ADIÓS.

Voy a seguir pelando, si usted pudo por qué yo no?

Keyler veía la dedicación que ponía la joven para pelar, es gracioso que por solo una papa se haga un lío pero quien era el para juzgar si estaba igual que ella.

En su anterior vida solo comía la comida que pedia por delivery, y cuando estaba aburrido solo freía papas para comer.

- Lo hize!!! Mira termine de pelar esta papa!!!._ Dijo la joven muy feliz.

- Jajaj lo hiciste muy bien.

Afuera de la cocina algunos sirvientes estaban nerviosos de que la señorita esté en ese lugar, ya que el padre de Esther adoraba mucho a su hija y si se enteraba que estaba haciendo algo que no le correspondía a ella, iba a descargar su furia con los empleados.

- Le toca a usted.

- Mientras tu pelas las papas yo las corto y las frío.

- Si!

- Señorita disculpe que me meta pero por favor, déjenos hacer eso a nosotros.

- No está bien, yo puedo hacerlo, ustedes descansen._ contestó Esther mientras se concentraba en pelar.

La cocinera salió de ahí rendida, había intentado convencer a su señorita pero ella se negaba a salir de la cocina.

- Ya terminé todo!

- Muy bien.

Keyler notó que Esther se lavaba la mano pero de esta salida un poco de sangre.

- Te cortaste?

- Si, fue en la última papa._ Contestó mientras se secaba la mano.

El joven se sorprendió de que ella no haya hecho una rabieta o haya llorado por la pequeña herida que se acababa de hacer Esther.

- y no te dolió?

- Si, pero no me quejo, fue divertido pelar.

- No tienes alcohol? Hay que desinfectar esa herida.

Antes de que Keyler llamara a alguien, ya un empleado fue rapido a traer un botiquín para curar a su señorita, ellos siempre estaban atentos a ella y cuando escucharon que se había cortado fueron corriendo a traer el alcohol.

- Gracias.

- Yo la puedo ayudar.

Keyler recibió el botiquín y empezó a desinfectar el corte en el dedo que tenía Esther.

- A partir de aquí yo puedo hacerlo solo.

- Ya.

Keyler le desinfecto esa pequeña herida a Esther y empezó a freír las papas, detrás lo veía la joven.

- Puedes comer, cuidado que te...

- Ahhhh

- Quemes..

- Señorita se encuentra bien?._ Dijeron dos sirvientas entrando a la cocina.

- Si estoy bien, pueden irse no se preocupen._ Contesto Esther tratando de hacer aire para que ya no le queme la lengua.

- Por qué no me dejas terminar lo que quería decir? acaso siempre comes la comida caliente?

- Solo quería probarlo.

- Ya no te quema?

Keyler se puso a la altura de Esther y empezó a soplar un poco.

- Aléjese de mi!!._ Dijo la joven empujándolo.

- Solo quería ayudarte.

- No puede hacer eso, yo tengo prometido y si nos ven se va a ver muy mal.

- De donde vengo esto no se ve mal.

- Y de dónde viene usted?

- De otro mundo jajaj.

- Es usted un payaso.

- Lo soy pero uno bien guapo.

- No sé crea, mi prometido es más guapo.

- De verdad?.

- Si!

- Eso lo dice porque es su prometida pero seamos sinceros, yo tengo más gracia que el y muy pronto tendré un buen cuerpo.

- No me importa, ahora sí podemos comer?

Keyler sonrió porque conquistar a su Villana será algo difícil, aunque si el no logra estar con ella tampoco permitirá que muera y haga mal las cosas.

- Si, puedes comer.

- Están muy crocantes._ Dijo Esther mientras comía.

- Soy un experto.

- Solo sabe preparar eso no se crea.

- Y tu no sabes preparar nada.

- Usted!!!!._ Gritó esther mientras le señalaba a Keyler con un dedo enojada.

A pesar de que a Esther no le gustaba el comportamiento que tenía Keyler con ella, debe decir que nadie la a hecho enojar tanto como el en un solo día y a pesar de eso, le gusta un poco la compañía de el.

- Ya me tengo que ir.

- Ya era hora.

- Que feo trato tiene conmigo.

- Espero que no vuelva a venir.

- No le gusta mi compañía?

- No.

- Pronto nos veremos más seguido.

- Por qué lo dice?

- En tres meses empiezas la academia y yo también asistiré.

- Me seguirá acosando?

- El acosado seré yo cuando todas las jóvenes me vean jajaj.

- Eso no lo creo, mejor váyase.