Extra 6. Invitación. Verónica

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Hace 2 años

- Vero, levántate – mi amiga Samanta intentaba quitarme la sabana – las lágrimas no solucionan nada.

- No lo entiendes – sollocé más – ¡mi crush tiene novia!

- Jamás intercambiaste una sola palabra con ella ¡no exageres! – me levanté de un brinco.

- Gracias por recordármelo, ahora me siento mucho mejor - ¿Por qué nunca le hable? Tal vez pudo haber cambiado algo, pero... – ya es tarde – susurré.

- Los siento – me abrazó Sam – solamente me duele verte así y quiero animarte, por eso hay que ir al festival de esta noche – dudaba – vamos a conocer nuevas personas, charlar, bailar y lo más importante, olvidar.

- No suena como un mal plan.

- Te lo dije, cámbiate – ordenó.

Realmente prefiero quedarme, pero ambas sabemos que no es buena idea. Con mis pocas ganas me arreglé. 

Al salir de la casa el hermano de mi amiga, Samuel, nos esperaba con el carro.

Llegamos al atardecer, podía escuchar la música, sentir el olor a cerveza y a ¿sexo? Solo pasémosla bien. Nos dirigimos a un local de comida, pedimos una mesa y ¡que empiece la diversión!

Se acercaban chicos y chicas, algunos pretendían coquetear con el sexo opuesto, pero terminaban llevándose una sorpresa, excepto Samanta, ella es feliz con cualquiera de los dos "más diversión, baby" es lo que siempre dice, sigo sin estar de acuerdo, "a mí déjame con lo que me gusta" es lo que le respondo y siempre terminamos riendo.

- Chicas, creo que voy a dejarlas por unos minutos – comenta Samuel, desde hace un rato ha estado mordiéndose los labios y dando miradas pícaras a un chico de la mesa de atrás, nos pidió que no volteáramos, por eso no lo hemos visto – voy a hablarle, pero no volteen – ambas no pudimos más con la intriga y como si nos hubiesen llamado, volteamos.

Eran dos chicos altos, uno de cabello negro y el otro pelirrojo con un mechón blanco.

- ¡Ustedes dos! Ya me delataron – nos acusó Samuel.

- ¡Ay! No te hagas – dice Sam – tú no sirves para disimular.

- Cállense, no hablen – íbamos a reclamar cuando ellos se acercaron y saludaron.

- ¿podemos sentarnos? – pregunta el pelinegro.

- Adelante – contesta Samuel, iba a moverse para dar espacio, pero los chicos se colocaron uno de cada lado, dejando al rubio en medio.

- ¿Cuáles son sus nombres? - pregunta muy interesada mi amiga.

- Mi nombre es Daemon – responde el pelirrojo.

- Y yo soy Lucas – contesta el pelinegro, ambos muy sincronizados.

- Mi nombre es Samanta, pueden llamarme Sam, ella es mi amiga Verónica y el que tienen como relleno de sándwich es mi hermano Samuel.

- Mucho gusto Samuel – responden al unísono, dan miedo.

- Ok, vamos al grano que la intriga me está matando – habla repentinamente el pelirrojo.

- Alto – lo para su amigo – no tan rápido ¿Dónde queda la charla?

- Primero acción y luego charla ¿no es Así? – niega su amigo – Samuel ¿verdad? – este asiente y dice 'si' – ves, suficiente charla. Pregunta rápida ¿a quién de los dos quieres esta noche contigo?

Pobre del chico, me río internamente de lo que estoy pensando, pero lo siento por él, tengo que decirlo.

- Ahora eres el tomate del sándwich – me sorprendí cuando no fui la única en decir exactamente la misma frase.

- Pero miren a quien tenemos aquí ¿acaso tienes poderes telepáticos? – comenta el pelirrojo – que conste que no te copie, me copiaste.

- Mentiroso y ¿Cómo supiste lo que iba a decir? – pregunté sorprendida.

- Yo si tengo poderes telepáticos – susurra – pero no se lo digas a nadie, es un secreto, si la NASA lo descubre experimentaran conmigo e iré directo al área 51 – me reí a carcajadas como nunca en mi vida, tenía el presentimiento que esta sería la gran puta noche.

Sam le insistió a su hermano que contestara la pregunta y él decidió por el pelinegro, creo que cometió un error en no llevarse a Daemon, es mil veces mejor.

- Tú qué sabes, nunca te has acostado conmigo ni te acostarás – ups, cierto que comente eso en voz alta, no me importa.

- Te apoyo baby, sabes diferenciar lo bueno – me apoya Sam.

- Tranquilo – calma el pelirrojo a su amigo y se dirige a Samuel – haz que se le pase, lo dejo en tus manos – lo dice en su oído en voz alta, al propósito.

Esa noche fue una de las mejor en mi vida, la conexión que tuvimos era especial y no fui la única en notarlo, él también se dio cuenta. Bailamos, cantamos, nos tomamos fotos y obviamente intercambiamos números, aunque su amigo no se veía muy contento mientras hacíamos todo eso.

Fuimos contando más de nosotros mismos, así pasaron los días, meses, años y aquel chico se convirtió en mi mejor amigo y un gran confidente.

- Disculpe manager, podría mover algunas secciones para tener el próximo fin de semana libre, tengo que ir a la capital.

- Estamos de suerte, me informaron que una revista te quiere como la modelo de su portada y las secciones van a ser en la capital. Todo está pago.

- Perfecto, le informaré a mi amigo.

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Les presento a Verónica, una gran chica.

Daemon Grandal (15 años, cabello naranja, mechón blanco en frente, ojos azul claro, pestañas blancas, piel clara con pecas y mide 1.79 cm)

Lucas Macek (15 años, cabello negro, ojos miel, piel trigueña y mide 1,80 cm)

Verónica Myel (16 años, cabello ondulado color chocolate, ojos negros, piel trigueña y mide 1.73 cm)

Samanta y Samuel (16 años, rubios y miden 1.68 cm) el resto a su imaginación.

Blooper: ¿a quién de los dos quieres esta noche contigo? "No lo sé, pero el pelirrojo parece un poco... raro o muy extrovertido. Creo que me quedaré con Lucas". Pensamiento de Samuel.

Uy sí, pero que decisión tan difícil ¿Por qué rayos elegir uno solo? Samuel... estás pendejo.

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