Capitulo 2

Pasé al menos tres días inconsciente después del accidente, la tensión en la mansión podría cortarse con un cuchillo. Mi cuerpo y mi cabeza dolían, pero era soportable, había regresado a mi yo de 9 años y este dolor no se comparaba con el hecho de haber arrastrado a la ruina a mi pequeña hermana Esmeralda. Aunque en el otro mundo jamás sentí apego por ninguno de mis hermanos, en esté se podría decir que mi único consuelo siempre fue tener a Esmeralda a mi  lado. Incluso aunque pudo haberse casado con un marqués de un país vecino, se quedó a mi lado y aceptó el cruel final tomando mi mano. Aún puedo recordar la insana sonrisa del príncipe al hacerme ver la muerte de mi madre y mi hermana, antes de acabar con mi vida. Me preguntó cómo hubiese sido sentir ese afecto fraternal por mis hermanos del otro mundo.

Pero antes de que siquiera pudiese lamentarse un poco podría escuchar por los murmullos de las sirvientas, sobre cómo  la condesa estaba vuelta una fiera, y que tenía a Camelia encerrada en su habitación sin  comida y con agua apenas para sobrevivir.

Por otro lado el señor Oleck, aún no regresaba de su último viaje, no había quien pudiese sofocar la irá de aquella mujer.

— Escuche que las criadas que estaban ese día fueron ejecutadas  decía en voz baja una de las sirvientas

— Yo escuché que la misma condesa las azotó hasta la muerte-

Aunque eran especulaciones de las sirvientas, no es como que no creyera que la imponente condesa Elizabeth Dankworth, fuera capaz de todo eso y más.

Así que debía darme prisa y encontrar la forma de calmar su irá.

En un intento sobrehumano por levantarme y ponerme de pie, fracase cayendo al suelo abruptamente.

— Señorita ?! - rápidamente se aproximaron a mí y me ayudaron a levantarme.

— La condesa, quiero decir, mi madre ¿Dónde está?

— La señora se encuentra en el estudio, mi señorita

— ¿Podrías llevarme con ella? Por favor

Ambas se quedaron boquiabiertas parecía que era la primera vez, que me escuchaban pedir algo de manera amable, no era de extrañar, en este mundo siempre fui grosera y malcriada, y después del accidente me volví alguien sadico, con ansias de humillar a los demás debido a mi complejo de ser una lisiada.

— ¿Pero que están esperando?- reproche para no verme tan extraña

La condesa tenía un aura oscura a su alrededor, como si fuera ella la que quedaría coja de por vida, no es como si realmente le importase, o que sintiera una pizca de amor maternal, lo que le dolía era el valor monetario, que podría haber conseguido de casarme con una familia de mejor estatus que la nuestra, pero ahora ese futuro se había arruinado. Realmente no la culpo en la vida real lo más importante es el estatus y el poder, y ahora era el hazme reír de todo el Reino, chismeaban de como la hija de una esclava había traído una maldición a la casa de la condesa Dankworth. Y que la hija mayor de la familia ahora no era más que una pobre coja sin futuro.

— Madre te suplico qué liberes a Camelia de su castigo-

Sus ojos se incendiaron como llamas, el despreció que me dirigió con la mirada, era algo que  ni siquiera mi padre en el otro mundo me había dado, igualmente no sentía ningún apego por ella, pero la otra parte de mi se sintió miserable.

— ¡¿Acaso eres estúpida?! ¿Podría ser que ese golpe arruinó tu cerebro?!

— Por favor cálmate madre

— ¿Como quieres que me calmé?! mi hija es una lisiada, mírate siquiera puedes estar de pie sin ayuda- lanzo todos los documentos en su escritorio sobre mí.

— Tu futuro está arruinado, y todo por la hija de una esclava

Me gradué como una de las mejores de la universidad de Seúl, triplique los ingresos de la multinacional de mi familia, y estuve a casi nada de ser la heredera universal de todo el grupo S y creé que mi vida en este mundo tecnológicamente más atrasado está arruinada, solo por qué no podrá venderme como esposa, la irá hizo temblar mi cuerpo, quería gritarle unas cuantas cosas, pero estoy segura que no me entenderá.

Conocía el futuro y el como manejé las cosas a partir de este punto nos salvaré antes de que ella nos llevé a la perdición.

— Madre voy a demostrarle lo mucho que puedo llegar a valer aún con este pequeño percance -

En mis ojos se podía ver el mismo fuego que el de la condesa pero incluso más brillante.

La condesa Elizabeth, que jamás había visto tanta determinación en su hija, le entrego la llave de la habitación de Camelia.

— Espero buenos resultados entonces-

Ambas eran mujeres orgullosas, pero está vez la condesa había cedido un poco, pues no esperaba ver a una niña tan fuerte, cualquier otra probablemente se habría encerrado en su habitación a llorar, sin hacer nada para cambiar su situación, como la Lilith del pasado.

En el pasillo frente al estudio de la condesa Esmeralda esperaba con ojos llenos de esperanza al ver a su hermana mayor caminando después del estado casi  letargo de días pasados.

La mirada de Lilith se suavizó al ver las lágrimas de su hermana y fue abrazarla.

Si lo meditas fue un trauma muy grande para una niña de 8 años, ver cómo tu hermana casi muere.

La pequeña de cabello rizado y castaño la abrazo fuertemente.

— Tu pierna... Lo siento

— No fue tu culpa

— Mamá dice que todo es culpa de esa niña Camelia

— Eso no es verdad, los accidentes pasan

— Pero...

— No vuelvas a decir eso y menos frente a nuestra hermana

— Lilith ¿Vas a comenzar a llamarla hermana?

— Si, y de ahora en adelante tu también deberías hacerlo, además debemos ser amables e intentar llevarnos bien" aunque sea solo algo superficial"- esto último lo omitió

Por supuesto no debemos tener de enemiga a la próxima emperatriz de está nación, lo que debo priorizar es ganarme su favor. Mientras busco la manera de fortalecer el poder de nuestra familia, encontraré la manera de ser intocables incluso para la familia imperial, y si tengo que usar a Camelia cómo una herramienta más en mis planes no dudaré en hacerlo. Pensaba para si misma, mientras seguía abrazando a su hermana

— Si tú lo dices entonces, también la llamaré hermana y prometo ser amable con ella.

— Muy bien así se habla- le dedico una amable sonrisa- ahora ¿Que te parece si vamos al cuarto de Camelia y hacemos las paces con ella??

— Claro que sí hermana - asintió tiernamente.

Inmediatamente las sirvientas prepararon comida, bebidas y bocadillos, según las órdenes de Lilith.

Al llegar al cuarto pudo ver a la adorable y angelical Camelia quien tenía sus hermosos ojos azules rojos de tanto llorar.

—Señorita Camelia, las señoritas Lilith y Esmeralda trajeron bocadillos para usted

Los ojos de Camelia se abrieron como platos, no podía creer que su hermanastra viniese a rescatar la de su encierro. Pero cuando vio la lamentable apariencia de Lilith, su corazón se encogió por remordimiento. Todo era culpa suya, y no tenía el valor para mirarla a los ojos, Lilith podía ver a través de ella lo que la hizo sonreír entre dientes, por esa apariencia lamentable perfecta es que ni siquiera se había tomado la molestia de arreglarse, quería que viera lo que había provocado y sufriera con ello. Esta vez no la piensa maltratar solo la haría sentir en deuda por el resto de su vida.

Lilith se apresuró y le envolvió en un abrazo de falsa ternura

— Nada de esto es tu culpa hermana

Los ojos de la pequeña rubia se inundaron en lágrimas, aunque no sabía si por el abrazo reconfortante o por el hecho de que por primera vez estaba siendo llamada hermana. Por fin después de tanto tiempo sentía que era parte de la familia.

— Lo siento, realmente lo siento Lilith

— Esta bien, mírame estoy bien

— Como puedo hacer que me perdones?-

Sus ojos se llenaron de maldad, era como si hubiese pescado al pez gordo.

— Solo debes prometer que siempre me que a partir de ahora serás mi aliada para siempre- Agregó una bondadosa sonrisa

— Yo siempre seguiré hermana- En ese momento, Camelia solo podía pensar que Lilith era como una santa, cuáles son las probabilidades de que hay le perdonará por provocarle algo tan terrible.

— Yo también siempre te seguiré Lilith- la joven castaña se unió al abrazó, al sentirse dejada de lado.

Camelia era demasiado buena incluso en el pasado cuando era maltratada no decía una sola palabra, tan solo con mirar la pierna de Lilith sentía tanta culpa y miseria que creía merecer toda la maldad y despreció que obtenía de su hermanastra. Y cuando Camelia se compadecía de Lilith, un interruptor se encendia, entonces, era un más cruel y brutal con los castigos, todo su odio e irá, eran descargados sobre Camelia. Pero está vez usaría, esos buenos sentimientos y culpa para manipular la a su antojó o eso era lo que creía.

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Comments

Dylan Montez

Dylan Montez

comprendo a la condesa y su odio hacia esa niña, imagina que tú hija se. cae del caballo pudo morir o quedar paralítica o paraplejia

2023-02-02

2

Luisa Maria Reyes Leuro

Luisa Maria Reyes Leuro

puerca mierdera nynca pierde el vicio
🤭🤭🤭🤭

2023-02-01

0

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