Capítulo 19 NOCHE DE BODAS

...💔💔💔💔 RENATA GÓMEZ 💔💔💔💔...

Bailamos pero estaba tan nerviosa que acabé pisándolo varias veces. No me pasó cuando bailé con mí papá ni cuando por obligación lo hice con quién sería mí suegro. Tal vez son los nervios se sentirlo tan cerca y el rechazo que siento.

La velada sigue avanzando y yo ya estoy muy nerviosa. No tengo el tic de morder mis uñas pero podría tenerlo seguramente porque ya solo quedan sus padres, su abuelo y mis padres en el lugar.

-¿Lista para irnos Renata?- me preguntó sonriendo como si fuera súper divertido

-No, pero debemos irnos- suspiré agachando mí mirada intentando no llorar

-Me gusta que lo tengas claro, mejor así- sonrió y quiso besarme pero me aparté

Fuimos hasta nuestras familias para despedirnos de ellos y salir del lugar. Él no pudo saludar a mis padres porque se negaron mientras que yo odiaba demasiado a ese matrimonio como para pensar en despedirme de ellos.

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Subí al auto y minutos después nos estacionamos en un hotel. Siempre quise que mí primera vez fuera con Eliot y en nuestra propia casa pero todo eso ya no importa ahora, o al menos para quien me sonríe dentro del elevador.

-¿Nerviosa?- me preguntó

-En mí situación todas estarían iguales o peores que yo

Lo ignoré y el solo se quedó mirándome. Después las puertas del elevador se abrieron ante nosotros y entramos a una habitación.

Los nervios, la vergüenza y el amor que sentía hacia Eliot me tenía más que nerviosa.

Él se quitó su saco y después la cortaba antes de acercarse a mí quien temblaba como una hoja.

-¿Lo haremos por la manera fácil o por la difícil?- sonrió como siempre

-Lo más rápido y que me permita salir embarazada enseguida

-Ven aquí- me pidió pero juraba que mis piernas ya no me sostendrían, me temblaba el cuerpo entero

No pude ni siquiera moverme y lo vi quitar su camisa sin dejar de mirarme con diversión.

-¿Puedes apagar la luz?- El mismo lo hizo y yo respiré un poco más aliviada

Se acercó a mí y me besó pero me aparté. Solo quería que Eliot me besara y sentía que si mí esposo lo hacía yo podría no recordar con exactitud los bellos momentos vividos.

Abraham puso las manos en mí espalda y sentí que abría mí vestido. Sabía que me lo quitaría y no podría evitarlo.

Cuando lo quitó me fue haciendo retroceder hasta caer en la cama. Mis lágrimas salían sin control en absoluto silencio mientras soportaba todo por mi madre.

Me dió un beso y yo volteé mi rostro. Comenzó a besar mi cuello y con sus manos a acariciarme como nadie hizo jamás. Sin quererlo por primera vez estaba viviendo muchas cosas para las que no estaba preparada.

Me quitó lo único que me quedaba puesto y esperé lo que sucedería. Escuché que abrió su cinturón y después como su pantalón caía al piso. Escuché que arrojó sus zapatos y después vino a mi.

-Intento ir despacio contigo pero no colaboras en nada

Después besó mi cuello y siguió bajando deteniéndose en mi pecho. Sentía sus dientes pero como una suave caricia. Escuché que rasgó algo y lo próximo que hizo fue poner su mano que parecía muy mojada en mi intimidad. Sabía que estaba poniendo como una crema o gel mientras me tocaba.

Se sentó poniendo una almohada detrás de su espalda y me hizo levantar para sentarme sobre su cuerpo con mis piernas a los lados mientras hacía una leve presión en mi cadera para que no me corriera.

-Te ayudaré, tómate tu tiempo- pronunció y sentí que apoyo aquello que aún no sentía haciendo sobresaltar

-Relaja las piernas y cuando estés lista vas sentándote- su voz había cambiado y estaba agitado

Sus manos seguían en mis caderas porque yo por reflejo me impulsaba hacia arriba para escapar de aquello. Besaba mi cuello y mi pecho mientras sentía que se impulsaba con su pelvis y me empujaba levemente hacia abajo. Así no lo deseara estaba ocurriendo y físicamente no dolía tanto como emocionalmente..

-¿Lista?- preguntó y acabó de unir nuestros cuerpos haciéndome sentir dolor. Me abrazó para que no pudiera levantarme

-Ya lo peor pasó relájate- me pidió mientras lo sentía moverse

Ya no quedaba pureza en mi, ya tuvo su consumación. Lo único que me brindaba un poco de consuelo es que mi madre sería atendida muy pronto.

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