Malos entendidos

Kelly

- Es algo tarde, y mañana tengo un día largo, será mejor que me despida aquí -

Habíamos llegado con Mijaíl a la puerta de mi edificio, después de discutir solo volvimos en silencio, tomó mi mano y jamás me soltó, incluso ahora mismo que me estaba despidiendo

- Krasiva...sabes no me cansaré de buscarte, no me importa arriesgarme, si al final logró enamorarte, soy un hombre muy optimista y además creo en los milagros, sino no estaría aquí, solo te pido que trates de confiar en mí, un poco, prometo no desilusionarte-

Me miró inclinando su cabeza y algo que parecía una mueca en sus labios, Blanca decía que era una media sonrisa que le bajaba las bragas a cualquiera, y en realidad si...

- No entiendes... no se trata de tí, se nota que eres buen hombre, no voy a mentir me encanta estar contigo... el problema soy yo, no tengo nada que ofrecer, ya lo entregue todo y no quedo nada bueno en mí, soy desconfiada, quisquillosa, complicada, no soy cariñosa y ya no se compartir ni tengo que compartir.... Cosaco voy a hacerte mal y no quiero, no me gustaría hacerlo, además puedes tener la mujer que quieras, porque yo? créeme lo hago por tí, es mejor así -

no sé si estaba enamorada, pero quizás a punto, y más allá de mis miedos, no me gustaba lastimar a nadie, y aunque trataba a veces no podía dominar mis reacciones.

-Deja de decir que eres un problema... no lo eres, y si lo fueras, te dije que me encantan los problemas, tienes millones de cosas buenas, tú eres la única que no las ve y la única mujer que quiero eres tú... porque eres increíble y única -

Mi miraba ya sonriendo y no pude evitar sonreír, el hombre sabía que decir en el momento justo, todo un charlatán.

- Eres un conquistador de primera verdad? se nota que tienes demasiada experiencia en la materia....-

No podía no hablarle sonriendo porque el no dejaba de sonreír, en una fracción de segundo me tomo de la cintura y me pegó a él

- Ninguna experiencia... eres la primera que trató de conquistar y debo admitir que lo estás poniendo difícil -

Soltó mi cintura para tomar mi rostro entre sus manos y besarme, con paciencia, delicado y dulce, era inevitable, está pedida por este hombre, cada vez me era más difícil huir de el

- Buenas noches Cosaco... gracias por la cena -

Use toda mi fuerza de voluntad para separarme de él, realmente no quería que se fuera, pero era cierto que debía descansar y era cierto también que debía detenerlo allí, de lo contrario haría lo que quisiera conmigo

- Está bien ... pero te veré mañana y todos los días, hasta me aceptes por completo -

Volvió a tomar mi rostro entre sus manos para hablarme pegado a mis labios

- Estás loco, lo sabes no ? -

Le hablaba con mis ojos cerrados como disfrutando de su cercanía

- Por ti Krasiva, así que haré lo necesario para que te des cuenta-

Sin dudarlo me beso de nuevo, pero ya un poco más intenso, incluso sin darme cuenta respondí de la misma manera, dejo una mano en mi cuello y sentía como bajaba la otra por mi espalda...estaba completamente entregada a él y él lo sabía, se despegó un segundo para que ambos tomaramos aire y volvió a besarme, me podía no pensar, solo disfrutar del momento, hasta que su teléfono comenzó a sonar y me devolvió a la realidad, me separé rápido como si hubiese hecho algo malo, el se rió, pero cuando sacó su teléfono del bolsillo, arrugó su ceño de inmediato y tomó aire

- Descansa Krasiva... nos vemos mañana -

Me volvió a besar sin darme tiempo a decir nada, estaba por decirle que sería imposible porque iba a hacer mi guardia para tener el libre el fin de semana para poder estar con Sara, pero se separó de mí con una sonrisa y su teléfono volvió a sonar, atendió de lo más serio, incluso parecía otra persona, hablaba en ruso, era frío y hasta daba un poco de miedo -

Entra... es tarde, hasta mañana -

Me dijo apartando un poco su teléfono y haciendo una seña, entendí que no se iría hasta verme entrar, solo le dí media sonrisa y me fuí.

Al día siguiente entre a trabajar como siempre a las ocho de la mañana, al principio fue una mañana tranquila, luego como siempre a las corridas, de aquí para allá, si no me hubiese dado hambre no me daba cuenta de la hora, pasaba el mediodía y al fin había un respiro, mire mi teléfono y tenía mensajes de Blanca, Sara y mi madre, pero de Mijaíl ni señales, me dió una sensación fea, pero de inmediato la descarté, no podía esperar que estuviese pendiente de mí las 24 hs.

- Jeff y Edith acaban de llegar, que te parece si te invito a almorzar, ya les avisé que nos cubran una hora -

Michael llegó a mi lado y me pasó su brazo por los hombros como de costumbre con una sonrisa.

- Mm solo si vamos por una buena pasta italiana-

Le guiñe un ojo y fuí rápido por mi bolso, necesitaba comida y urgente. A casi ocho calles del hospital había un restaurante Italiano muy lindo, algo sofisticado, pero solíamos ir a veces, ya estaban acostumbrados a vernos ir con nuestros ambos médicos, incluso la esposa del dueño era mi paciente, así que nos atendían de lo mejor

- Ay por Dios Kelly... ese hombre está como quiere, no hace falta que te enamores y te cases, al menos disfrútalo -

Me decía Michael riendo en tanto entrabamos al restaurante y buscabamos la mesa de siempre, en el camino le había hecho un breve resumen sobre Mijaíl.

- No necesito que me prometa la luna, me basta con que se siente a mi lado a verla... pero no lo sé... me da miedo, cuánto tiempo podrá tener interés en mí, claramente el es un rotundo diez, y yo con muchísimo esfuerzo capaz llegué y rozando a ser un triste seis -

Le dije encogiendo mis hombros lo que lo hizo reír a carcajadas, siempre bromeábamos con la escala de valores, incluso cuando llegaba un paciente nuevo el de decía cuánto calificaba antes de ir a verlo.

- Querida tu eres un rotundo once!!! bueno cuando abres la boca bajas a ocho, porque es para mandar al infierno a alguien, lo que creo que Marck te manipuló tanto, que te aisló de todo y te quitó la perspectiva, era un tóxico Kell, te hizo creer que nadie más que el podría mirarte, y soy testigo, yo lo veía y te lo decía, olvídate de ese Imbécil, todo lo que dijo e hizo -

Michael tenía un poco de razón, pero no era tan fácil, así que dejamos el tema allí, ordenamos nuestra comida y comenzamos a hablar de otra cosa, me divertía muchísimo con él, podíamos pasar horas riendo de estupideces. A mitad del almuerzo nuestros viper sonaron, solo decía accidente múltiple, pero si me llamaban a mi también era porque había una embarazada. Nos pusimos de pie de inmediato, haciendo señas para que nos cobren

- Vayan tranquilos, estoy acostumbrado a verlos salir corriendo, luego les envío la cuenta -

Richard era el dueño y siempre estaba ahí dando vueltas, apenas nos vio lo supo, así que prácticamente nos corrió

- Yo puedo correr ocho calles en tiempo récord, puedes seguirme o te cargo ? -

Le dije a Michael apenas salíamos, porque era un flojo, lo miraba rodar sus ojos y no preste atención hacia adelante

- Acaso no ves por dónde vas ? eres ciega ? -

Choque con una mujer, a la cual ni había visto por el apuro

- Oh Disculpa iba apresurada y... -

No pude decir más nada, era la misma mujer que fue al hospital a ver a Mijaíl, su supuesta prometida, pero lo que me dejó helada era que venía al lado de la madre del Cosaco, y unos pasos más atrás venía él con el hombre que fuimos a ver, fueron cinco segundos pero me quedé como una estatua, incluso Mijaíl me vio en ese momento y se lo vio confundido

- Doctora!! que alegría verla por aquí! -

La madre de Mijaíl me saco del trance, saludando con una sonrisa de oreja a oreja, me quedé mirandola también, no sabía que pensar, Mijaíl se acercó rápido a mi lado porque debió hablar notado mi asombro

- Krasiva... déjame que -

Empezó a decir porque yo lo miraba con mis ojos abiertos de par en par

- Lo siento debemos irnos urgente!! -

Michael tomó me mi mano y me sacó de un tiron de allí para irnos corriendo, debo haber parecido una idiota y muda... pero es que no sabía que pensar

- Kell... enfócate en lo que vamos a hacer, estoy seguro que eso es un malentendido, no te apresures como siempre -

Me decía Michael mientras corríamos lo más rápido que podíamos

- Seguramente la explicación será asombrosa -

Fue lo único que dije y luego corrí como si así fuese a olvidar lo que acababa de ver. Al llegar la situación de emergencia era catastrófica, un matrimonio, joven cerca de unos 35 años, dos niños uno de tres y otro de cinco, la mujer embarazada de seis meses, accidente automovilístico, un conductor ebrio de aproximadamente unos 25 años, que también estaba allí, los había embestido, al parecer la mujer iba adelante al lado del conductor, ella y su marido estaban muy graves. Edith llamo a neonatología, necesitábamos hacer una cesárea para poder salvar a la madre y al bebé, ambas nos ocupamos de ella Jeff estaba con su esposo, y Michael y el jefe de pediatría con los niños, y un cirujano y clínico con el joven ebrio, que era el que mejor estaba, todo era un caos, actuabamos contra reloj, porque no había tiempo, ellos no tenían tiempo...Yo hacía la cesárea, Edith estabilizaba a la mamá, el bebé nació bien por así decirlo, necesitaba muchísimos cuidados y tener la fuerza para sobrevivir, pero su mamá al llegar con un golpe grande en su vientre, tenía el cuello uterino desgarrado, lo que hizo que el líquido amniótico entre en circulación del torrente sanguíneo de la madre, el terror de todo obstetra, porque no había como predecirlo, ni pararlo, lo que le produjo un colapso cardiovascular y de inmediato un paro cardíaco.

- Hora de deceso 4:40 PM -

Indicó Edith a Maddie que nos asistía, pero yo seguía haciendo maniobras de reanimación

- Kelly... déjala, no puedes hacer nada, hicimos hasta lo imposible -

Me decía Edith que me miraba con pena, pero yo me negaba a detenerme, mis brazos dolían pero no importaba, no podía ser... no en mis manos, había escuchado a los demás decir que no pudieron salvar a su esposo, así que no estaba dispuesta a rendirme

- Kell ... amiga, déjala, falleció hace cinco minutos, linda no puedes hacer más nada-

Maddie me apartó despacio y solo veía a la mujer allí y mis guantes y mi bata cubierta en sangre, me sentía devastada

- Kelly hiciste todo perfecto y rápido, le salvaste la vida a ese niño... lo demás estaba fuera de nuestro alcance -

Edith y Maddie me llevaron fuera del quirófano para cambiarme y como siempre Jeff era el que iba a hablar con la familia para darles al noticia.

- El inconsciente que provocó el accidente sobrevivió, y esos niños se quedaron sin sus padres -

Susurré por lo bajo por quinta vez, mientras terminaba de atar mi cabello en una coleta para salir del vestuario. Salí en modo automático, veía a la gente ir y venir , los escuchaba hablar pero era como si yo fuese un zombie

- Kell... estuviste grandiosa, salvaste a ese bebé, sabes que estás cosas pasan... porque no te vas a casa? yo cubrire tu guardia-

Estaba al medio del pasillo que llevaba a recepción, Jeff se paró delante de mi y me hablaba tranquilo y despacio, jamás le decía a nadie que había hecho un buen trabajo, debería ser un halago para mí, pero se lo notaba afectado también.

- Los deje sin su mamá, Jeff... la tenía en mis manos y no pude salvarla... le falle a esos niños -

Ya mis lágrimas comenzaban a asomar, sentía tanta impotencia, dolor era la palabra, eran desconocidos si... pero eso no evitaba que doliera igual, Jeff me abrazó y sin poder evitarlo, y sin pensarlo comencé a llorar liberando toda mi frustración. Jeff me contuvo casi por cinco minutos, jamás dijo nada solo palmeaba suavemente mi espalda esperando que me calmara

- Ve a lavarte el rostro, ya que no quieres irte pediré unos brownies de chocolate que son increíbles-

Me dijo con una sonrisa ayudándome a limpiar mis lágrimas, sin dudas se había portado increíble, solo me contuvo con paciencia, como hacíamos todos en estos momentos, acompañarnos ... Cuando Jeff se fue mire el pasillo, y unos metros más adelante me pareció ver la espalda de Mijaíl yendo a la salida, dude un segundo, pero caminaba muy rápido, así que me apure a seguirlo, pero cuando llegue a recepción entre la gente que entraba y salía lo perdí de vista

- Erica, por casualidad viste al hombre que estuvo la semana pasada aquí ? el sexy paciencia de Jeff ... -

Le pregunté así porque ellas lo llamaban de esa manera

- Oh sí... si!!! salió hace apenas unos minutos, dejo esto para tí, solo me dijo que te lo entregue, ni se detuvo -

Apenas abrí el envoltorio me encontré con una caja de Brownies de chocolate con nueces de la mejor pastelería de la cuidad ... el Cosaco había venido a hablar conmigo, y seguramente me vio con Jeff, salí corriendo a ver si lo alcanzaba, pero no sé lo veía por ningún lado, saque de mi bolsillo el teléfono y lo llame, pero me daba apagado... me quedé al medio de la acera frustrada mirando la nada, hasta que sentí que cubrían mis ojos desde atrás, sonreí contenta... Mijaíl....

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