fugitiva

Literalmente me despeluco. mi vecino tiene una forma tan fogosa de tomarme que me deja con las piernas temblando. Ese pequeño cuarto quedo hecho un desastre. Las sillas tumbadas en el suelo y la mesa golpeado la pared de tanto que la movimos. Suerte que la música suena altísima sino todo el mundo se habría enterado de lo que pasaba aquí.

Luego de darle una remodelación a la pequeña sala de juntas terminamos debajo de la mesa exhausto, respirando agitadamente, mi peluca voló y esta prendida de las luces que cuelgan del techo. Mi vestido no recuerdo conde fue a parar al igual que mi pequeña lencería. Solo mis tacones conservan su lugar ya que no abandonaron mis pies.

Nos miramos por un momento agitados, sonreímos e intentamos levantarnos, olvidamos el pequeño detalle de estar debajo de la mesa y terminamos golpeando nuestras frentes con la dura madera.

Volvemos a caer de espaldas al suelo esta vez riendo. Cosa que, al vernos, entre espasmos producidos por las risas terminamos en un beso enredado.

Mi cuerpo duele, de tanta pasión compartida. En este momento solo deseo un mullido colchón y dormir como un bebe. Me acurruco en el pecho de mi vecino gigolo, el me abraza y acaricia mi brazo. Tiene una pose relajada, con una mano detrás de su nuca. Me mira y sonríe.

—Me gusto tu ida de la peluca —dice luego de un momento silencioso en el que solo se escuchaba nuestra respiración calmarse.

—Y a mí me da la idea de hacer cosas traviesas —digo apoyando mi mentón en su pecho captando su atención.

—¿Cosas traviesas como disfrezarte y cumplir ciertos roles? —pregunta con un brillo en sus ojos. Asiento ya con una nueva idea en mi mente.

—Mmm... la sola idea de verte enfundada en trajes provocativos me la pone dura —murmura y miro su entrepierna. Gimo, pero más que nada porque mi cosita ya duele de tanto meta y ponga.

—¿Te falta mucho para irte? —pregunto cambiando de tema, acaricio su pecho formido y en besa mi frente.

—Teóricamente debería estar trabajando —dice y reímos.

—ok, si quieres te ayudo lo que resta de la noche y luego vamos a tu departamento y jugamos a que somos dos desconocidos y por la mañana me disfrazo de yo y te castigo por jugar sin invitarme —propongo.

—¿Me amarraras y luego me darás latigazos? —pregunta sonriendo esperanzado, salimos de debajo de la mesa y me alcanza mi vestido.

—Depende de lo mal que te portes —digo ya sintiendo cierta excitación por el rumbo que está tomando nuestra conversación.

—Puedo ser malo, muy malo si me lo propongo —murmura acercándose a mí. Su desnudes y la comodidad que carga me contagian y lo abrazo con mi vestido en manos—. Mas vale nos vistamos y salgamos de aquí antes de que me olvide totalmente que estoy en horario de trabajo.

Beso sus labios y me separo para colocarme el vestido, mi ropa interior no la veo por lo que decido que nadie tiene porque enterarse que no la llevo. Veo como mi vecino se coloca su ropa sin dejar de verme con esa sonrisa pícara. Termina de vestiré y saca del interior del bolsillo de su pantalón mis bragas las huele ente mi mirada sorprendida y luego las vuelve a guardar.

—Me estoy volviendo adicto a tu aroma, pero sobre todo a tu esencia —dice atrayéndome a su pecho, besa nuevamente mis labios y baja la peluca que cuelga de las lucas para colocármela y juntos salir de la pequeña sala de juntas como si nada hubiera ocurrido allí.

Salimos y como lo prometí quiero ayudar, pero solo me indica que lo espere y desfrute de la noche.

Lo veo moverse de acá para allá, atender gente, hablar con otras. Cada tanto se acerca a m y besa mi cuello, mi mejilla o mis dedos. Cerca de media noche, cuando todo ya está tranquilo y queda poca gente, lo veo acercarse a mí con su chaqueta en mano.

Llegamos a nuestros departamentos y lejos de despedirnos entramos a sus departamentos y hacemos estragos en su cama.

A la mañana siguiente salgo como fugitiva de su departamento para meterme al mío y buscar mi ropa para ir a la oficina, tengo una junta a primera hora con mi padre y luego, después del almuerzo tengo mi cita programada con cierto socio de un bar que prestara sus servicios para la fiesta anual de la empresa.

Termino de preparar mi topa y casi grito del susto cuando unas manos muy conocidas hacen contacto con mi piel.

—¡Mierda! Piensas matarme del susto —grito volteando y empujándolo levente.

—Y tú te vas sin despedirte —esta solo con su bóxer, dios no me canso de verlo con tan poca ropa. ¿Sera normal querer follar a toda hora?

—No, pensaba darme un baño y luego ir a tu departamento para dejarte unos billetes en tu buro —digo risueña, colgándome de sus hombros.

—Valgo más que unos billetes —dice y besa mi mejilla apretándome a el—. Ahora por mala deberas lavarme con esas manos delicadas que tienes.

—Mmm... bueno puedo hacer eso y más —tomo su mano y lo guio a mi baño—. Debemos ser rápidos, cariño.

Media hora más tarde salgo de mi departamento, encontrándome con mi gigolo que se fue a vestir a su departamento.

—Te llevo debo ir a ver a mi primo —dice mostrando las llaves de su coche.

—Bueno —caminamos juntos hasta su coche y en el camino hablamos de cosas sin importancias.

Llegamos a la empresa de mi padre y antes de bajar del coche de mi gigolo, me roba un beso que me deja desorientada.

—Te veo a hora acordada —recuerda al momento que bajo de su coche, asiento sin articular palabras, de momento me ha dejado muda.

Sin más arranca derrapando y se va rumbo al encuentro que tiene con su primo.

NARRA ADRIAN:

Llego a la empresa de mi primo y luego de saludar a la recepcionista del primer piso me dirijo al ascensor y marco el piso veinte. Mientras subo reviso mis redes sociales y me percato de una foto que subí anoche y no recordaba, en ella aparezco con mi primo. La tome porque detrás de mi estaba mi princesa y a pesar de que llevaba una peluca y estaba irreconocible me calienta de una manera que nuca pensé que lograría calentarme una mujer. Amo lo osada que puede llegar a sé y esas ideas candentes que tiene me ponen aún más.

Sonriendo guardo mi celular en el momento que las puertas del ascensor se abren y veo a Laura la recepcionista del piso donde trabaja mi primo.

—Buenos días, Laura —la saludo y le doy un beso en la mejilla— ¿Mi primo está ocupado?

—De seguro, pero seguro tiene un tiempito para ti, además creo que le vendrá bien verte al parecer discutió con su secretaria y el aire esta pesado —murmura preocupada. Recuerdo lo que hablamos anoche y sonrió.

Dirijo mis pasos a su oficina y entro sin tocar ya que siempre lo he hecho.

—No deberías entrar así —dice sin verme adivinando quien soy. Esta metido en unos papeles y se nota que no está muy feliz que digamos.

—¿Problemas en el paraíso? —pregunto y tomo asiento frente a él.

—Algo así, por tu culpa diría yo —dice y lo miro sorprendido—. Ayer me distraje y no llegue a la supuesta cita que teníamos, ahora este re enojada y para colmo luce tan sexi enojada que me la pone a mil y ahora no es como hacer para que me perdone.

—Ya se le pasara, dale tiempo —digo sorprendido de como esta si solo estuvo una noche y eso solo basto para perderse en ella.

—¿Como te fue con respecto a los bares, las locaciones son las indicadas para tu idea? —pregunta mi primo llevándome a cambiar de tema y hablar de mi proyecto personal.

—Bien, los lugares son propicios para lo que tengo en mente, pero el proyecto me mantendrá alejado del bar —y de mi princesa pienso.

—Sabes que podemos dejar a Lucrecia de encargada es la única en quien confió para eso —dice—, pero algo me dice que eso no es lo que te preocupa.

—La que me preocupa es mi vecina —digo pensado en ella y en la cita que me espera.

—¿Tu vecina? Anoche parecías muy preocupado por una morena —dice mirándome seriamente, nadie cree que una solo mujer pueda llegar a tener mi atención.

—Si, ella era, aunque su color natural es el rubio —digo sonriendo ante el recuerdo.

—¿Rubia? —pregunta sin entender.

—Llevaba peluca —aclaro y rio—. Tiene una imaginación muy particular.

—Ya veo y eso la convierte en la indicada —afirma y asiento.

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Comments

Graciela Saiz

Graciela Saiz

amo a estos dos , Dan me enamoro en su historia,en un café para mi jefe , son más o menos como el gigoló y Marion se pasan como conejos 😂😂😂😂

2024-05-02

1

Ariana Cavallaro

Ariana Cavallaro

Lo que espero es que no vaya a meter la pata, por qué se ve que no puede estar tranquilo mucho tiempo

2024-05-09

0

Mercedes Jara Castillo

Mercedes Jara Castillo

está bonito pero quiero que continue

2024-04-23

1

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