Capítulo 2

En la empresa Anyelo

Rosa se encontraba en el ascensor subiendo rumbo a su oficina. Al llegar al destino previsto las puertas del ascensor se abrieron, permitiéndole la salida de esté, al salir se dirige a su oficina, encontrándose en la entrada a su secretaria esperándola cómo todo los días puntualmente.

_ Buenos días señorita Anyelo_ menciona la chica cortésmente

_ Bueno días señorita Dávalos, por favor, venga a mí oficina._menciona la chica

_ Si señorita_ Rosa continúa su camino hasta llegar a su oficina una vez dentro coloca su bolsa y su abrigo en su lugar y continúa su camino hasta llegar al escritorio y sentarse en su asiento, después de unos segundos suena suena la puerta.

_ Adelante_ menciona la chica dando el permiso a la persona para que entre a su oficina.

_ Señorita Anyelo, que necesita que haga_ menciona la secretaria

_ Señorita Dávalos, necesito que programé una reunión con los socios está tarde, también necesito que llamé a la señorita Luisa y al joven Fabián y que venga a mí oficina a y por favor tráigame los balances de ventas y los informes de ventas de esté mes_ Menciona la albina

_ Enseguida le traigo los informes, algo más señorita Anyelo.

_ No, ya te puedes retirar_ la secretaria se retira dejando a solas a Rosa.

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En otro lugar....

En una mansión lujosa y de gran elegancia, se escucha el sonido del agua caer por la regadera, de la cuál sale un chico con grandes atributos, con una toalla en su cintura secándose el cabello, el se arregla y camina rumbo al comedor de la mansión, dónde ya se encuentra dos personas en el lugar.

Sebastián Jones

_ Buenos días padre._ Menciona el chico

_ Bueno días hijo_ menciona el padre

William Jones

_ Buenos día amor_ menciona la madre

Fabiola Miller

El chico se sienta y enseguida le sirven el desayuno.

_ Que bueno que bajaste hijo, porque justamente estaba hablando con tu padre, de que tu novia Lucía acaba de regresar al país y quería hacer una reunión para celebrar su llegada que dices cariño_ menciona la madre, muy entusiasmada.

_ Madre creó que ya te había dicho muy claramente que no tengo nada con Lucia y jamás fué mi novia eso es algo que tú y ella se inventaron, y por lo de la fiesta si quieres hacerlo es tu problemas, no me interesa nada de eso, así que dejemos ése temas en paz por favor_ Menciona el chico con enojó y fastidio

_ Pero que hijo tan ingrato tengo, yo que me preocupo por tu bienestar y me pagas así..._ la señora finge llorar

_ Basta mamá, no me quieras chantajear, porque éso no funciona conmigo, así que guardarte tus lágrimas madre_ menciona el chico

_ Sebastián eres un hijo!!!!_ es interrumpida

_ Basta los dos, ya cállense es que no pueden tomar un desayuno tranquilo que lo arma en una guerra de quién tiene la razón, y Sebastián por favor entiende a tu Madre ella sólo quiere que te cases con una persona que te pueda hacer feliz y tú Fabiola debés entender que tú hijo no tiene los mismos gustos que tú y no lo puedes casar con alguien que no quiere, ya que sería un matrimonio si amor, en dónde solo sufrirían ambos._ menciona el señor Jones, pero es interrumpido cuándo una de la empleadas entra y le informa que tiene una llamada urgente.

El señor Jones, se dirige a tomar la llamada y sólo escucha algo que no quería escuchar jamás

_ Es hora de que me devuelvas el favor que te hice_ menciona la otra voz en el teléfono

_ En un momento estoy en tu casa_ menciona para terminar colgando la llamada con ya mirada perdida en los recuerdos dolorosos.

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En la mansión Anyelo

Se encontraba dos personas sentadas una enfrente de la otra, en una postura bastante sería.

_ Y dime Marcos porque me llamaste?_ menciona el señor Jones

_ Amigo porque tan serio, deseás un whisky?_ menciona el señor Marco.

_ Marcos por favor deja de darle vuelta al asunto y dime de una vez por toda porque me mandaste a llamar?.

_ Está bien, quiero que tú hijo se casé con mi hija._ soltó el se señor Anyelo y sin anestesia.

_Quee, eso es imposible, jamás aceptaría ésa petición._ menciono el señor Jones, algo desconcertado. por lo propuesta

_ William sabés que no puedes negarte ante mi petición, ya que si te niegas, yo rompería mi juramento y voy a revelar el secreto de tu familia, y sabes muy bien quien saldría perdiendo en esté escándalo. Así que piénsalo bien_ habla tranquilamente el señor Anyelo, mientras se toma su taza de café.

_ Pero Marcos es que lo me pides es una estupidez, cómo se supone que obligué a mi hijo a casarse con tu hija, y además tampoco entiendo porque quieres forzar a tu hija a encadenarla en un matrimonio sin amor, dónde va sufrir, por favor piénsalo más a detalle, antes de que hagas una locura._ el señor Jones trata de persuadir al señor Marcos pará que cambie de opinión.

_ Se que al principio va ser difícil para mí hija convivir con tú hijo, ya que se que es un mujeriego sin remedio, pero estoy seguro que mi hija sabrá domarlo y la decisión ya está tomada tu hijo se va a casar con mí hija dentro de 3 meses, al menos que quieras perder todo_ menciona él señor Anyelo, con una media sonrisa. El señor William suspira con pesadez, ante la negativa de su amigo, no quería ceder ante su exigencia, pero sabía que no podía negarse ya su estabilidad económica estaba en juego.

_ Está bien, mi hijo se casará con tu hija, sólo espero que no te arrepientas de tu decisión de hacer sufrir a tu hija y espero que tú hija te perdone cuando se enteré de la verdad._ menciona el señor Jones con resignación

_ No te preocupes se que mi hija estará bien y se enterará cuando sea el momento de decir la verdad, ahora tenemos que empezar hacer la fiesta de compromiso, para celebrar nuestra unión amigo.

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