Las hermanas Fleming

Había decidido quedarse hasta que la ambulancia apareciera. Asi que envió a Carlos de vuelta a su casa con el auto. Para cuando la ambulancia se llevó a la chica embarazada ya eran las cuatro de la mañana.

Aunque Angelica no conocía a aquella familia las acompañó hasta la clínica y allí estuvo hasta que el doctor informó que le habían practicado cesárea a la joven y que tanto ella como el bebé estaban bien, salvo claro, por el disparo en la pierna de la muchacha el cual quedó excusado como "un intento de robo en la casa".

- Gracias por ayudar a mi hermana- le dijo Elimar antes de dejar la sala.

- No tiene nada que agradecerme- dijo ella un poco cansada- Es mi trabajo.

Le tocó tomar un taxi hasta su casa; una casa enorme y colorida situada en un parcelamiento muy nuevo en la ciudad de Cumaná llamado Villa Barbara. Allí su esposo la esperaba sentado en la sala.

- ¿Te acordaste de que tenías casa?- Le preguntó mientras ella se quitaba su abrigo y lo tiraba en el mueble.

- No estoy de humor Jesús- dijo fastidiada y se quitó su blusa blanca. Él miró los moretones en su cuerpo.

- ¿Eso fue anoche?- le preguntó algo preocupado.

- No- dijo ella sacando sus dos pistolas 45- fue hace tres días en Margarita. Un anima me cayó a patadas.

Ella desarmó sus pistolas y las puso en la mesa del centro de la sala.

- Y ni siquiera pensaste en decirmelo- dijo él con reproche.

- creo que... estabas muy ocupado insultandome cuando volví- dijo ella- Por eso no te dije nada.

- Angelica basta- el se puso de pie, era mucho mas alto que ella, como de 1.80mts y cuerpo atletico- No puedes seguir así.

- Jesús, por favor- dijo ella fastidiada- Ya hablamos de esto. No puedo hacer otra cosa.

- No tienes porque hacer esto. Ni siquiera hace falta que trabajes.

- ¿Tengo que recordarte quien paga todo esto?- dijo molesta- No podríamos vivir solo con tu sueldo, no estamos acostumbrados a la clase media.

- Angel...

- Ya callate- se volvió a poner la blusa- voy a ver a Joaquin, y espero... que esta conversación no siga luego.

Odiaba recordar lo divertida y alegre que era su vida antes de casarse. Incluso con su maldicion, la cual la iglesia veía como un don único, ella era feliz, ahora sus únicos momentos felices eran cuando estaba lejos con su pequeño Joaquin de apenas cinco años de edad.

Subió las anchas escaleras que estaban en la sala y llegó al segundo piso, cuyo pasillo estaba repleto de cuadros familiares, no solo de ella, Jesus y su hijo, sino de sus padres y sus abuelos. Tambien estaba repleto de habitaciones, y casi al fondo estaba la puerta de la habitacion de Joaquin, su hijo. Tenia un pequeño letrero amarillo que decia "No alimente al oso". Ella reía cada vez que veia ese letrero.

- Hola...- sonrió ella al entrar al cuarto de su hijo, el cual miraba caricaturas en  un gran smart tv desde su cama.

-¡Mami!- gritó el pequeño y salió corriendo hacia ella.

- ¿Como esta mi peque hermoso?- dijo cargandolo y besando sus cachetes.

Era un niño un poco alto para sus cinco años, blanco, de grandes ojos cafés, cabello negro y cacheton.

- Mami, estás podrida- dijo el niño arrugando la cara.

- Si...- rió ella- Es azufre, bebé. Mami peleó con un demonio anoche.

- ¿Lo mataste?

- No amor...- dijo ella poniendo al niño en la cama- Los demonios no se pueden matar. Solo... lo envié a su casa.

Ella se acostó al lado de su hijo y lo miró a los ojos.

- Adivina que- le dijo.

- ¿Que?- preguntó él.

- Hoy hay "wintortis"

- ¿Vamos a ver a Veronica?- preguntó emocionado.

- Si... vamos a ver a Veronica- rió ella- Eres un sangano.

Le empezó a hacer cosquilla, mientras Jesus entraba a la habitacion. Angelica lo miró por unos segundos.

- Ve a bañarte bebé- le dijo ella a Joaquin- No te quedes mucho.

Joaquin fue corriendo a bañarse, luego ella suspiró y tomó la tablet que estaba sobre una de las almohadas, y se recostó en la cama.

- ¿Que quieres?- preguntó escribiendo en el navegador.

- ¿Vas a casa de tu amiga Winona de nuevo?- preguntó él cruzado de brazos.

- Si- dijo ella sin desviar su atención de la tablet- Quiero verla antes de que se vaya.

- Ah, claro- dijo en tono sarcastico- como no la has visto todo este tiempo.

- Mira esto...- dijo para si misma, ignorandolo- El conejo de la luna asesina a maestro acusado de violar a tres de sus estudiantes. Este tipo es tremendo- Ella miró a Jesus- ¿Tu crees que exista?

Él suspiró y se retiró enojado.

- ¡Puede que sea mujer!- le gritó ella, luego volvio a mirar la tablet- No creo que sea un hombre- agregó.

Su celular sonó, y ella suspiró con fastidio. Lo habia pensado mucho en el hospital antes de encenderlo, pues lo único peor que otra llamada de Winona  aquella mañana, era un mensaje de La Orden, asignándole otra misión. Pero terminó sacando su celular del bolsillo de su pantalon para ver de quien se trataba.

Era un mensaje de Marycer, lo cual la sorprendió, pues ya se iban a cumplir dos años desde la ultima vez que le habia escrito.

- Esto si es una sorpresa- se dijo mientras abría el mensaje.

El mensaje decia "Hola alborotadora". Ella rió y le contesto con un simple "Hola". Entonces volvió a guardar su teléfono y tomó la tablet, para seguir mirando las noticias actuales. Se encontró con un encabezado que rezaba. "¿Donde está Hard Candy?".

- ¿Que?- se preguntó confundida y continuó leyendo lo que decia debajo.

"Cientos de padres en varias partes del mundo estan indignados debido a que el gobierno de los Estados Unidos, se niega a dar información sobre el lugar donde tienen prisionera a la peligrosa criminal Ameria Swank, mejor conocida como Hard Candy"

- ¿Que le pasa a esta gente?- se preguntó- Esa mujer deberia estar muerta.

"Se cree que al ser una ex policia de Nueva York, el gobierno pretende realizar todo el proceso a puertas cerradas para no dañar la imagen del departamento" seguía leyendo "recordemos que entre los crímenes de Ameria Swank, destacan, el secuestro, la prostitucion y el homicidio de mas de cuatrocientas menores de edad, además del asesinato de varios oficiales del departamento de la Policía de Nueva York.

- Maldita enferma de mierda- dijo Angelica con desagrado y puso la tablet a un lado.

Despues de que joaquin se bañó, ella tambien se dio un baño y se vistió lo mas sencilla que pudo, con una franelilla negra, jean y zapatos deportivos. Aunque muy perfumada y peinada, y por supuesto, con gafas de sol, como era su costumbre.

Salió de su casa a las 10:30 am rumbo a casa de su amiga en su Aveo 2009 negro. Joaquin no dejaba de jugar con su tablet en el asiento del copiloto.

- Mami- dijo mirando la pantalla de la tablet- ¿Por que Winona se llama así?

- No sé- rió ella- sus papás son de otro pais, Joa. A lo mejor es un nombre normal donde ellos vivían.

Si, lo mismo se preguntaba ella. Era un nombre muy raro al igual que los nombres de sus cuatro hermanas.

- ¿Si se llamara Miata?- le preguntó ella.

- Ese no es un nombre- rió Joaquin.

La casa Fleming, hogar de Winona, estaba en el parcelamiento Miranda. Era una casa enorme y rosada, de tres pisos y rodeada de hermosas flores. Era la mas notable del lugar.

Angelica tocó el timbre y trás oir los ladridos del pastor Alemán de Wendy, una muchacha bajita y de lisos cabellos rojos abrió la puerta.

- Hola Wanda- le sonrió

La muchacha la miró con sus grandes ojos cafés por un largo momento. Angelica tambien la miró y la detalló. Iba descalza, con una larga camisa negra que no dejaba ver si llevaba pantalón.

- Dios...- suspiró Angelica un poco apenada- Eres Winda ¿Cierto?

- Si- dijo la muchacha en tono serio.

- Lo siento.

- Si, yo tambien- Suspiró la chica y la invitó a pasar.

Dentro de la casa, en una sala tan enorme como la de ella, una chica totalmente idéntica a la anterior. Pero mas sonriente y vestida con una camisa azul claro y un pequeño short de licra blanco la saludó.

- Hola galleta- le dijo la chica en tono dulce y la abrazó.

- Esta si es mi Wanda- dijo ella tambien abrazándola fuertemente.

- Hey- le dijo Wanda en voz baja- mis papás no vienen hoy. Vamos a beber ¿Si?

- Te escuché Wawa- dijo una voz femenina pero grave. Angelica miró a la mujer alta y pelirroja detrás de ella.

- Whitney- dijo Angelica extrañada- ¿Que haces aquí? Yo... pensé que estabas en alemania.

- Vine a pasar esta semana- dijo ella mirandola, luego puso una expresion de desagrado- Por Dios, te pareces tanto a Victor.

- Si, ya me lo has dicho- rió Angelica- ¿Que es de su vida por cierto?

- Ni idea- dijo Whitney y siguió su camino hacia la escalera. Luego Angelica miró de nuevo a Wanda.

- ¿Y Winona?- preguntó

- En la cocina

La cocina era espaciosa y muy limpia, a pesar del desorden de vegetales en el lava platos. La ventana detrás de dicho lavaplatos mostraba la piscina de la casa... donde una chica delgada y con bata de seda blanca se encontraba mojando sus pies, mientras una niña jugaba con un enorme pastor alemán. Ambas eran pelirojas.

- Wendy parece triste- dijo Angelica mirando a la chica de bata blanca.

- Siempre está así- dijo una mujer pelirroja, que estaba picando un pepino.

Esta mujer era mas alta que Angelica pero mas baja que Whitney. Su cabello no era tan rojo como el de sus hermanas y sus ojos eran azul marino. Tenia grandes pechos, y un cuerpo atletico. Y su trasero era perfecto.

- Joa ¿Por que no vas a jugar con Veronica?- le dijo Angelica a su hijo- Está en el jardin con el perro.

- Si- Joaquin salió corriendo de la cocina. Y enseguida Angelica miró a Winona.

- No tienes que irte- le dijo.

- Angelica...- dijo Ella mirandola con fatiga- Ya hablamos de eso.

- Winona, la becada es Winda- le recalcó ella- ¿Que vas a hacer tu en Alemania?

- Winda tiene diecisiete años, necesita a alguien que la represente- Dijo Winona- Ademas...- ella suspiró- Mira como está Venezuela. Ya ni puedo mantener a Veronica con mi sueldo de profesora y no le voy a pedir dinero a mis padres.

Angelica la miró por unos segundos mientras picaba otro pepino.

- Miata Halliwell trató de salir anoche- dijo, y Winona detuvo el cuchillo- Casi lo logra.

Winona se quedó pensativa y luego la miró.

- ¿Dijo algo relevante?- Quiso saber Winona

- Solo que iba a matarme- dijo Angelica- Lo usual.

- ¿Segura?

- ¿Debió decirme algo mas?

- No...- Winona suspiró y siguió cortando el pepino- No sé, Angel... es que hacía mas de cinco años que no sabíamos de ella y de pronto aparece...

- talves quería que me confiara.

Winona terminó de cortar y la miró por unos segundos.

- No se lo dijiste a Victor ¿Verdad?- le preguntó.

- No...- dijo ella fastidiada- Hace años que no se de Victor.

- Bien...- dijo Winona- él no puede saber.

- ¿Por que no?- se quejó Angelica- Hace veinte años nos puso en riesgo al ocultarnos que nuestra compañera de clases, la cual era su novia y nuestra amiga, era un maldito Lilim. El cual ahora quiere vengarse de nosotras, Dios sabe por que. ¿Y tu quieres marginarlo de todo esto ahora? Ni siquiera sabemos por que...

No pudo seguir hablando, pues el beso de Winona la interrumpió. Aquellos labios carnosos eran suficiente para hacerla olvidar todos sus problemas y dolores.

- Te ves tan sexy cuando te alteras- dijo Winona apenas despegando sus labios de los de ella.

- Wino...- dijo ella casi a punto de saltarle encima.

Miraba sus hermosas aunque rudas facciones, su boca grande con labios perfectamente pequeño y rosados y su fuerte barbilla. ¿Como podia ser tan hermosa? ¿Como habia tardado quince años en notarlo?

- Aun sigo molesta por tu actitud de anoche- agregó casi sin aliento.

- Hablemos de eso luego ¿Sí?- Musitó Winona y volvió a besarla.

- Que asco-  dijo la voz seca de Winda que estaba mirando desde la puerta de la cocina

Winona y Angelica la miraron paralizadas, pero sin soltarse.

- ¿Por que no mejor suben? Yo me encargo del almuerzo- agregó ella con desagrado.

- ¿En serio Wiwi?- preguntó Winona desconcertada.

- Si...- Winda puso su clasica expresión de fastidio por la vida- Además yo cocino mucho mejor y lo sabes.

- Pues...- dijo Winona, luego miró a Angelica, si lo pones asi...

Winona salió corriendo de la cocina, casi arrastrando a Angelica de la mano. Winda las escuchó subir las escaleras.

- Asquerosas tortilleras- se dijo ella en voz baja y con desagrado.

En ese momento, Wanda llegó al umbral de la cocina y Winda la miró mientras ella miraba hacia las escaleras que estaban en la sala. Las misma escaleras por donde habian subido Angelica y Winona.

- ¿Que paso?- preguntó ella extrañada y miró a Winda- ¿A donde van?

Winda suspiró y miró a su hermana gemela un momento. Le costaba entender, como una chica de diecisiete años, podia ser tan ingenua. ¿Como no se habia dado cuenta de que Angelica y Winona eran amantes? Ya llevaban dos años siéndolo, y no eran muy discretas.

- Wawa...- Le dijo Winda con expresion de cansancio e ignorando la pregunta por no dar largas al asunto- ¿Quieres ayudarme en la cocina?

- Claro- dijo Wanda con una enorme y hermosa sonrisa- ¿Que quieres que haga?

- Termina de picar eso- dijo ella señalando los pepinos que estaba cortando Winona, luego la miró y frunció el ceño- Pero no vayas a estornudar sobre ellos como lo hiciste ayer con el arroz, por favor.

- Oye, eso pasó de repente, Wiwi- rió Wanda.

- Como sea, no lo hagas.

Las horas pasaban muy rapido para Angélica cada vez que compartía con Winona. Esos momentos parecían tan cortos, que al final del dia, se sentía deprimida.

- ¿Que te pasa?- le preguntó Winona mientras abrazaba sus cuerpo desnudo debajo de las sabanas de seda roja.

- Nada...- suspiró Angelica mientras acomodaba su cabeza sobre los enormes pechos de Winona- Depresion, creo.

- Tan mal estuvo- rió Winona.

- No...- rió Angelica, luego suspiró cansada- No es por esto, es... porque en unos dias, esto será un recuerdo de momentos que no volverán.

- Dramatica- dijo Winona- Te ahogas en un vaso de agua, Angelica. Tu sabes que puedes irte conmigo a Alemania.

- ¿Y alejar a Joaquin de su padre?- dijo Angelica con pesar- No, yo no podría hacerle eso a mi hijo. No soy...

Ella detuvo sus palabras, pues no sabia el efecto que podia causar en Winona.

- ¿Como yo?- dijo Winona de repente.

- No iba a decir eso- dijo Angelica levantando su cabeza para mirarla a los ojos.

- Está bien...- suspiró Winona cansada- Soy un monstruo por nunca haberle dicho al padre de Veronica de su existencia.

- Tuviste tus razones- le dijo ella.

- Fui una estupida, Angelica- dijo ella- No sabes cuanto me arrepiento.

- ¿Y por que no se lo dices?

- Lo haria si supiera donde está- sonrió ella con vergüenza.

- ¿Como se llama?- dijo ella- Tengo contactos en La Orden que...

- Angélica, no- interrumpió Winona de inmediato- No lo hagas.

Ella la miró a sus ojos azules por un instante, tratando de buscar alguna respuesta logica a la terquedad de aquella mujer.

- No quieres que yo sepa quien es ¿Verdad?- le dijo- ¿Acaso lo conozco?

- Basta...- le dijo ella, y luego sonrió- No fue nada en mi vida, si eso te tranquiliza.

Angelica la siguió mirando, luego suspiró y volvió a recostarse en sus pechos.

- No...- suspiró- no me tranquiliza.

En Alemania ya eran mas de las cuatro de la tarde de aquel sabado. Violett, estaba sentada en el porche de su casa, vestida con una delgada y corta bata blanca que apenas cubria sus pálidos muslos y sus pequeños senos, y mirando hacia el verde bosque que la rodeaba, cuando un hombre rubio, de traje y corbata, ambos negros, apareció de la nada frente a ella.

- Lo encontramos- Le dijo el hombre.

Aquella niña que aparentaba tener unos trece años apenas, sonrió emocionada. Aplaudió con sus manos a la altura de sus ojos color lila mientras su cabello morado revoloteaba con el viento.

- Con este ya son dos libros- dijo el hombre.

- No, no- sonrió la muchacha levantando su dedo indice a la altura de su propia nariz- No puede decir eso señor Dorian. Aun no tenemos los dos libros.

- Pero sabemos donde están. Es solo cuestion de tiempo para...

- El libro de la luna ahora está en manos del Conejo De La Luna- interrumpió ella- No será facil quitárselo, tiene una aliada omnisciente que puede avisarle sobre cualquier cosa que se le avecine, incluyéndome.

- Si pero...

- En cuanto al libro del sol...- volvió a interrumpir ella- ya fue utilizado una vez hace mas de ciento ochenta años. Así que por ahora es inservible para quienes buscan sus poderes. Significa, que quien lo tiene sabe lo que puede hacer con él si consigue los otros cuatro libros.

- ¿Señorita?- dijo el hombre confundido.

- ¿Quien posee el libro del sol, señor Dorian?

- Una exorcista llamada Angelica.

- La fama de Angelica Trujillo es bien conocida por mi- Dijo Violett- No es alguien con quien se deba jugar. Asi pues... si quieres tener exito total y rotundo, es necesario que no solo tomes el libro del sol, sino tambien la vida de Angelica y toda su familia.

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Comments

Winona Fleming

Winona Fleming

gracias por lo del trasero perfecto

2022-11-08

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