Capítulo 5

Eres un pervertido!!!

- Porque? Jajaja qué tiene de malo?, acaso eso no es lo que hacen las parejas de casados, o no?

- Pero este matrimonio es por contrato, es a conveniencia!!!

- No hables por mí gatita, y de ti depende que no sea de esa manera.

- Y que pasa si me opongo a tener intimidad contigo, y a darte un hijo?

- Entonces se pondrá en riesgo el proceso de desembargue del colegio y de la casa, seguirán a nombre mio hasta que cumplas con esa cláusula, que para mí es la más importante pues siempre he soñado con un hijo de los dos.

- Veo que no me dejas ninguna opción....Pero John, entiende que para mí esto es muy abrupto, yo tenía una vida tranquila, a mí no me gusta la vida pública, no estoy acostumbrada a los lujos y no creo que me vaya a acostumbrar, esas galas me parecen muy extravagantes, la gente se la pasa criticando a los asistentes, y yo no estoy preparada para estar en el ojo del huracán.

- Aunque no me guste la idea de que no me acompañes, te voy a dar la opción de que no asistas a algunas, sobre todo cuando lleves a mí bebé en tu vientre.

Amelia se sonroja imaginandose con un bebé de John, no puede creer en que momento se fue a meter en este lío.

- Otra cosa John, no quiero que vayamos aún a dónde mis padres.

- Porque?

- Porque no quiero que me juzguen.

- Que te juzguen? No entiendo!

- Mira John, ellos me enseñaron muchos valores y yo los he defraudado muchas veces, me rebele de que no quería estudiar en el pueblo, por eso me mandaron a la capital, a Tallahassee, después perdí mí virginidad borracha y ni siquiera me acuerdo con que chico la perdí de lo alcoholizada que estaba, mí mamá siempre me decía que la debía guardar para el matrimonio con el hombre que amaba y le fallé, y ahora me vendo al mejor postor por un contrato para salvarlos. Entiendeme, no podré mirarlos a la cara.

- Pero gatita, esas son cosas que están por encima de tu comprensión, son cosas muy pasadas de moda, y eso es válido, o no?

- No lo entenderás...es como ellos me criaron, depronto tu crianza fue diferente y por eso no le ves el problema. No sabes cómo me sentí cuando me di cuenta que perdí mí virginidad y no recordaba nada!!! No sabes cómo me arrepiento de haberlo hecho, y lo peor no saber quién fue!! Me sentí sucia durante mucho tiempo, me sentí lo peor, que clase de persona hace eso John? Quien me dice que ese tipo no era un depravado, o un enfermo, corrí el riesgo de que me pegará una enfermedad o me matará !!!

En eso Amelia se pone a llorar y John la abraza para consolarla, pero al escuchar lo que dijo el se sintió muy mal, pero con ella por las palabras que dijo.

- Ven Amelia, vamos a almorzar, en eso te calmas y te preparas para firmar el contrato de matrimonio.

- Ah? Eso es así de rápido?

- Si Amelia, así de rápido!

- No me das tiempo de arrepentirme?

- No te arrepentirás, de eso me encargaré yo!....Amelia, gracias por aceptar, no sabes lo feliz que me haces....ten, esto es por aceptarme, pontelo.

John le pasa una cajita

- Que es?

- El anillo de compromiso, es herencia familiar, el ha pasado de generación en generación, y ahora lo lucirá mí futura esposa.

Amelia lo saca de la caja y se lo pasa a John para que se lo ponga.

Pasan al comedor y ya Dalia estaba sirviendo la mesa, y Martín estaba esperándolos.

- Señorita Amelia, que hermoso anillo, le queda muy bonito.

- Gracias señora Darla.

- Bueno, cuénteme cómo les fue?

- Más o menos querido Martín.

- Que paso? Trate de redactarlo lo más claro posible.

- No es eso Martín, es que Amelia se puso algo susceptible con la lectura del contrato, solo eso.

Terminan de almorzar y John le pide a Darla que lleve a Amelia a la habitación para que se ponga el vestido que le compró para la ocasión, mientras que esperan al notario que va a oficiar el matrimonio.

En la cama había un hermoso vestido, sencillo como a ella le gusta. Amelia pensó que era una locura que John quisiera que se vistiera para la ocasión, si no iban a estar sus padres y todo era por un contrato de conveniencia, pero no quería pelear más con él, por lo que le hizo caso, se dio una ducha, se puso el vestido y la señora Darla le hizo un peinado sencillo, al igual que su maquillaje.

- Quedó muy bonita señorita Amelia, el señor John se va a enamorar más de usted cuando la vea.

Amelia la miro y le regaló una triste sonrisa, no le dijo nada y salió con ella de la habitación hasta la zona de la piscina.

Allí ya estaba el novio acompañado del notario, Martin y Darla eran los testigos, y el sistema de seguridad y los demás empleados de la mansión eran los invitados a la sencilla ceremonia.

Ya el contrato estaba leído y aprobado por ambos, solo fue firmarlo, y después firmaron el acta de matrimonio con la firma también de sus testigos.

Se colocaron las argollas de matrimonio para así hacer más creíble este matrimonio.

- Puede besar a la novia - dijo el notario.

John se acerca a Amelia para darle un beso, pero está pone su mejilla para que le dé el beso allí, y se lo alcanzó a dar cerca de la comisura de los labios.

- Tranquila mí amor, ya habrá tiempo para besos y muchas más cosas, cierto?

- Bah.

- Bueno, ahora el brindis por los recién casados.

Había un fotógrafo que según tenía entendido Amelia era su publicista, e hicieron el brindis, partieron la torta y cuando estaban terminando de comerla llegó el mánager de John a interrumpir el momento.

- Bueno John, ya debemos irnos, el piloto del jet ya está esperándonos en el aeropuerto.

- Que? Ya se van?

- Tranquila gatita, aún no me he ido y ya me extrañas? En dos días regreso, no te pongas triste.

- Tonto, antes estaré feliz sin verte estos dos días.

Llega la señora Darla con las maletas de Jhon, un folder con documentos y se los entrega a él.

- Gracias Darla, cuida mucho a mí mujer, todo lo que ella necesite se lo consigue, le pides el favor a mí personal, en dos días regreso.

- Claro señor John, la cuidaré con mucho gusto.

Se despiden, John le pasa un celular nuevo pues el día del secuestro se perdió el que ella tenía.

- Gatita, ten esté celular, no pudimos encontrar el que tenías, llama a tus padres para que estés más tranquila.

- Gracias John, que tengas buen viaje.

Amelia se retira a su habitación, busco en su vestier algo cómodo para ponerse, encontró una pijama de shorts y blusa de tiritas, porque las demás son solo baby dolls para nada cómodos y que además no dejan nada a la imaginación.

Llamó a sus padres, y confirmó lo que dijo John, ellos sabían que estaba con él, y que supuestamente habían decidido casarse en unos días, luego de un corto noviazgo.

Le reprocharon el porque no les había contado nada, y que era una hija ingrata por no haber llamado antes. Amelia se excuso con la supuesta pérdida del celular, versión que era creíble con el nuevo número de contacto, además que ellos la estuvieron llamando y se iba a buzón directamente.

No sé sentía bien al mentirles a sus padres de esa manera, pero era la única forma de salvar su patrimonio y que estuvieran tranquilos.

Luego de que se despidió de ellos prendió la televisión que había en su habitación, pero solo tenía Netflix por lo que busco una película para entretenerse y se quedó dormida.

..........

En el camino Martín y John hablan de lo que ha pasado en estos días.

- Gracias amigo por lo que has hecho y llevarme la corriente, y hacerte pasar por mí abogado.

- La verdad John es que no te entiendo, pero como amigo siempre te he apoyado, estás de verdad bien loco por esa muchachita, mira hasta donde has llegado que hasta secuestrarla?

- Fue necesario, intenté conquistarla por la forma tradicional pero rechazaba mis regalos e invitaciones para conocernos, bloqueó mí número telefónico, y ya me había llegado información de que su ex iba a regresar a conquistarla, no podía perder el tiempo, por eso la secuestré.

- Y le preguntaste por si acaso porque rechazaba tus intentos de conquista.

- No, aún no lo hago, tengo miedo de lo que me pueda decir, mira Martín, hace 5 años que la amo, la amo con locura, no deje de buscarla todo este tiempo, lo único que sabía de ella era su nombre y nada más. Por eso luche por volverme famoso, para así tener suficiente poder y dinero para buscarla.

- Y quien se iba a imaginar que ella era la presidenta de tu club de fans en la Florida, en pocas palabras, ella también te estaba buscando.

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