12- Cuando te lo ganes.

Raven por su lado a aprovechado el día para meditar sobre sus pasos a seguir, se ha alimentado correctamente, ha comido fruta y ha examinado la vista desde su ventana, siempre en silencio, tanto silencio que las palabras parecen que se han suicidado, empieza a ver con otros ojos la habitación, es la misma en la que estaba cuando la trajeron, y es aquí donde la abusó por primera vez. Es raro como un mueble u objeto puede llevar nuestra mente a otro tiempo, mira la cama y contiene los sentimientos de dolor y tristeza que empiezan a invadirla, pero no se dejará. Ha tenido todo el día para prepararse,  su chivo expiatorio será la dulce Julia, ella es muy crédula y adora a su jefe, debe averiguar más del resto, por ahora solo se centrará en ganarse la confianza de Julia. Lo único verdaderamente complicado será el tema del sexo, de solo recordar cada vez que ha soportado su

ultraje, sus lágrimas amenazan con salir… Debe resistir, debe ser fuerte, se mentaliza, que ella no es solo la carne que forma su cuerpo, ella es un alma, que en estos momentos sufre mucho, eso es un hecho, padece la cautividad, pero necesita endurecerse para seguir adelante, ha tomado su cuerpo pero no su alma, su alma sigue siendo suya, debe disociar una cosa de la otra para poder avanzar, mantener alto sus deseos de venganza y no levantar sospechas, él tendrá fuerza y poder, ella tiene inteligencia y ganas de vivir… Y más que todo eso, deseos de venganza.

Por la tarde regresa Giorgio, lo ve llegar desde su ventana, respira e internamente, su instinto de supervivencia se da fuerza, se anima a seguir el plan trazado.  Giorgio ingresa a la gran mansión y va directamente a hablar con Julia y preguntarle por Raven, esta le cuenta que ha estado en su habitación, que ha comido que le pidió fruta por la tarde, que estaba muy tranquila, y la trató amablemente, que hablaron un poco, pero que en ningún momento intento huir o algo similar, a lo cual el sonríe contento por la buena noticia, sube a la habitación de Raven, ella en esta primera etapa se ha dispuesto a ser una joven un poco temerosa, por lo tanto su rostro mira al piso, habla bajo y se refriega las manos con nerviosismo, no lo insulta, no lo golpea, obedece. Su voz está en uno o dos tonos más bajo de lo habitual, y su rostro es serio, él la mira de arriba a bajo al entrar, ella apenas lo mira y evita tener tanto contacto visual.

Giorgio- Hola Raven.

Raven- Hola.

Giorgio- Te gusta la habitación?

Raven- Si, gracias.

Giorgio- Deseas algo en particular para cenar?

Raven- Cualquier cosa está bien.

Giorgio- Como te sientes?

Raven- No me gusta el encierro…

Giorgio- No puedo confiar en ti.

Raven- Lo entiendo. Nunca más veré el sol?

Giorgio- Cuando te lo ganes. Voy a tomar una ducha…

El mafioso se retira a su habitación y ella queda sola, la primera parte del plan la siente exitosa… Se felicita, por no insultarlo, ni golpearlo. “ Cuando te lo ganes” Que ganas de clavarle un cuchillo en el ojo!

Vuelve y con él la cena, se sienta en la silla, se mantiene en silencio y come tranquila, él la observa, pero siente que algo en ella cambio, y es algo bueno, ya no es la mujer violenta que lo odia, parece aceptar lo bueno de lo que le ha tocado al lado de él, pero debe asegurarse de que no quiera huir.

Devora todo lo que tiene en el plato y el postre también.

Giorgio- Te gusta la ropa que te compré?

Raven- Algunas si y otras no.

Giorgio- Si quieres algo más, debes avisarme.

Raven- Quisiera yo poder elegir mi ropa.

Giorgio- Como ya te dije, debes ganártelo.

Raven- No te basta con que te diga que no trataré de huir?

Giorgio- No, no basta. Te has portado tan mal Raven! Yo realmente no puedo creer, lo que me has hecho renegar!

Raven, no dice nada, termina el postre y se levanta a ducharse, toma un pijama y se lo pone, al salir del cuarto de baño, él sigue allí todavía.

Giorgio- Me quedaré contigo a dormir.

Raven no le contesta.

Giorgio- Te molesta?

Raven- Si. Deberías ganártelo.

Giorgio- No deberías hablarme así, no estas en condiciones de poner reglas ni nada por el estilo.

Raven- Solo digo lo que pienso. Necesito descansar… Me duele demasiado el cuerpo.

Giorgio- Y como me lo gano?

Raven- Necesito un poco de libertad solamente.

Giorgio- Mañana podrás pasear por la casa y por los jardines, si intentas algo estúpido, te castigaré duramente. No me hagas enojar de nuevo, debes portarte bien, deber ser una buena gatita.

Odia que le diga “gatita” Tiene ganas de decirle “Me llamo Raven, maldito violador, no soy un animal, enfermo de mierda!”

Lo mira directamente a los ojos, por primera vez en el día y le dice.

Raven- No voy a huir, te lo prometo.

Giorgio- Bueno, entonces me quedo aquí contigo…

Raven- Pero no me tocarás.

Giorgio- Por qué?

Raven- Tengo el cuerpo muy lastimado aún.

Giorgio- Bueno, nos tomaremos unos días y después volveremos a hacer el amor.

Raven no le contestó, para él era hacer el amor, sus asaltos… Infeliz. Tomo aire, se acostó y él a su lado, el sentimiento de querer salir corriendo o de estrangularlo fue controlado por su derecho a la venganza, respiró hasta volver a tener el control. Él le pasó una mano por la cintura y se acercó hasta pegarse a ella y se durmió.

Raven tardó demasiado en dormirse… Le costaba mucho tenerlo cerca, y le costaría aún más tener intimidad con él, pero es un sacrificio que necesariamente debe hacer, porque volverá a la fase 0, en el sótano por tiempo indefinido. De solo pensar que volvería al sótano, se angustiaba.

La noche paso demasiado lenta, trataba de apartarse de él, sin que pueda notarlo, para no ser evidente que le daba asco su contacto, sentir su respiración en su cuello … Lo odiaba y cada día que pasaba aún más, sobre todo por tener que denigrarse y fingir para poder tener la libertad que le pertenecía.  Ni siquiera se ha detenido a pensar en entrar en su mente o ponerse en su lugar, es injustificable lo que hace. Ni su padre jamás le puso una mano encima y ahora este asqueroso se había cansado de golpearla, ya quería su libertad! Se siente fatal el encierro y todo lo demás. El sueño y el cansancio terminan ganándole y cae casi en estado de coma, del sueño que tenía

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