CHICO INESPERADO

Hola mi nombre es Dany García soy de origen Mexicano actualmente tengo 32 años y tengo un hermoso hijo con el carácter de su padre.

Todo comenzó hace 15 años cuando conocí a Javier O. El tenía 24 años era un chico arrogante, manipulador, demasiado social y divertido, yo tenía 17 años cursaba el bachillerato y una amiga nos presentó, comenzamos a salir y a conocernos, pero en una ocasión me invitó al cine.

yo no tenía conocimiento de que era un cine ya que vivía en el campo con mi familia y las reglas eran de la escuela a la casa, cada día era lo mismo hasta que un día decidí conocer otros lugares,.

Salimos al cine y en las escaleras eléctricas yo me quedé anonadada porque nunca había pisado una, me preguntaba si la escalera no me atraparia o me caería por no sostenerme bien, Javier mientras se reía de lo sucedido porque yo no daba un paso, el decía que había traído a una india a la ciudad, desde ese momento comenzó a caerme mal; subí como pude con miedo pero con valor, llegamos a la sala del cine y todo era burlas, me hacía enojar puesto que era mi primera vez en un cine, no esperaba más de esa persona ya que me demostró no ser un caballero.

Alguna vez todas soñamos con un chico guapo, atento y amable pero oh sorpresa, el chico que iba conmigo no tenía nada de eso, en el cine no dejo de aventarme palomitas por lo que no me gustaban sus agresiones, lo tome como un juego ya que pensaba en no salir más con Javier.

Me llevo de regreso a casa pero como mis padres no me permitían tener novio o amistades mayores decidí quedarme lo más cerca a casa, compartimos números de teléfono y cada quien siguió su camino.

Paso una semana y Javier me habla para invitarme a salir, tuve que negarme ya que los fines de semana yo trabajaba para poder solventar mi estudio.

Flasback....

Tenía 9 años cuando me mandaron a trabajar ya que decían que si no trabajaba desde pequeña no valoraría el esfuerzo que se hace para mantener los estudios.

Después de negarme siguio insistiendo y nuevamente saliendo de la escuela me fui con él, para eso yo tuve que inventar que tenía bastante tarea, solo así me permitían estar más fuera de casa.

Fuimos a un lugar llamado la peña del cuervo (Mineral del Chico) era muy bonito el lugar pero hacía bastante frío ya que este es un mirador hacia el pueblo que por cierto se ve hermoso desde ahí, pasamos una hora aproximadamente y decidimos regresar pero el muy tacaño no quiso pasar a qué comiéramos algo y yo moría de hambre ya que en la escuela solo habia ingerido un pequeño refrigerio, no me alcanzaba para más; cuando íbamos de regreso el comenzaba a hacerme bromas y poco a poco lo iba tomando como algo normal, a pesar de que me platicaba su vida que para mí no tenía importancia hasta ese entonces el seguía humillandome, sus palabras eran hirientes ya que me decía que era una mojigata sacada del cerro, me hacía enojar hasta que quise ponerle una cachetada y me detuvo, me tomo los brazos he intento besarme, no me deje, me hice a un lado pero mis fuerzas no eran lo suficiente para deshacerme de su agarre, yo le pedía que me soltara y en un momento hasta miedo y pánico me dio pero no podía demostrárselo ya que para el era una chica más, me sostuvo fuerte y me beso, al principio no le correspondí, pero después me deje llevar, nos separamos y me dijo que era muy torpe para besar pero que el sabía domar mulas, lo que más me hizo enojar y le pedí que me llevara lo más cerca a mi casa.

En la escuela mi amiga o supuesta amiga me hacía burla ya que el le platico que era una mojigata y bajada del cerro que de dónde me había sacado, para las chicas él tenía un remedio infalible, cosa que me molestaba porque no era así solo que él me hacía sacar mi lado defensor y menos amoroso que yo tenía aparte de que no me agradaba cómo amigo y pensaba en cambiar de número y salir de la escuela sin que me viera ya que si me negaba a salir con él era capaz de ir a la escuela y esperar a que saliera solo por molestar.

Llegó el fin de semana y como todos los fines me iba a trabajar, yo era auxiliar en un restaurant e incluso varios restaurantes querían contratarme porque era muy rápida para hacer los mandados, ya que teniendo un cuerpo delgado de cadera ancha y piernas largas me facilitaba moverme más rápido, pero el aprecio que le tenía a mi jefa me hacían que negara otras ofertas de trabajo apesar de que la paga era mejor pero el trato no era bueno por lo que comentaban algunas compañeras, decidí no renunciar y quedarme ahí,

Ahí mismo conocí a un chico moreno, de ojos cafés, alto y gordito pero muy educado, amable y con mucha carismas, cosa que me hacía sonrojar aparte de reír, nos hicimos amigos yo solo le preparaba su desayuno o alguna comida ya que por ser rápida tenía que entregar en un determinado tiempo, el mientras esperaba me hacía la plática y trataba de no ponerme nerviosa y enfocarme a su pedido.

Pasarón las semanas y mi rutina era la misma, de la escuela a casa y fines de semana a trabajar, hasta que en un fin de semana nuevamente Javier me pedía que saliéramos acepte salir porque tenía en mente ya no tener algún contacto con él fuimos a la ciudad como él me decía, y llegamos a un hotel, yo no sabía que hacíamos ahí hasta que comenzo a retarme, no me gustaba que me subestimaran y menos que se burlara de mi así que acepte, perdí los retos y ese mismo día perdí mi virginidad, pensaba que mi primera vez sería con la persona que me enamorara, en algún lugar romántico como un sueño, con delicadeza, no digo que no me trató con delicadeza, pero me sentí sucia, me sentía incompleta, no sabía en qué momento decidí entregarme a una persona que conocía poco y sobre todo no quería quedar embarazada de alguien que truncara mi vida, por lo que le pedí que me llevara a mi casa, el solo me miraba y decía que si me dolía el cuerpo o mis partes era normal pues para el era una mas, él ya era todo un don Juan.

Pedí que me dejara en el pueblo yo me iría sola a mi casa, con la vergüenza que sentía y lo mal que me sentía opte por pasar a una farmacia y comprar una pastilla del día siguiente, de los nervios me la tomé y solo rogaba a Dios que no volviera a pasar.

Cómo todos los fines de semana mis papás sabían que llegaba tarde del trabajo no se les hacía raro que llegara a la misma hora por lo que no se percataron de lo que me sucedió ya que ellos no me hablaban de esos temas porque les daba pena hablar de sexualidad, llegue directo al baño me bañe y talle esperando que esa sensación desapareciera, pero no fue así.

Pasaron los días y ya estando en la escuela me enfocaba a mis actividades ya que si no mantenía un promedio me quitarían la beca, cabe mencionar que siempre fui de calificaciones altas y me enorgullece saber que era la mejor de la clase, con todo lo sucedido comencé a investigar más sobre sexualidad e incluso fue uno de mis temas favoritos ya que me gustaba leer y comprendi muchas cosas antes de contarle a alguien, así pasaron los días y Javier nuevamente quería que saliéramos pero está vez le dije que no, que ya no me buscará que me dejara empaz, ya había logrado lo que quería y yo ya no quería verlo.

El me dijo que no era así que le gustaba pero que no sabía cómo decirme porque a una india de cerro se le tenía que explicar con manzanitas cosa que me hizo enojar y lo bloquie de mi teléfono, había veces que me marcaba pero lo ignoraba.

Dejamos de hablar por un tiempo y yo seguía con mi misma rutina, comencé a conocer a un chico moreno su nombre Eduardo.

Al él lo conocí por medio del trabajo, un día subió al área de restaurantes, me llamo la atención, mi jefa lo conocían así que comencé por pedirle su número y hacerle una pequeña broma, toda esa idea fue de la señora Aurora hermana de mi jefa, le comencé a mandar mensajes diciéndole que era su admiradora secreta, le comenté sobre sus gustos y que hacía después de salir del trabajo, cabe mencionar que esa información me la dieron ellos (mis jefes), él me seguía la corriente y me contestaba al igual me preguntaba cosas para saber quién era, por obvias razones no le dije en ese momento si no días depues le dije la verdad, él se sorprendió ya que pensaba que era muy seria y es verdad soy seria y con un carácter de pocos amigos pero solo es de apariencia ya que no me gusta que se burlen de mi y menos con lo que me pasó la última vez.

Comenzamos a salir, a platicar, conocernos poco a poco e incluso tuvo que ir a casa de mis papás para pedir permiso para poder salir; el día que llegó a mi casa, mi papá tenía una escopeta limpiando lo que me sorprendió que llegara a esos extremos, típico padre preocupado comenzó a cuestionarlo y él como todo un caballero le dijo que tenía las mejores intenciones.

He ahí comenzó mi verdadera historia.

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