Capítulo 6. Invitación. Camilo y Daemon

.........

Mientras terminamos de colocar los platos, escuché unas quejas que provenían de la cocina.

- No te preocupes, debe ser mi papá dramatizando el fin del mundo o su vida, es normal. No sé cómo mi madre puede aguantar su dramatismo.

- Si claro, como si fuera el único dramático en esta casa - oh, ¿por qué siempre digo en voz alta lo que pienso cuando estoy frente a él? Idiota.

- Ah - se llevó la mano al pecho y abrió la boca con indicación - ¿yo? ¿dramático?

- Niños - llama Erika - está listo, ya pueden sentarse.

El señor Esteban se sentó en la cabecera, a su mano derecha estaba su esposa seguida por Daemon. A su mano izquierda se encuentra Erika, Oliver y Lucas.

- Ven, aquí - se para Daemon y rueda la silla que está a su lado hacia atrás, extiende su brazo en señal para que me siente y sonríe.

- G-gracias - espero no estar rojo.

En la mesa, mientras comemos, ambas familias empiezan a hablar, ríen a carcajadas y el ambiente es tan cálido.

Empiezo a sentir como me recorre un escalofrió por el cuerpo, tantos recuerdos olvidados de aquella época invaden mi mente, la extraño...

- ¿Todo bien? Tú estás... - interrumpo a Lucas parándome de la mesa.

- Discúlpenme, voy al baño.

Me apresuro y abro la puerta, pero cuando la voy a cerrar alguien entra y la cierra por mí.

- Daemon ¿Qué haces aquí? - me sorprendí cuando me volteé.

- No es obvio, te paraste de la nada y me preocupé.

- Necesito estar solo - se me salían las lágrimas - por favor, vete.

- ¿Cuánto tiempo más crees que podrás soportar solo? - preguntó repentinamente - crees que no me doy cuenta.

- Eso no te incube, ni te importa.

- Te equivocas, esto me incube porque me importa - ¿por qué hace eso?

- N-no necesito a nadie, e-estoy b-bien solo, p-puedo... - me abraza tomando mi cabeza escondiéndola en su hombro.

- No sé lo que te pasa, pero puedes decirme lo que sea - acaricia mi espalda - cuando quieras.

No, otra vez mi corazón, no va a suceder. Simplemente esto no puede estar pasando, no lo voy a permitir.

- Lo siento - me separo de él - tengo que irme.

- Yo te llevo - propuso.

- No es necesario - abro la puerta.

- Para abrir el portón necesitas una llave - crucé la sala sin despedirme de nadie.

- Yo esperaré a alguien.

- Te voy a seguir sin importar lo que digas - es tan insistente, que me rendí.

Caminamos en silencio todo el trayecto, me abrió y salimos.

- No necesitas seguirme hasta la parada - como si fueras un perrito siguiendo a su dueño antes de irse a trabajar porque sabe que no volverá en un rato.

- Igual lo hare - volvió a insistir

- No soy una chica - comenté.

- Lo sé, gatito - claro que lo sabía, estúpido perro.

Estuvimos unos 5 minutos esperando el autobús en silencio y me subí.

Daemon

Cuando llegué a casa ya habían terminado de comer.

- Lucas ¿puedes quedarte esta noche? - le pregunté.

- De todas formas, lo iba hacer.

La hora de dormir llegó, mi padre no deja que nos quedemos en el mismo cuarto, pero sus órdenes nunca han detenido a mi mejor amigo, tal vez papá ya sabe que se escabulle como amante a mi habitación y por eso se negaba a que lo llamara diferente.

Pensando en el rey de roma. Lucas entra por la puerta, se lanza en mi cama y se coloca bajo las sábanas.

- Ya llegué cariño - me sonríe y me besa en la mejilla - ¿de qué hablaremos hoy?

- De problemas - respondí con un susurro desviando la mirada.

- Relacionados con... - me toma la mejilla.

- Con Camilo, tal vez, no lo sé.

- Si lo sabes, dime que te pasa.

Le dije todo lo que había pasado desde que llegué y lo conocí, lo posesivo que había sido cuando llegó aquella chica y pidió su número de teléfono, también de como no podía sacarlo de mi mente en las noches.

- Siempre me olvido de las personas con que hemos estado, pero ¿Por qué no puedo olvidarme de Cami? ¿Por qué me preocupa cada vez que lo veo triste? ¿Por qué quiero saber más de su vida? ¿Por qué quiero pasar más tiempo con él? - solo quería que alguien me lo dijera - dime Lucas ¿Por qué me pasa todo eso?

- Porque estás enamorado, te gusta Camilo - eso era todo lo que necesitaba para confirmar.

- ¿Y ahora qué hago? - estaba desesperado y deseaba más repuestas.

- Daemon, amor - me abrazó y entrelazó nuestras piernas - lo siento, pero te voy hacer una pregunta - se tomó su tiempo - A Camilo ¿le gustan los chicos? O ¿podría, por lo menos estar con uno?

- Mentiroso, dijiste solo una pregunta - sabía a qué se refería, a la perfección.

- Qué tal si salimos el fin de semana, escuché que van a celebrar el aniversario de un hotel, personas de buen gusto van a ir y conseguí como podemos pasar ¿Qué te parece?

- Se porque me dices esto, sé que no quieres que pase por lo mismo que tú.

- Jamás querría que algo malo te pasara, no quiero que sufras, te amo tanto - me besa en la frente - puedes apoyarte en mí en lo que necesites.

- Gracias, también te amo - sin separarnos, el cansancio del largo día que tuvimos nos ganó y quedamos profundamente dormidos.

***

La luz invade la habitación dándome una cachetada en toda la cara, siento una mano pesada rodeándome e intento alejarla.

- Lucas - gimo para que me suelte.

- Mmm déjame dormir - me pega más hacia él.

- ¿Qué hora es? No escuché la alarma - murmuro en su oído.

- No sé cómo no pudieron escuchar esa alarma - Lucas se sobresalta, pero no se mueve - No te hagas el dormido jovencito.

- Papá - abro los ojos e intento de enfocar - ¿Qué haces mamá? - está al lado sosteniendo su teléfono apuntándonos con la cámara.

- Ya sabes, cosas de madre - le resta importancia - el querer capturar los momentos de sus hijos.

Me volteo para ver el reloj.

- Lucas levántate, son la 7:10am y las clases empiezan en 20 min - lo sacudo.

- Ya voy, ya voy - se levanta - Buenos días - saluda a mis padres y va directo al baño de mi cuarto.

- Si buscas morir a una edad temprana solo dime y yo te ayudo, no tienes que mandar esta clase de indirectas - grita mi padre.

- Déjalo amor, se ven tan bellos junto ¿ya por fin están saliendo? - pregunta mi madre más emocionada de lo normal.

- Lamento decepcionarte, pero nosotros somos mejores amigos, no pareja.

- Y más vale que se queden así - dice mi papá.

- Está bien - mi madre hace un puchero - me conformaré con las fotos y se las enviare a Erika - sonríe - será una más para el álbum.

Nos alistamos y salimos, llegamos justo a tiempo.

Saludé a todos y Camilo volvió a responder y dirigirse a mi como si nada hubiera pasado, realmente eso me molestaba un poco bastante.

Llegó la hora del almuerzo y mientras hablamos se me ocurrió una idea.

- Hay que hacer una fiesta. La excusa perfecta es para conmemorar nuestra llegada a la capital y desestresarnos de los recientes acontecimientos - propuse repentinamente.

- ¿Una fiesta de bienvenida? Nunca es tarde para eso - ríe Lucas.

- Dicen fiesta y ya estoy buscando que ponerme - se apunta Branko.

- Yo también voy - le sigue Antonio.

- ¿Qué dices Camilo? - le pregunto, él duda por un momento, pero termina asintiendo - Solo falta David ¿Dónde está?

- En la mesa de la otra esquina - señala Antonio - ese también viene, ya después le avisaremos.

- Ok, invitaré a otras personas y ya sabemos bien quien no puede faltar - le dirijo una mirada cómplice a mi mejor amigo.

- No, esa persona no - se molesta - ni te atrevas a...

- Voy a llamar y preguntarle si está libre - me emocioné - chicos la fiesta no será para esta semana - busqué el número en el teléfono y marqué - lo más probable es que se realice la otra semana. - todos estuvieron de acuerdo - así que no hagan planes, están advertidos.

- Tan rápido le marcas - no disimuló su cara de fastidio.

- ¿Quién es? - pregunta Camilo.

- La persona más intolerable del mundo - responde Lucas.

- ¿Cómo está la única mujer que me hace dudar de mi sexualidad? - "Amor, muy bien, estabas perdido. Dime ahora, ¿Cómo está el único hombre que me hace dudar de mi sexualidad?" me encanta nuestra química - Tu chico a estado bien, por cierto...

- Dame eso - Lucas me quita el celular y lo coloca en alta voz - número equivocado, adiós - estaba a punto de colgar, pero lo detuve.

- Ni lo pienses - entre cierro mis ojos.

- "¿Por qué siempre tienes a este tóxico a tu lado? Cuantas veces te he dicho que termines con él"

- Mejor quédate allá - le dice al teléfono - no la invites a la fiesta Daemon Grandal.

- La voy a invitar - le quité el teléfono y desconecte el alta voz - no le hagas caso hermosa - "¿Cuándo será la fiesta?" - será el fin de semana de arriba, puedes estar tranquila que yo te pagaré el pasaje y te quedaras en mi casa - "que caballeroso es mi chico" - por supuesto, lo mejor para ti - "hablaré con mi agencia de modelaje y les informaré. Estaré libre para ti cuando me digas" - perfecto, prepararé todo y te mantendré informada, ya te extraño cariño - "yo también te extraño, bye". Colgué.

- ¿Ya terminaste? ¿Está lista la fecha de bodas? ¿me permitirá ser el padrino o como mínimo asistir? - reclama Lucas exageradamente.

- Y dices que yo soy el dramático, sabes que nunca te cambiaria - le bese la mejilla - ¿estás mejor? - me señala su otra mejilla para que lo bese, lo hago. - ¿ahora?

- Mejor - sonríe y me rodea con su brazo - eres mío - dice en un susurro que solo yo pude oír.

- Siempre - le devuelvo la sonrisa.

- Y la pareja se reconcilio y vivieron felices para siempre, fin - suelta Branko arto del show y nos reímos.

- Ya nos dimos cuenta que ustedes son los reyes del drama - comenta Antonio.

- No, su padre tiene la corona - los hermanos abren los ojos - Daemon todavía no lo supera.

- Es verdad - concuerdo.

Los días pasaron y me esforcé en no pensar en Camilo de manera romántica, pero es como ver a un gatito en la calle y no querer llevártelo a casa, es imposible.

***

Llegamos al día Domingo y nos preparábamos para nuestra salida.

- ¿Dónde está mi camisa? - grita Lucas desde el baño.

- ¿Cuál de todas? Luc - respondo desde mi cama colocándome los zapatos.

- La blanca manga larga - se asoma semidesnudo mostrando su abdomen definido - es la...que tienes puesta justo ahora, quítatela - camina hacia mí.

- Sabes que por ti me la quitaría y no solo la camisa, pero me gusta mucho, por favor préstamela - supliqué con mi cara de perrito - te presto la mía de color negro, resalta tus ojos - alago giñando un ojo.

- Está bien - derrotado.

Bajamos las escaleras y nos encontramos a mi madre.

- ¿Van a salir?

- Sí, te íbamos a avisar.

- Bueno, ya saben que hacer.

Cada vez que salimos le enviamos nuestras ubicaciones en tiempo real.

- Quiero un mensaje cuando lleguen, antes de acostarse y a primera hora de la mañana ¿Tienen mi número en marcador rápido? - asentimos - conduzcan con cuidado - siempre dice lo mismo, pero sé que es necesario porque nos quiere - y protéjanse.

- Mamá, ya sabemos - sigue siendo vergonzoso.

- Nos cuidaremos mutuamente, como siempre - la calma Luc y nos despedimos con un fuerte abrazo y dándole un beso al mismo tiempo cada uno en una mejilla.

Nos montamos en el carro que Erika nos prestó, con Lucas al volante y arrancamos.

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Las madres son las cómplices en sus salidas y los protegen, cómo las amo.

Blooper: Pensando en el rey de roma que entra por la puerta y se asoma mostrando su linda y ardiente cola - creo que Daemon tiene un problema, no, tal vez yo tenga un problema ¿Quién sabe? no voy a pensar sobre eso a estas alturas.

- ¿Qué pasará ahora? ¿Quién es la de la llamada? ¡Cuenta escritora! ¡cuenta!

- ### Shuuu soy ciega, no escucho.

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