BASTARDO.

El guardia que resultó herido se paró de ahí y se fue a rastras.

- Dónde aprendió a pelear de esa manera???

- Solo lo aprendí Rubén.

~OFICINA DEL ARCHIDUQUE~

TOC TOC.

- Adelante.

- Señor, el joven Keyler está aquí.

- Cómo ha llegado hasta aquí?

- Vino acompañado por un aprendiz de caballero, él lo guió.

- Me refiero a como ha podido salir de ese cuarto en el que estaba encerrado?

- No lo sé archiduque, pero pidió verlo.

- Hazlo pasar, quiero ver lo que me tiene que decir.

- Si señor.

El guardia se marchó de la oficina y le dijo a Keyler que ahora si podía pasar, el joven entró solo y le dijo a Rubén que lo esperara.

El archiduque vio como estaba tan cambiado Keyler y tenía esa seguridad que jamás había visto en el, eso le hacía recordar a la persona que a odiado desde pequeño.

- De dónde conseguiste la ropa?

- No vine para que me interrogue viejo.

- Cómo me llamaste?

- Aquí las cosas claras, vine para que se me de una habitación digna de ser el heredero de usted, y tenga los mismos privilegios que su hijo Joaquín.

- Eso es imposible.

- Nada es imposible en esta vida, se muy bien todos los trucos sucios que hizo para tener ese puesto que no le pertenece.

El archiduque apretó los puños .__ Qué es lo que sabes?

- Muchas cosas, así que le advierto que si no me da mi lugar, puedo destruirlo fácilmente._ *mirándolo fijamente*

- Solo eres un bastardo al que no considero mi hijo, crees que te creerán Keyler?

- Por supuesto que no me considera su hijo__ habló Keyler sonriendo de manera fria__. Porque no lo soy querido tío.

- Qué dijiste?

- Que usted solo es mi tío, mi verdadero padre fue su hermano, al que tanto odió solo por el amor de mi madre.

- Cállate mocoso, no sabes lo que dices!!__ Exclamó el archiduque aún sorprendido por lo que sabe Keyler.

- Mi padre era el legítimo heredero de este Archiducado, pero usted no fue más que una simple escoria que lo hizo hacer quedar mal ante la sociedad.

- Quién te contó eso?

- Ya terminé lo que tenía que decir, seguiré ocupandome de todos los incompetentes que tiene como guardias, no saben tratar bien a una persona.

- Keyler no hemos terminado de hablar!

- Yo si terminé de hablar archiduque.__ Dirigiéndose a la puerta.__ No sé le ocurra enviar a matarme porque estaría cometiendo suicidio.

- Infeliz!!._ Rabió el archiduque.

- Lo será usted, alguien que alejo el verdadero amor de su hermano solo se llama escoria y que se basa de quitarle la felicidad a otros, no importa si sea de su sangre.

Keyler salió de esa oficina satisfecho de haberle hecho enojar a ese señor que dejó en el abandono al hijo de su hermano.

- Amo Keyler, tengo que ir a mi práctica como caballero.

- No entrenaras hoy día Rubén, necesito que estés conmigo y me enseñes todo de este lugar.

- Con mucho gusto lo haría, pero si no asisto a la práctica, podrían sacarme y ya no sería su futuro escolta.

- Quién es el encargado de tu entrenamiento?

- El General Charlie.

- Bien, vayamos allí y yo pediré el permiso para ti.

- Ese General es la mano derecha del archiduque, podría molestarse amo.

- Sabes si el general acepta duelos?

- Si pero no lo vaya a retar, el es muy cruel y podría salir lastimado, ya vi de lo que es capaz usted pero no podría lastimarlo.

- Eso me anima, tengo muchas ganas de luchar con alguien fuerte.

- Pero amo.