Capítulo 5. Advertencia. Daemon y Camilo

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- Ahora cuéntenos su versión joven Daemon - dijo Rivas.

- Por su puesto - me dirigí al frente para que las madres que estaban sentadas pudieran verme - Mi mejor amigo, Lucas, le pregunta a Manuel y cito "¿Qué paso? ¿No puedes hacer ni un gol?" Y este le responde con un "cállate marica" luego Lucas lo reta a repetirlo. Lo conozco y sé que esas cosas lo provocan, al igual que a mí, a nadie le gusta que lo insulten y menos por su orientación sexual, por eso intenté llevármelo, íbamos a terminar ahí, sin embargo, alguien no quiso y le pateo el balón en la cara, yo estaba justo a su lado e impedí que le diera los primeros golpes, pero cuando vi cómo le escupió en la cara, lo tomo por el cuello y le susurro en el oído, vuelvo a citar "te agarraré y te meteré un palo por el culo, a ver si eso te excita" - estaba rojo y tenía la respiración agitada - eso fue todo lo que se necesitó para hacerme perder el control, nadie amenaza así a Lucas - mi mano temblaba, la apreté formando un puño, me dolía - ¿Qué dicen de esa amenaza? Creen que dejaría pasar algo como eso - quería volver a golpearlo - Tengo un límite y jamás dejaré que le pase algo - Siento tanta ira dentro de mí, voy a golpearlo. Me volteé hacia Manuel, tan solo di un paso cuando unos brazos rodearon mi cintura y escuche una voz que decía 'Detente' y como si le dieran una orden a un perro, lo hice. 'Respira', 'Inhala y exhala', seguí las instrucciones. 'Siéntate', me senté en el espacio que había dejado mi madre al levantarse.

Ya más calmado sentí unas manos sobre mis hombros, una era de Lucas y la otra de mi padre, mi madre se arrodilló frente a mí y seco una de mis lágrimas con su mano, no sabía que estaba llorando, pero la abracé y le agradecí.

- No soy yo a quien tienes que agradecer - dijo con un susurro en mi oído.

La miré y ella volteó hacia Camilo, fue cuando caí en cuenta que la voz provenía de él. Mi madre se para y se dirige al director.

- ¿Qué piensa hacer con respecto a esta situación? - dice enojada.

- Nos faltan dos declaraciones, sea paciente - contesta Rivas - Joven Lucas ¿tiene algo que decir?

- Fue exactamente como lo dijo Daemon, eso incluye la amenaza - me acaricio la cabeza - No tengo nada más para agregar.

- Por último, Manuel - el director se nota agotado - Todo lo que han dicho sus compañeros hasta ahora ¿es cierto?

- Mi hijo no va a hablar, él no tiene que...- habla el hombre con barba.

- Esta pregunta no fue dirigida a usted - dice con un tono grave - Conteste Manuel - repite la pregunta - ¿es o no cierto?

- Sí, es cierto, pero todo tiene una explicación e-ellos son los culpables de todos - nos señala - ¡los odio y lo van a pagar! - grita.

- ¿Algo más que agregar Manuel? - niega. El director toma unos documentos que tiene en la mesa que nos divide, los abre y los observa - En mis manos tengo el expediente escolar de cada uno, donde se han ido anotando sucesos conflictivos, si participaron de forma agresiva o simplemente vieron y no hicieron nada en un caso que se considere grave, contará como falta. Les recuerdo que a la tercera falta serán expulsados permanentemente de esta institución - prosiguió - Antonio, Branko y David pueden retirarse, dada a su historia, ustedes ayudaron.

- Gracias - contestó la madre de los hermanos - vamos, que se salvaron de esta, cuando lleguemos a la casa hablaremos seriamente.

- Pero no hicimos nada - reclama Branko - no escuchaste.

- Shuuuu - lo manda a callar su hermano.

- También nos vamos - aviso la madre de David y salieron.

- Camilo, tú represéntate no llega, pero de igual forma puedes retirarte - dice el director.

- ¿Yo puedo quedarme un poco más? - pregunta Cami.

- Está bien - asiente Rivas - Lucas y Daemon, comprendo por qué lo hicieron...

- No lo hace - soltó Lucas.

- Si, lo hago, no quería involucrarlo en esto, pero mi hijo también es gay y hago todo lo posible para ayudarlo, aunque ya tenga 27 años - esta revelación me deja impactado.

- ¡Que! Como pude meter a mi hijo aquí, este planeta se está infectando, deberían parar esta enfermedad, de vez de estarla apoyando - da un paso atrás el hombre con barba arrastrando a su hijo con él.

- Primero que todo, la homosexualidad no es una infección y tampoco una enfermedad - comenta mi padre con tono autoritario - para resumirlo y ponértelo en palabras que tu estrecha y cerradamente logre comprender, lo cual a esta altura no creo que sea posible, pero igual lo diré - carraspea - Ellos solo están amando a una persona.

- Así es - concuerda Oliver, el padre de Lucas - no hay nada extraño con eso - el hombre con barba únicamente los mira horrorizado por semejante explicación.

- Ellos tienen razón, volviendo al tema de las faltas - volvió a centrar el director la conversación - Lucas y Daemon, tendrán su primera falta por agresión física, comprendo que fue por defensa, pero ustedes participaron, pudiendo manejar él asustó de una mejor manera sin dejarse llevar por la ira.

- Entendido - contestamos al unísono.

- Joven Manuel, veamos su expediente - el director Rivas abre una carpeta - Usted ha estado involucrado en varios conflictos. El año pasado tuvo uno grave con otros jóvenes y uno de ellos termino en el hospital con una fractura, nunca se supo quién fue él causaste de ese daño, pero todos los involucrados terminaron con una falta, ¿recuerda? - asiente - Hace seis meses tuvo un conflicto con la joven Estela, donde la agredió verbalmente por la misma razón que estamos tratando actualmente, ella se fue de esta institución, pero no sin antes comentarme al respecto, ese asunto no lo puse como grave, pero hace poco me entere que el chico que terminó en el hospital hace un año, también era gay. Esto me hace colocar la situación con Estela como grave y agregando este conflicto suman 3 faltas. Tomaré las medidas necesarias para manejar este asunto debidamente, le pido que los dos se queden para terminar de hablar en privado.

- Esto es una locura - dice el señor con barba.

- La familia Grandal y Macek junto al joven Welch pueden retirarse.

- Muchas gracias, director - agradecieron nuestras madres.

Salimos de la oficina y recorrimos en silencio los pasillos hacia la salida. Todos estábamos asimilando lo sucedido.

- Si será ese cabrón ¿Cómo puede criar a su hijo de esa manera? - dijo con rabia Erika, mamá de Lucas - estaba a punto de darle un buen golpe y...

- Calma cariño, no es un buen ejemplo para los chicos - dice Oliver.

- Si tú te parabas yo te acompañaba - la apoya mi madre, Eva.

- Amor, Oliver tiene razón, chicos no sigan el ejemplo de sus madres - nos aconseja mi padre.

- Tranquilas madres, le dimos unos buenos golpes a ese tipo - comenta Lucas - Auch - le di un golpe en la cabeza - Ok, los golpes no son la solución y haré como si no me diste uno.

- Compórtate ¿podemos ir a la casa y preparar algo de comer? Todo ese conflicto me dio hambre - Pasamos horas en esa oficina.

- Está bien, de todos modos, hoy cancelamos todas nuestras reuniones - dice mi madre - ¿Qué le provoca comer?

- Hamburguesas a la Evlu - respondo.

- Esas son exquisitas - comenta Erika.

- No quiero cocinar, que sean hamburguesas a la Ever - reclama mi mejor amigo.

- Muy bien, el par de hombres serán nuestros ayudantes - estos asienten, nunca le llevarían la contraria sus mujeres.

Salimos de la escuela y nos dirigimos donde estaban estacionados los dos carros.

- Adiós - se despide Camilo.

- No, espera - lo tomé por el brazo - todavía no te he agradecido.

- ¿Por qué? - pregunta.

- Por detenerme, así que gracias.

- No fue nada, tengo que irme.

- ¿Estás muy apresurado? - se queda pensando, pero al final niega con una sonrisa triste.

- Que te parece si vienes con nosotros a comer hamburguesas, ¿te gusta? Yo invito, es mi casa.

- ¿Seguro? Ya no hay muchas personas - duda Cami.

- Ay por favor, mientras más mejor.

- Pero si voy, van a gastar más dinero y no quiero ser una carga.

- ¿Eso es lo que te preocupa? Tu tranquilo, estamos bien de dinero - lo tomé por los hombros y lo metí en la camioneta negra - mueve tu trasero Lucas.

- ¿Camilo va a venir? - lo ignoré.

- Mamá, papá Camilo puede venir con nosotros a comer ¿verdad? - puse mi mejor sonrisa.

- Claro cariño - contesta mamá que va del lado del copiloto devolviéndome la sonrisa.

- Y él ¿Quién es? Exactamente - pregunta haciendo énfasis en la última palabra.

- Es un gati... - me mira rápidamente Cami con sus ojos entrecerrados - digo un compañero del salón y un amigo - mi padre intercambia miradas entre nosotros a través del retrovisor, empieza a conducir.

- Un gusto, mi nombre es Camilo Welch - se presenta formalmente.

- Hola cariño, puedes estar totalmente en confianza con nosotros, mi nombre es Eva Gosses, pero solo llámame Eva y él es mi esposo y padre de Daemon, Esteban Grandal.

- A mí me llamas Señor Grandal - dijo mi padre junto con la voz de Lucas, quien lo remedo - ¿quieres quedarte sin comer? Jovencito.

- Vamos viej... Señor Grandal, tengo años llamándolo así, no puede darme la confianza para decirle, por lo menos, señor Esteban - Rogó mi mejor amigo.

- No - respondió secamente.

- ¿Por qué no? Soy su 'Mejor amigo' no su 'Novio' ¿entiende la diferencia?

- Agradece que te dejo dirigirte a mí, si fueras su novio no tendrías ni la más mínima oportunidad, tendrías que pasar por todos los infiernos para poder ser merecedor del corazón de mi hijo, no permitiré que cualquiera lo tenga.

- Amor no exageres, él es como nuestro otro niño, concédele eso ¿sí? - le habla con ternura mi madre, este gruñe.

- Está bien, solo porque mi esposa lo dice - es derrotado mi padre.

- Gracias Señor Esteban. - celebra Lucas - Le deseo suerte a tu futuro novio, amigo - se recuesta mirando por la ventana - pobre del tipo.

- Cállate y no vayas a espantarlos, no está tan mal.

- Si, solamente tienes que ganarle al Rey final, como en los videojuegos - comenta Cami.

- Eso me agrada, me caes bien chico - le sonríe mi padre.

- A él si lo alagas, pero a mí no - se queja Lucas - que injusticia - susurra y se cruza de brazos. Todos nos reímos.

Camilo

Estando en el carro pude notar como cruzamos un portón negro que daba paso a una urbanización, las calles eran amplias, cada casa era única en su diseño y estaban muy separadas una de las otras por árboles, entre ellos pude observar algunos pinos con pájaros de diversos colores.

Pasamos como 4 o 5 casas hasta detenernos en una de dos pisos color blanca con abarcados de madera, transmitía un aire de modernidad. La casa no tenía portón privado, simplemente el Señor Grandal condujo por un camino del lado derecho del jardín y estaciono frente al garaje.

Entramos por una gran puerta de madera, lo primero que noté es la amplitud de la casa que mostraba un concepto abierto, los padres dejaron las llaves y otras pertenencias en una mesa a su derecha, encima había un espejo horizontal con las esquinas delineando un espiral, mire un poco más arriba y me di cuenta que la pared no seguía, unos pasos más adelante, capte que ahí se encontraban las escaleras.

- Bienvenido a nuestro caluroso hogar - Dijo Daemon, sí que se sentía la frase 'caluroso hogar' - justo delante tienes la sala - tres muebles color crema casi rodeaban una mesa si no fuera por una chimenea y una pantalla plana arriba de esta - si diriges tu mirada al fondo en la esquina observaras la mesa favorita de mi madre, a ella le encanta tomar un chocolate caliente mientras mira el jardín - pude apreciar una mesa redonda marrón claro con varias sillas - a tu izquierda encontraras la cocina - solo pude verla cuando Eva abre un par de ventanillas blancas y la deja ver. Cruzamos la cocina y llegamos al otro lado. - Aquí se encuentra el comedor - es una mesa rectangular de madera con muchos asientos y en ningún momento dejé de ver el jardín - y el lado de... vamos a llamarlo 'el área de recreación' - extendió sus manos y al girar a mi izquierda había un par de muebles del mismo color que los anteriores, un gran espacio y una pantalla más grande que la otra - tenemos fines de semana de películas, karaoke, entre otras cosas. Por allá queda el baño - apunta con su dedo a una puerta al lado de la TV.

- Pasa al jardín, lo ha estado viendo desde que llegamos - comenta Erika, que mujer tan observadora.

- Mi turno de dar el tour - dice Lucas. Salimos por la puerta corrediza y lo primero que pisé fue un piso de parquet - a tu derecha podrás observar la fogata, aquí nos sentamos en los muebles y asamos malvaviscos - ese pedazo estaba techado por el piso de arriba que resalta - y uno de mis lugares favoritos, la piscina - se parece a un óvalo deforme, siendo el centro más pequeño y pasando sobre este un puente, del lado derecho se observaba un muro bajo el agua donde podías sentarte y disfrutar de la cascada que caía de una pared de piedra.

- Tu casa es hermosa - alagué con sinceridad.

- Gracias - respondió Daemon - pasemos y tratemos esa herida.

Me hizo esperar en la sala con Lucas, mientras él se dirigía al segundo piso a buscar un botiquín. El ambiente estaba incómodo, él me veía con una mirada de desaprobación, que yo sepa no hice nada, espero.

- ¿Por qué estás aquí? - rompe el hielo.

- Porque tu amigo me invito - era obvio.

- Él no invita a cualquiera ¿Qué quieres de él? - empieza a interrogarme.

- Yo solo quiero ser su amigo, eso es todo - dije la verdad, no creo querer más de Daemon.

- Si llegas a...

- Cami, aquí lo traje - mira a Lucas con las cejas fruncidas - ¿de que hablan?

- Nada, olvídalo, voy a ver en que puedo ayudar - se marchó hacia la cocina, dejándonos solos.

- ¿y ahora que mosca le pico? - alcé los dos hombros - comencemos con el procedimiento - abre la caja, saca un algodón y le echa un espray - esto es Gerdex, desinfecta las heridas, tranquilo, no te dolerá.

Comienza a dar toquecitos en mi labio inferior con el algodón, su cara está tan cerca que podría tomarme el tiempo para contar todas las pecas que veo. Miro abajo y me encuentro con sus labios entre abierto, son carnosos y rosados ¿Cuántas personas los han probado? Que molesto... no otra vez, me volví a confundir, mejor no pensemos en eso. Veamos otra cosa ¿Qué podría ser? Sus ojos y sus pestañas, alce la vista y me encontré con su mirada, sentí mi corazón latir tan rápido que pensé tener taquicardia y en cualquier momento pararía de golpe.

- ¿Estás bien? - desvié mi mirada.

- S-sí, solo dolió un poco - mentí.

- Oh, disculpa.

- No te preocupes, tan poco fue para tanto.

- Listo - sonríe - la operación fue un éxito.

- Exagerado - sonrío levemente - auch.

- Con cuidado - susurra seductoramente pasando su pulgar cerca de mi herida. Nos quedamos mirando fijamente ¿Qué estará pensando?

- Daemon - llama Lucas interrumpiendo y haciendo que ambos dirijamos nuestra atención a él.

- ¿sí? - responde el pecoso.

- Ayuda a poner la mesa - ordena - en unos minutos estará lista la comida.

- Ya vamos ¿me acompañas? - asiento.

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¡Camilo! Ya todos sabemos lo que te pasa y no es una enfermedad cardiaca, mamá sabe.

Blooper: Con cuidado - susurra seductoramente pasando su pulgar cerca de mi herida. Nos quedamos mirando fijamente... No sé en qué momento empezamos a besarnos, suelto un gemido y pido más, él obedece pasando su mano por... ahhhhhhh ya quiero escribir hard, esta escritora no aguanta. Respiremos y calmémonos que así todavía no va.

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