Capitulo 04

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—¡¿Como te atreves a interrumpir nuestra celebración?!— dijo el Rey del sur y padre de el omega luna—¡¿Esta omega no conoce que es el respeto o que?!

—¿Es ella la loca ambiciosa?— susurró cerca de el alfa Hanniel y este ríe asintiendo— si sigue así la matarán por no cumplir con las normas.

—No le deseo eso a nadie ni me malinterpretes, pero así podría quitarmela de encima— dijo el alfa.

—Tiene razón lo malinterpreté y ahora creo que eres una escoria, ya no me quiero casar contigo — dijo el omega con burla.

—lo lamento omega mimado, pero ahora quién va a ser tú esposo a si no quieras soy yo.

—Si, si como sea, vas a tener que darle un ultimátum si no quieres que mi padre la mate en estos instantes, créeme cua di te digo que si es capaz— dijo el omega y este asintió para luego levantarse y tomar con delicadeza la mano de el omega sin ninguna mala intención de por medio.

El alfa se acercó con el omega lentamente hasta donde estaba la mujer con el maquillaje un poco corrido por el reciente llanto, ella abrió sus ojos como platos al ver sus manos unidas y para colmo ya tenían los anillos que significaba que la luna había aceptado su compromiso —¡Ya hicieron el ritual!¡Esto tiene que terminar!¡Tú te tienes que casar conmigo!

—Ya hablamos de esto y estás haciendo el ridículo y sabés que por hacer pasar vergüenza a tu futuro rey podrías ser degollada en este instante y no no haría nada para detenerlo¿Cierto?— ella se quedó en silencio— ten en cuenta que con quién me case o no, ese no es tu problema, tú estás para satisfacerme, no para gobernarme, que te quede claro.

Hanniel miró a Andrew como tratando de decirle que había sido muy cruel pero este solo sonrió—No puedes hacerme esto¡No por un omega como ese!

—¡Saquenla de aquí y llévenla a la mazmorra hasta que la celebración termine y el príncipe la lleve consigo!— dijo Jhon y Hanniel tragó saliva, porque esa orden sería que hasta que el príncipe se vaya ella sea castigada.

"En las cosas que se meten las personas ambiciosas por el poder ¿Así les pasará a mis padres?" Dijo el omega en sus pensamientos, de solo pensarlo le dió escalofríos.

Porque sus padres eran ambicioso y querían más poder, es por ello que empezaron esa guerra absurda, para invadir el reino vecino y apoderarse de él.

Lastimosamente para ellos, eso jamás pasaría y para su más grande enojo ellos lo sabían.

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—Espero y al menos te entreguen completa w tu concubina — dijo el omega y el alfa sonríe reprimiendo la risa que quería salir de su boca.

—Fue un gusto conocerte Hanniel, espero pronto volver a verte, estaré aquí la próxima semana, nos vemos— dijo el príncipe alfa para tomar su mano y sin dejar de mirarlo besar su torso.

—Nos vemos, ten un buen viaje y la luna los bendiga — dijo el omega haciéndole una pequeña reverencia, sus padres estaban atrás junto a su hermano pero lo suficientemente lejos como para que no escucharán su conversación.

El alfa subió al carruaje y este desapareció en unos instantes haciéndole reír un poco.

Jamás había tenido la dicha de haberse montado en uno, ya que solo podría ir la familia real y al parecer su familia no entendía que el también hacía parte de ella.

Nunca tuvo una infancia de película, no salía a ningún lado, sabía lo que sabía de la vida porque leía todos los libros de biología, licántropos y lazos, al menos los que eran básicos.

Los que eran que debían estar ocultos las brujas blancas y negras los tenían, es por ello que esa bruja blanca pudo hacerle una maldición de una manera tan fácil pero tan poderosa, ya que ella tenía el conocimiento previo de ello y pocas brujas tenían esos libros donde estaba tanto las maldiciones y como quitarlas.

Es lo que ha estado buscando la bruja blanca de el pueblo por años ya que puede que sea su tía, pero ella lo quería más que sus padres.

Triste pero cierto.

Ella a estado buscando todas las zonas donde brujas podrían estar y en muchos libros todas las maldiciones que habían, es por ello que descubrieron cuales funciones tenía la maldición escarlata en un omega luna.

Pero nunca se ha encontrado como desvanecer el hechizo y tal vez nunca lo encuentren y lo que más le dolía es que era muy cierto, ya que la mujer quien le causó está cruz para toda su vida había desaparecido toda evidencia de que sería suficiente para quitarle ese demonio de encima.

Un toque en su hombro le hizo volver a su realidad, su madre estaba un poco enojada lo veía en su rostro.

Esta golpeó su mejilla y dijo— ¿Como puedes ser tan confianzudo con una persona que apenas conoces?

"Porque me trata mejor que ustedes que los conozco de toda la vida" pensó.

—Pueden hacerte daño si no piensas con claridad — dijo su padre con enojo.

"¿Más de lo que ustedes me lo han hecho?"

—Ademas no nos conviene algo así, eres nuestro conejillo de indias para entrar sin restricciones al reino vecino, deja de comportarte como un niño y piensa que debes actuar como adulto y ver la manera en ayudarnos para entrar al reino— dijo su padre ya se había dado cuenta que esas palabras tan bonitas de hace un rato solo eran una fachada — y si querés ser aceptado por nosotros debes hacerlo.

—Yo no quiero ser aceptado por ustedes, si lo quisiera rogaría por él diariamente, pero no sé puede — dijo el omega y madre iba a golpearlo de nuevo pero él lo esquiva— deberías ganarte más puntos conmigo, de ello depende tu riqueza y tú estatus, si me llegó a casar con ese alfa que no me ama y me marca, los cuatro sabemos lo que va a pasar, yo en poco tiempo voy a morir y su reino derrumbará, la escasez de comida y medicamento llegará a este reino por diez años hasta que vuelva renacer y para cuándo pase eso, ustedes ya estarán muertos.

Eso fue lo que dijo antes de el único poder que conocía de el mismo la invisibilidad para pasar desapercibido por los invitados y llorar agusto en su cama.

No quería dormir y no lo haría, porque tenía muy claro que el maldito lo dañaría por la noche, su más miedo era dormir y tal vez no volver a despertar.

Pero tampoco podía dormir recordando a quien sería su futuro esposo.

Se iba a casar.

Con alguien que no lo ama.

Y capaz sería su fin de forma tan patética.

Fue y cerró la pequeña ventana por la cual entraba luz, su cuarto no era tan grande ya que este prácticamente era para los del servicio en la casa.

Si, el era tratado como uno más del pueblo, pero eso no era lo que le dolía, le dolía no ser suficiente para su familia.

El omega se sorprendió al ver una llama de fuego azul aparecer de repente y sonrió al ver que está desaparece dejando ver dos cajas de regalo con una nota y había en otro un pastel pequeño suficiente para él.

"Apenas me enteré que estabas cumpliendo años hace un momento, así que quise obsequiarte esto, es un celular, para que me puedas insultar cuanto quieras y un pastel para que lo comas, no lo votes que rompes mi corazón enamorado [nota el sarcasmo] te dejaré indicaciones de cómo usarlo después de todo mientras hablamos en la fiesta de dijiste que no tenías ni idea de que era y para que se utiliza, sal de tu caparazón, tortuga.

Atentamente tu futuro maridito"

—Como diría mi tía, anda a comer mierda Andrew— dijo el omega con una sonrisa — por lo menos seremos buenos amigos en el tiempo que me queda.

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