Con David bajo control temporalmente, el camino de Júnior para ser el líder
cuándo se retirara su padre iba viento en popa, aunque no se confiaba porque
Danilo el hijo menor de Camilo era el más peligroso de los hermanos, Júnior sabía
que este manipulaba a David y que era como una serpiente y actuaba con mucho sigilo a
diferencia de su hermano mayor.
Irene llegó a su oficina y notó que su jefe había
regresado de su viaje, aunque trató de disimular su alegría se sintió emocionada, la verdad
era que lo extrañaba mucho, aunque sabía que él jamás se fijaría en ella como una mujer recordaba cómo la besó y era imposible no sentirse felíz, en un
impulso abrió la puerta de su oficina para saludarlo sin anunciarse.
-Buenos días, Jefe.
Júnior se encontraba en su oficina y se sentía un poco
incómodo aunque su doctor le sugirió tomar varios días más de reposo porque su herida estaba infectada a pesar de que recibió tratamiento
era necesario regresar porque no quería levantar sospechas entre sus enemigos, notó
que su camisa se había manchado con sangre y se la quitó para poderse curar,
fue sorprendido cuándo escuchó que la puerta se abría y que alguien lo miraba
con preocupación.
-¿jefe que le ocurrió?
-No es nada importante Irene.
-¿puedo ayudarlo?
Irene estaba sorprendida al principio, pero luego reaccionó,
su jefe estaba herido y le preguntó si podía ayudarlo, se acercó e intentó ignorar el hecho de que se encontraba sin camisa, mientras limpiaba y
desinfectaba la zona cuidadosamente intentando no lastimarlo.
Júnior respiraba hondo no se trataba de que sintiera dolor era por su dulce tacto que lo mantenía en tensión, el olor de la loción que
ella usaba lo provocaba, él miraba con atención como ella, aunque intentaba disimular
lo miraba con deseo también, no era la primera vez que notaba esa reacción de parte de
una mujer era sólo que Irene le importaba mucho, tomó su mano y ella lo miró con asombro.
-No necesitas preocuparte Irene ya es suficiente voy a
estar bien.
-Disculpe mi atrevimiento
-No hay nada que disculpar Irene.
Junior notó que su actitud hacia Irene fue muy brusca, la
miró y ella lucía contrariada y un poco triste, quería evitarla, pero cada vez le
era más difícil, la tomó de la cintura y la atrajo hacia él, se acercó a su
rostro y rozó sus labios con su lengua, Júnior escuchaba como sus latidos se aceleraban
y ella se estremecía esa reacción lo emocionó mucho, posó sus labios sobre los de ella, primero fue muy dulce y pausado, pero luego fue aumentando su intensidad.
Escucharon el sonido de la puerta abriéndose y se separaron
con tiempo suficiente para qué la persona que entraba no se diera cuenta de lo
que estaba ocurriendo entre los dos, se trataba de Carlos López.
-¿Cuándo pensabas contarme que estabas herido?
Carlos López miró con recelo la situación porque Júnior
estaba sin su camisa y prefirió no hacer comentarios después de todo Júnior ya
tenía 30 años y hasta el momento no se tomaba en serio a ninguna mujer.
-Papá no quería preocuparte – Le dijo a su padre mientras
se volvía a colocar su camisa.
Irene sintió que debía salir de inmediato de la oficina aún
estaba avergonzada debido a lo ocurrido, necesitaba hablar con su jefe porque
ella no era como Diana y aunque le gustaba mucho no estaba dispuesta a ser
su amante.
-Ya le traigo su café Sr. López
-Te he dicho Irene que el señor López es mi papá y no le traigas
café porque no le hace bien
-¿Has hablado con tu hermana últimamente?- Preguntó Carlos
López.
-Si y ya sé que el doctor dijo que debes respetar tú
dieta.
Carlos López miró a su hijo de forma severa porque últimamente todos lo querían cuidar como a un niño
y realmente no le gustaba esa sensación de desvalido. Observó mientras Irene salía
de la oficina de su hijo y cómo el hombre astuto que era se dio cuenta de que a
Júnior le gustaba, le presentó a varias mujeres y este se empeñaba en seguir
soltero por eso decidió no opinar más al respecto y dejarlo en paz, Júnior era
muy parecido a él en su juventud y mientras más lo presionara iba a ser peor su
reacción.
-¿Qué fue lo que pasó?
-David le ordenó a unos de sus allegados que acabara
con su problema, es decir conmigo.
-Júnior no quiero que te manches tus manos con la sangre
de tus primos.
-Es David el que no lo entiende papá.
-Busca una forma de neutralizarlo sin que implique un baño
de sangre dentro de la familia.
-¿No crees que lo he intentado?
-No lo intentes Junior solo hazlo.
-está bien papá
-Recuerda lo que me prometiste
-Si papá jamás voy a hacer eso mientras estés vivo
-¿Y cuándo muera?
-Ya vas a estar muerto así que no te importa lo que
pase
-Voy a volver para espantarte todas las noches si se
te ocurre hacer eso cuando yo me muera.
Junior se rio del comentario de su padre, aunque en
apariencia era muy severo en realidad Carlos López era un padre consentidor, la
única razón por la cual no tomaba represalias más fuertes contra sus primos se debía
a que no quería hacerlo enojar.
Carlos López salió de la oficina y se encontró con
Irene que estaba muy ocupada entre la cantidad de documentos y encomiendas
recibidas pese a que todos sus allegados le decían que era muy torpe su hijo
era muy exigente y el no estaba de acuerdo con esa opinión, Carlos observó cómo se desempeñaba con gran habilidad.
-Gracias por su ayuda Irene.
-No tiene por qué hacerlo señor López el jefe ha sido
muy bueno conmigo es lo menos que puedo hacer por él.
Carlos López era bueno para analizar a las personas y le
pareció que Irene era muy honesta y un poco ingenua y le recordó a Gloria
esperaba que el mundo torcido de los López no la destruyera también.
-Tenga mucho cuidado Irene y no confié en nadie – Le
dijo a manera de consejo Carlos López.
Irene observó como se iba el fundador de la empresa y líder
de la familia y sintió mucho respeto, aunque todos decían que poco a poco se
estaba retirando.
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Comments
katherine soledad silva cotrina
el casi suegro
2023-02-09
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