vieron que ella sabía lo que hacía, además de que fue el mismo emperador quien les ordeno cumplir con las ordenes de la rubia. Incluso ella noto algunos presupuestos faltantes y el culpable fue castigado, en cuanto a las reuniones con las damas, Elise no era invitada, solo cuando la organizadora era Jade, la mayoría seguía negándose a aceptarla, pero eso a Elise no le preocupaba, para triunfar no necesita de esas mujeres que solo buscan verse lindas y educadas, lo importante en ese mundo, es sobresalir demostrando a todos esos hombres machistas, que ella como mujer, puede ser más que una cara bonita.

- es todo por hoy majestad.

Los secretarios entregan los documentos, el trabajo había sido pesado, pero ellos también saben como hacer su trabajo.

- bien, pueden retirarse. Buen trabajo.

Todos agradecen y se retiran de la oficina. Elise deja todo y se dirige de regreso a su palacio, nuevamente puede notar que aquellos vigilantes aún la siguen, así que ya va siendo hora de deshacerse de ellos; espero a que nadie estuviera rondando por los pasillos, así que camina por este, evitando a los guardias, hasta lograr salir del castillo, camina hacía la zona donde solo esta el bosque, alejándose de la propiedad.

"Una señorita no debería salir a esta hora."

"Mucho menos sola y siendo humana."

- ¿humana?

Elise mira hacía todos lados y se encoge de hombros.

- no puedo ver a la humana.

"Es bueno tener buen humor antes de morir"

Los tres hombres ríen con burla, pero se les hace extraño que la chica permanezca tranquila, así que la rodean sacando sus espadas.

"Es una pena tener que matarla, es hermosa."

"Quizás nos deberíamos divertir con ella antes."

Cuando uno de ellos se acerca y agarra a Elise del cabello, para tirar de ella y hacerla caer, de inmediato otro la agarra de las manos y la presiona contra el suelo, ambos se veían ansiosos por hacer de todo con ella, pero no tarda en soltar sus manos al notar que están se habían vuelto garras con la piel oscura, incluso escuchan un gruñido, cuando menos se lo esperaban, aquella bestia estaba ante ellos y con una garra presiona contra el suelo a uno de ellos.

"¿Que caraj*s es eso?"

"Esa forma es...no puede ser..."

"Una bruja...esa perra es una maldita bruja."

Querían correr pero su cuerpo ya estaba paralizado, después de romperle el cuello al que tenía bajo sus garras, desgarró el de los otros dos con sus feroces dientes, incluso saborea la sangre.

~ardetis intormarus~

Su voz era grave y resonaba como eco, los cuerpos de esos demonios se habían quemado a excepción de sus cabezas. Cuando la bestia escucha un sonido voltea y este era Cedric, quien mira las cabezas tiradas y leves flamas que apenas siguen ardiendo, cuando dirige su vista hacia aquella bestia, sonríe.

- tenía razón, eres una bruja, tu aroma nunca fue el de una humana...por eso estaba en guardia ante ti...

Cedric se acerca tocando el rostro de aquella bestia y esta regresa a su forma original, aunque la sangre permanece en sus labios y manos, Cedric se inclina para lamer la sangre de sus labios.

- creo que mi interés acaba de aumentar, tengo una fatal y hermosa bruja.

- por el contrario, yo te tengo a ti cariño.

Elise pasa sus manos por detrás del cuello del demonio y se acerca los suficiente para besarse por un momento.

- y ¿que harás con ellos?

- devolverlos a su jefe...

Esa misma noche, el Duque Tomas iba saliendo de su estudio y al caminar hacia la escaleras, escucha los gritos de una de las doncellas, cuando se asoma, se veían tres cabezas colgadas en el barandal de la escaleras, por supuesto que el Duque reconoce de inmediato de quienes se tratan, por el grito los empleados se asoman sorprendidos por lo que veían, incluso Vera al bajar un poco las escaleras y ver lo que pasaba, grita, las cabezas eran lo de menos, la frase escrita con sangre en la pared, era lo que realmente hacía sentir escalofrío.

Era la frase escrita en la pared de aquel recibidor. Después de esa noche, el Duque Tomas acudió al emperador alegando que alguien lo estaba amenazando y que debería de ser investigado, por supuesto, aunque se queje, su mirada se dirigía de vez en cuando a Elise quien estaba sentada en su respectivo trono y su mirada le hacía sentir escalofrío.

- si en verdad hay bruja, hay que detenerla, no sabemos que intenciones tenga.

- ¿una bruja? Han pasado cien años desde que se vio una ¿y por qué lo amenazaria a usted?

Menciona Cedric con fastidio, mientras los ministros murmuran sobre lo que el Duque habla.

- majestad hablo en serio. Por favor necesita investigar...

- usted tiene a su disposición a sus propios guardias, haga la investigación, si hay más pistas, entonces le ayudaré.

El Duque no estaba feliz con esa respuesta, pues no hay manera de que encuentre pruebas de los sucedido, nisiquiera sabe donde están los cuerpos de aquellos hombres. No muy feliz el Duque salió de ese sitió, pero en los ministros ha quedado la duda.

"Majestad ¿y si lo que el Duque Tomas dice es real?"

- entonces, algo debió hacerle el Duque a la bruja. Si su objetivo fuese hacernos daño, lo haría, una bruja no es peligrosa a menos que se le provoque.

"Tiene sentido lo que dice su majestad, el Duque Tomas se ha hecho de enemigos."

"No sería sorpresa que entre ellos se haya enemistado con una bruja."

"Si amanece muerto, solo estaría pagando lo que ha hecho."

Los ministros tampoco parecen querer al Duque Tomas, lo que para Elise es una ventaja, cuando finalmente se deshaga de él, pero por el momento prefiere jugar un poco. Cedric mira a Elise y esta se ve tranquila, sin reacción alguna, esa serenidad que ella muestra, es atrayente, sobre todo, porque en la cama, ella es más expresiva y nadie puede imaginarse las palabras que suele decir durante el acto.

- dime que opinas, querida emperatriz.

- opinó lo mismo que la corte, llevo poco tiempo aquí, pero lo suficiente para saber que el Duque Tomas, es experto en atraer problemas.

Antes de terminar la conferencia, Frida les hace saber, que llegó un mensaje de Asd, donde mencionan que el príncipe heredero llegará a la isla, como una visita de cortesía y para tratar la paz entre ambos países. Elise no se sorprende, ya esperaba la visita de ese chiquillo estúpido y con él seguro viene la tonta, creyéndose buena samaritana, con intenciones de salvar a su supuesta amiga, lástima que quien necesitará salvarse es ella, porque a diferencia de la historia real, Elise se aseguro de que el emperador este de su lado.

- parece que mi emperatriz verá a su ex prometido.

- no es algo por lo que este ansiosa, su majestad no tiene comparación con ese mocoso escuálido.

- su sinceridad es encantadora emperatriz.

Los ministros solo miran hacía otro lado ante el evidente coqueteo de los emperadores.

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