Historia 1- Capitulo 08

Luego de ese enfrentamiento volví a reunirme con Ben al día siguiente.

-¿Y esta basura? -Le pregunte enseñándole una pistola de agua.

-Tu arma. -Respondio Ben.

-¿Porque tú usas una ballesta de estacas y yo esto? -Le pregunte con la pistola en mi mano.

-Porque yo sé usar la ballesta. -Me contesto Ben. -Si te doy esto sin que practiques puedes lastimar a alguien o a ti misma.

-Pero ¿Una cochina pistola de agua? -Pregunte de mala gana.

-Es ajo. -Respondio Ben. -Para los vampiros es como gas pimienta.

-Oh... ¿Y esto los matará? -Le respondí emocionada.

-No los matará, pero los segara temporalmente y eso te dará bastante tiempo suficiente para ponerte a salvó. -Exclamo Ben .

-Okey... creo que para comenzar esta bien. -Le respondí de mala gana.

Comenzamos a practicar puntería desde la mañana hasta la tardecita dónde luego me llevo a una cabaña.

-¿Que es este lugar? -Le pregunte curiosa.

-Era mio... -'Contesto en tono serio. -Pero bueno ahora es para ti, aquí podrás guardar tus armas.

-Claro aqui guardaré ajo. -Le conteste en tono bromista.

-Con el tiempo usarás más armas. -Contesto Ben. -A penas mejore tu puntería pasaremos a otras armas, también aprenderás a usar una espada y con el tiempo podrás elegir el arma que te sea más cómoda.

-Entiendo. -Le dije con una sonrisa.

-Yo me mudé a mi lugar donde tengo las armas, si quieres puedes vivir aquí y dedicarte a la defensa. -Exclamo Ben.

-Enserio? -Le pregunte emocionada.

-Claro. -Contesto sonriente.

-Gracias... -Le agradeci observando aquel lugar.

-Bien..., debo irme. -Dijo Ben despidiéndose con un beso en la mejilla.

Al llegar la noche me encontraba en aquella cabaña observando las armas que había allí, había una cama, un baño y estaba bien abastecido de armas.

Aquel lugar esta tan bien arreglado por dentro pense podría acogerlo como mi nuevo hogar, sería mejor no volver a mi casa, mis padres querían obligarme a casar con alguien que no me interesa. tal vez ya era hora de vivir sola después de todo si sería parte del grupo de defenza no tendría que encargarme de las tareas del campo. Gabriel al entrar al bosque divisó aquella misma cabaña.

-Esa casa se ve alejada, tal vez no viva nadie ahí. -Pensó Gabriel mientras se acercaba a aquel lugar. Se encontraba débil no había comido desde la mañana y se sentia hambriento así que mientras se acercaba al lugar se dibujo una sonrisa en su rostro. Todo parecía mejoras hasta que de pronto siente una presencia y al voltearse un disparó le roza el hombro, de no haberse volteado de esa forma le hubiera perforado el corazón a través de la espalda.

Marie se encontraba ordenando y limpiando la cabaña la cual estaba algo desordenada cuando repentinamente escucha un disparó.

-¿Que fue eso? -Me pregunte antes de salir a averiguar que ocurre.

Al salir pude ver a un chico en el suelo con un miembro del grupo de defensa que estaba armado de pie junto a el.

—¡Déjalo en paz! —grite mientras corría hacia el para ayudarlo a levantarse.

—¿Qué haces niñita?. -Me reclamo mientras trató de quitarme de enmedio.

-Dejalo en paz. -Grite molesta.

-Has lo que quieras. -Respondio aquel miembro del grupo de defensa antes de bajar su arma de mala gana. -De todas formas le quedan pocos minutos de vida.

Con una sonrisa maliciosa se fue caminando por lo que aproveche para lo llevarlo a la casa a tratar sus heridas.

-Porque...?

-No hables. -Le dije recostando lo sobre el sofa.

Al ver aquella gran herida comencé a buscar trapos y agua para limpiar y desinfectarlo., al verlo tan indefenso se le partió el corazón aunque no lo conocía por poco comienza a llorar.

Al voltear veo que aquel chico se acomoda sentandose por lo que me acerco.

-No te muevas. -Le dije preocupada.

-Estoy bien. -Respondió.

Gabrial sonrio al ver aquellos ojos que lo observaban tan cálida y tiernamente.

—¿Te encuentras bien?—le pregunte denuevo.

—Eso creo —Me respondió con una sonrisa.

-¿Como te llamas? -Le pregunte con curiosidad.

-Me llamo Gabriel. -Respondio aquel chico. -¿Y tú?

-Soy Marie. -Le dije.

-Seguro estás bien? -Insisti mientras tome un libro.

-Si, no te preocupes. -Respondio Gabriel. -Solo necesito descansar.

-Descansa entonces... -Le dije dirigiéndome a la puerta. -Ya regreso voy a buscar algunas cosas para tratar aquellas heridas.

-No te preocupes por eso. -Le dijo Gabriel viéndola marcharse. -Soy un vampiro...

-Pero no pareces malo..-Le dije.

-No todos lo somos.. -Contesto. -De hecho soy miembro de una de las familias más famosas y adineradas así que es raro que al decirte mi nombre no me reconocieras.

-Es que soy una chica de campo... -Conteste apenada. -No sé mucho de lo que pasa fuera de aquí hasta hace poco solo trabajaba en el campo normalmente.

-Oh entiendo... -Dijo el.

No sé si esa respuesta era para que no me pusiera mal y es que éramos muy diferentes, yo soy una chica humana honrada y sensilla del campo mientras que el es un vampiro ricachón, somos muy diferentes.

-¿Porque escapaste? -Le pregunte.

-¿Mis padres quieren obligar a casarme con alguien que no amo... -Contesto el.

Eso era algo que ambos teníamos en común, el matrimonio forzado que nuestros padres querían.

-Dejame alludarte. -Le dije.

-Solo necesito descansar. -Dijo el.

-Pero estás sangrando. -Le dije.

-Sano rápido. -Dijo mostrándome sus colmillos.

-Lo se, eres un vampiro. -Dije observandolo.

-Si, lo soy. -Dijo el recostado intentando relajarse.

-Es raro ver a un vampiro que no es malo. -Le dije observandolo.

-Y es raro ver a un humano que no me ataque. -Dijo el sonriendo.

-Vaya, algo me dice que te conozco desde hace mucho tiempo. -Le dije sonriendole. -Por eso me arriesgue a protegerte.

-Es seguro que este aqui? -Pregunto el.

-Claro que lo es no te preocupes. -Le dije sonriendole.

-Pero pueden venir más cazadores. -Le dije.

-No te preocupes por eso, yo te protegere.

-Gracias. -Dijo sonriendo.

-Ire a buscar plantas para ayudar a curarte más rápido. -Le dije sonriendo.

Salí con el libro de la cabaña en busca de hierbas curativas para Gabriel.

-Veamos, que dice aquí. -Me dije tomando aquel libro de hierbas curativas el cual. -Veamos necesito plantas que sirvan para cicatrizar heridas y evitar que se infecten.

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