Oren

Mi nombre es Oren Warner. Soy el único hijo de Sebastian Warner. Mi madre no me quería tener así que mi padre le pagó para que me tuviese y cuando nací, ella simplemente desapareció. Mi padre me contó ésto de una manera infantil cuando tenía 8 años y a la edad de 12 la historia sin tapujos.

Llegamos a este lugar en la búsqueda de expansión de la empresa de mi padre. Y efectivamente así fué. La empresa de mi padre es de telecomunicaciones. A penas llegamos la forma en la que la empresa Warner Enterprises hace sus cosas, con calidad y excelencia, derrotó rápidamente a la competencia y se posicionó como la mejor del continente.

Cuando llegamos a éste lugar, mi padre se enfocó mucho en su meta que era expandir el negocio. Yo tenía 9 años y vivíamos en uno de los mejores barrios de la ciudad. Como vecinos teníamos buenas familias también. Siempre que iba al parque del barrio habían muchos niños, pero un día yo me fijé en una pequeña niña, gordita y muy hermosa, vestida con un raro pero hermoso overall violeta, una camiseta blanca debajo, sus zapatos blancos y 2 coletas quien estaba riendo por haber logrado deslizarse en la resbaladilla de una extraña forma, ella tendría como 7 años pero me resultaba demasiado mona como para dejar de verla. Al día siguiente pedí que me volvieran a llevar al parque, pero ésta vez la hermosa gordita no estaba. Así fué por 2 semanas que fuí todos los días a la misma hora y no la volví a ver. Me entristecí porque me había encantado, pero con el pasar de los días me resigné a no verla de nuevo.

Pasaron los meses y años hasta que papá volvió a enamorarse y casarse. A mi Olivia me parecía de lo peor, pero siempre respeté las decisiones de papá. Total ella iba a ser su esposa, no mi mamá, aunque en ésto último estaba equivocado. Esa mujer venía a mi cuarto y se acostaba a mi lado, me leía historias, me hacía cariño y todo y le llegué a tomar aprecio. Antes de que ellos se casaran, ella nos llevó a que conocieramos a su familia. Ya yo tenía 12 años, ya estaba grandecito y pues estaba medio aburrido. Eran un montón de adultos hablando y yo estaba ya fastidiado, hasta que vi descender de las escaleras al ángel más hermoso que hubiese visto. Era la niña del parque, ya más grandecita, pero era ella. No había olvidado su carita y venía sonriendo mientras miraba a sus padres quienes la traían de la mano y la miraban con amor y devoción y ella a ellos. Ésta vez ella venía con un hermoso vestido de color violeta nuevamente y unas sandalias tan delicadas que parecía que se iban a reventar en cualquier momento, su cabello venía tejido de tal manera que parecía una corona entre dorada y chocolate. Yo solo la veía y estaba encantado. No había podido olvidarla, es que es como un ángel.

Se refugió en su madre, una hermosa mujer a la que ella se le parecía mucho. Su mamá también parecía un ángel y su esposo, el Señor Aristizabal la miraba con más amor de lo que mi padre miraba a Olivia.

Yo miré todo a mi alrededor y me fijé que los único niños eramos ella y yo... Le pregunté su nombre y la bella señorita aún no me lo decía hasta que su mamá le dijo algo y ella volvió conmigo y me dijo: Hola, soy Valentina Aristizabal y tengo 9 años, casi 10. Su voz era hermosa. A mis 12 años nadie había causado lo que la pequeña Valentina producía en mi.

Mi corazón se sentía cálido cuando estaba cerca de ella. Seguimos jugando y conversando toda la noche. Era muy inteligente y aún lo sigue siendo. Desde ese día eramos inseparables, nos decíamos TODO aunque ella era la que más hablaba SIEMPRE. Cuando murió su mamá fué devastador para ella. Ellas se adoraban. Mi trabajo desde ese día fué ser su consuelo y apoyo en esos días tan difíciles. Ya no nos veíamos tan amenudo, pero yo hacía todo lo posible por verla. Cuando me faltaba poco para salir del colegio, me desesperaba más porque quería llegar rápido a casa para pedirle mi padre que diera el permiso para ir con ella. Me había fijado que cada que le pedía a Olivia el permiso me decía que no, que quería yo con esa gorda y otras cosas más, que me enojaban pero por respeto no decía nada.

De pronto en casa las cosas comenzaron a ir cada vez peor... Olivia y mi padre discutían mucho, a eces escuchaba mi nombre en medio de la discusión. cuando yo tenía ya casi 14 una noche escuché otra discusión y de pronto a mi padre gritar pero desde arriba de la casa. Salí de mi habitación como rayo pero cuando llegué arriba solo encontré a Olivia gritando diciendo que ella había intentado deternerlo pero nada, que él se había lanzado al vacío. Me afectó mucho la muerte de mi padre. Mi hermosa gordita estuvo conmigo en ese momento, pero tras la pérdida de mi padre me volví frío y poco tolerante, solo encontraba paz cuando Valentina estaba cerca de mi. Pero con mi actitud terminé alejándola a ella también. Y me dolió, porque ella es como el maldito remedio para todos mis males. Estoy profundamente enamorado de ella desde que la vi en ese parque. Y en ese momento en el que ya ella estaba creciendo creí que me volvería loco si algún baboso le comenzaba a pretender. Por fortuna no fué así. Ella nunca buscó a ningún chico, y yo desde las sombras los mantuve alejados de ella también. Vi a varios de ellos mirándola de formas que no me gustaban para nada, pero por suerte al ser grande y aparentar más edad de la que tengo lo ahuyentaba fácil. Ella tenía 13 años en edad, pero en cuerpo parecía de 16. Y esa es una de las cosas que amo de Valentina. Su cuerpo es sin duda alguna un deleite para la vista. Pero soy posesivo con ella. Y ella es mía desde que la vi en ese parque. Cuando cumplió sus 15 se fué a las Bahamas con su papá y para mi era tan satisfactorio saberla con tanto dinero pero tan sencilla que eso solo me hace amarla más. yo ya tengo 18, jamás me ha interesado ninguna otra mujer que no sea Valentina.

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