Una Confesión

Rodrigo estaba un poco triste, ya había llegado el día en el que Andrés se marcharía junto a Lucas, estaba un poco conmocionado por la cantidad de pensamientos que llenaron su mente.

Cuando Andrés se quedó dormido, Rodrigo salió hasta la sala donde Lucas se encontraba leyendo un libro.

—¿Es interesante ese libro? No lo has soltado desde que llegaste.

—Es bueno, ¿No deberías estar durmiendo?

—Me interesa un poco más hablar contigo, además tú tampoco estás durmiendo.

Rodrigo se sentó junto a Lucas, quedando totalmente cerca de él.

El corazón de Lucas comenzó a latir rápidamente, en un intento de ignorar la situación, el Omega volvió a centrar su mirada en el libro, el cual ya no era tan interesante.

—Lucas…

La voz de Rodrigo era suave y tranquila, Lucas miro al alfa el cual estaba demasiado cerca, la situación no era muy conveniente para Lucas ¿Cómo actuaría natural?.

Debía ocultar a toda costa lo que sentía, pero con tal cercanía era un poco difícil.

—¿Tienes algo que decir?

—Eres muy amable, gracias por ayudarme a mí y a Andrés, no tengo palabras para agradecerte.

Lucas suspiró, él era capaz de hacer cualquier cosa que hiciera al alfa feliz, claro que también lo hizo para ayudar a Andrés, para Lucas Andrés ya había sufrido lo suficiente.

—No es nada, soy feliz con ayudar, además de que Andrés es muy amable y lindo, no es difícil convivir con él.

Rodrigo acarició suavemente la mejilla de Lucas, cosa que hizo que Lucas se alterará y se pusiera sumamente nervioso, era demasiado para Lucas, por eso se apartó lentamente de Rodrigo, aunque quería estar cerca del alfa, no podía permitir que sus verdaderos sentimientos fuesen obvios.

—¿Por qué te alejas?

—Es que estás muy cerca.

—¿Te incomoda que esté muy cerca?

—¡No! No fue lo que quise decir.

—¿Entonces?.

—No lo entenderías.

—Si te desagrado, solo debes decirlo.

Rodrigo decía esas cosas sin mirar a Lucas, por su forma de hablar se le notaba triste y sus expresiones lo confirmaron.

—Nunca serías desagradable, eres demasiado bueno y dulce, tal vez no lo notes, pero me gustas más de lo que parece.

Cuando Lucas dijo esas palabras, Rodrigo alzó la miraba y sonrió. Sin previo aviso, Rodrigo se acercó a Lucas y le dio un profundo y suave beso.

Lucas estaba sorprendido, pero correspondió el beso, Lucas sintió como fue tomado por la cintura y sentado en el regazo de Rodrigo, sin separarse del beso, Lucas pasó sus brazos alrededor del cuello del alfa.

Cuando el aire hizo falta, ambos se separaron dejando un hilo de saliva.

—Te amo.

Cuando Lucas dijo esas palabras, la realidad volvió a su mente, dijo lo que debía ocultar, no importaba la situación, esos sentimientos no debían ser revelados. Rápidamente, se levantó del regazo del alfa y corrió escaleras arriba para encerrarse en la habitación que se le prestó.

Rodrigo se levantó inmediatamente e intento perseguir al Omega, al ver que Lucas se encerró en la habitación comenzó a tocar suavemente la puerta

—Lucas, abre la puerta.

—…

Lucas se negó a responder, aunque estaba dentro de la habitación y el alfa no podía verlo, moría de vergüenza.

—Lucas ¿Es verdad? ¿Me amas?

Los ojos de Lucas se llenaron lágrimas y comenzó a imaginar los peores escenarios posibles, no soportaba que Rodrigo se enterará de esa forma de sus sentimientos.

—Sé que no debí besarte, pero se honesto conmigo, por favor.

Lucas escuchó las palabras de Rodrigo, “No debí besarte”, tal vez se arrepentía del beso, tal vez solo estaba intentando rechazarlo de forma amable, Lucas se negaba a escuchar eso, no quería, no podía soportar rendirse.

—Lucas, responde.

—Vete.

—Abre la puerta o buscaré la llave para abrirla.

Lucas suspiró profundamente, sin importar nada debía asumir sus sentimientos y también las consecuencias, si Rodrigo lo rechazaba debía respetar los sentimientos del alfa.

Lucas se acercó a la puerta y la abrió suavemente, cuando abrió la puerta el alfa entro y lo, abrazo fuertemente.

—No debí besarte sin tu consentimiento, estuvo mal, pero no me arrepiento.

Lucas no entendía, Rodrigo no sé arrepentía de haberlo besado, tal vez… no, no podía hacerse ilusiones.

—Dime Lucas, no tengas miedo, ¿Es verdad? ¿Me amas?

Lucas bajo su cabeza y respondió entre sollozos.

—Sí… Te amo, te he amado siempre, desde hace años.

Rodrigo le dio un beso a Lucas, esta vez mucho más apasionado y con fuerza, con sus brazos atrajo a Lucas hacia él y con fuerza abrazo la cintura de este, para evitar que volviera a huir.

Lucas se dejó llevar y tras acabar con el beso el mismo inicio otro, con cada segundo el beso se volvía más salvaje y apasionado, hasta que la falta de aire los hizo separarse.

Rodrigo comenzó a acariciar los labios de Lucas con una mano mientras sostenía su cintura con la otra, antes de hablar comenzó a ver directamente los ojos de Lucas.

—Lucas, yo también.

—¿Qué?

La pregunta era más por lo nublada que estaba la cabeza de Lucas, los besos hicieron que perdiera un poco la concentración.

—También te amo, solo a ti… siempre ha sido así, por eso siempre rechace a otros omegas, mi mente solo está llena de ti.

Lucas estaba conmocionado, Rodrigo estaba no solo aceptando sus sentimientos, sino que también le estaba haciendo una confesión, ambos se sentían igual, Lucas no soporto el exceso de emociones y rompió a llorar. Las lágrimas salían a mares, cosa que hizo preocupar a Rodrigo.

—¿Te sientes mal?

—Estoy… estoy muy feliz.

Rodrigo sonrió y limpio suavemente las lágrimas del Omega.

—Me alegra que estés feliz, la verdad estaba muy inseguro, vas a irte y no podré cuidarte ni espantar a otros alfas.

—¿Te preocupaban los otros alfas?

—Claro que sí, eres muy bonito y atraes a muchos alfas.

—Tú también atraes a muchos omegas.

—No me importan, al menos sé que eres mío, ya no debo preocuparme, prometo que resolveré rápido lo del divorcio de Andrés y me iré para estar con ustedes.

—No rompas tu promesa.

—Jamás.

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