El Inicio De Una Nueva Vida

Había noches en las que Andrés tenía pesadillas de todo tipo, se despertaba en medio de la noche con el corazón acelerado y mirando en todas direcciones, lo único que le causaba alivio era notar que estaba en una habitación que le daba paz. Paz al saber que ya no estaba en esa casa en la cual solo esperaba el momento en el que en medio de la noche el beta irrumpiera en su habitación.

Andrés salió de su habitación y fue hasta la de su hermano, al ver que su hermano no estaba, se acostó en la cama de este, es inhaló el fuerte olor a feromonas, su cuerpo se relajó y volvió a dormir. El omega notó que aquel relajante olor a feromonas le impidió tener pesadillas, porque se sentía seguro, no por ser la feromona de un alfa, sino porque Andrés sentía que no estaba solo, se sentía seguro y tranquilo.

El Omega durmió cómodamente hasta medio día, su hermano entro a la habitación con el almuerzo preparado para él.

—Lo siento, me quedé dormido.

Rodrigo puso la comida en la mesita de noche y plantó un dulce beso en la frente de Andrés.

—No te preocupes, hace mucho no dormías tanto… a las seis deben irse, prometo ir después de arreglar las cosas aquí.

Rodrigo se veía triste, tal vez no quería que Andrés y Lucas se fueran, pero por el bien del embarazo de Andrés debían irse lo más pronto posible.

—Me gustaría que todo acabe rápido, Rodrigo… sobre Lucas.

—¿Qué ocurre con él? Creí que te agradaba ¿No quieres ir con él?.

—No es por eso, creo que él te gusta ¿Verdad? Debes decírselo.

Rodrigo sonrió al notar la pena que tenía Andrés al decir tal cosa, pero también notó lo obvio que había sido respecto a sus sentimientos, una sonrisa creció en los labios de Andrés y acaricio el cabello de Andrés.

—Anoche hablé con él, es mi pareja, lamento no haberte dicho, pero eres el primero en saberlo.

Andrés estaba sumamente sorprendido, estaba realmente feliz, pero también se sintió un poco mal, a penas estaban iniciando una relación y por inmiscuirse en sus problemas ya debían separarse, Rodrigo notó los pensamientos de Andrés al ver su rostro.

—No te preocupes, por ahora quiero que estés tranquilo, Lucas también está preocupado por ti, nada de lo que está pasando es tu culpa, toma esto como unas vacaciones.

Andrés asintió levemente y comenzó a comer, tenía mucho apetito.

En la cocina, Lucas atendía una llamada del hospital, la cual sería transferido. Las maletas ya estaban listas la igual que el auto que usarían para irse, el viaje sería largo e incómodo, serían aproximadamente seis días seguidos en carretera, Todos quedaron en que sería mucho más discreto ir en auto que en avión, así que ya estaban preparados mentalmente.

Cuando Rodrigo bajo, sonrió y beso la mejilla de Lucas, el omega sonrió y se apresuró en finalizar la conversación para colgar, después de colgar abrazo a Rodrigo y beso levemente los labios del mayor.

—Me dieron el área de pediatría, ya que estoy calificado, además de que hable con un amigo de la zona y me recomendó un psicólogo para Andrés.

—No creo que Andrés quiera ver a un psicólogo.

—Tal vez no quiera, pero lo necesita, no solo tiene baja autoestima, sino que también tiene como costumbre culparse por las cosas que pasan a su alrededor, ese tipo de actitud no es sana ni conveniente, mucho menos en su estado.

Lucas hablaba con seriedad y un tono de preocupación, Rodrigo sabía que lo que decía Lucas era verdad.

—Intentaré decirle de buena manera para que acepte, debe saber que es por su bien.

—Andrés sabe lo que es bueno para él, estoy seguro de que dirá que sí por sí mismo.

—Cada vez que pienso en eso quiero ir a matar a golpes a ese idiota.

—Algún día lo lamentará y cuando se arrepienta será muy tarde, deja que el peso de sus propias acciones lo hundan.

Luego de un rato de charlas ordenaron todo en el auto, luego de las despedidas Rodrigo se quedó solo, por primera vez la soledad lo golpeó de forma dura, al menos tenía un montón de cosas por hacer, de esa forma podría mantenerse ocupado.

Lucas y Andrés, por su parte, charlaban mientras Lucas conducía.

—Me parece increíble que sepas conducir, a mí nunca me dejaron aprender a conducir, mi madre dijo que para eso tenía un chófer.

—Me parece extraño que no sepas, Rodrigo conduce muy bien.

—Eso es porque él es un alfa, los alfas de la familia deben saber hacer cualquier cosa y lo básico es conducir, aunque normalmente no lo hacen, ya que debemos acostumbrarnos a tener chófer, sé que se escucha mal, pero es verdad, para mi familia, tanto alfas como omegas son productos de los cuales sacar provecho.

—Lamento la vida que has tenido que soportar, a pesar de tener una familia tan lamentable, tú y Rodrigo son buenas personas.

—Rodrigo y yo jamás hemos aceptado ser parte de esa familia, pero yo siempre acepté todo lo que me pidieron, creí que de esa forma sería feliz, pero estaba tan equivocado que cuando lo noté ya era demasiado tarde.

Por un momento hubo un largo silencio, Lucas conocía los rumores sobre la familia maldita, sabía sobre como los omegas de esta familia eran prácticamente vendidos en matrimonios contratados por más de 15 generaciones, pero no sabía que eran tan inhumanos hacia estos. En el fondo Lucas sentía mucha pena, en la sociedad no era fácil vivir como Omega, pero en esa familia lo era aún más.

—No pienses tanto en el pasado, ahora eres libre y pronto comenzarás una nueva vida.

Las palabras de Lucas eran una caricia para el corazón de Andrés, tenía razón, era libre de casi todo lo que lo ataba e iba camino a una nueva vida, a partir de ese momento ya no sería el mismo Omega sumiso de antes.

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