Batalla interna

Tianna no pudo contener su indignación ante tal actitud que habían adoptado sus abuelos, pues estos le habían contado acerca del testamento del abuelo de María Inés y Fausto.

Solo diciendo del cambio de testamento pero omitiendo lo que había ocurrido en aquel año....

El abuelo Yaiz, era quien había fundado la empresa y había llevado a la familia Yaiz dónde se encontraba , adoraba a su nieta más que a nada en el mundo, incluso más que a su único hijo, el padre de María Inés.

Estela, se embarazó de gemelos y dió a luz a Fausto y María Inés, siendo Fausto el mayor, pero para el abuelo, María Inés era la luz de sus ojos, pues siempre había deseado tener una hija, lamentablemente su esposa no pudo concebir de nuevo.

Mientras crecían, Fausto siempre observó con envidia a su gemela, pues era notaría la diferencia entre uno y otro , ya que mientras a María Inés el enseñaba personalmente el abuelo , él era obligado a estudiar arduamente por demasiadas horas al día por un grupo de maestros que solían regañarlo y en algunas ocasiones llegaron a castigarlo, dejándolo de pie en una esquina de la habitación por horas.

Cuando María Inés decidió irse de allí afirmando estar enamorada de Arturo, rompió el corazón de su abuelo, pues no esperaba que su nieta hiciera tal cosa.

Por lo que decidió darle un voto de confianza a Fausto y otorgarle el poder de la familia, solo hasta que María Inés volviera, contrario a esto, si su nieta no volvía después de 10 años, la familia quedaría en manos de Fausto definitivamente.

Poco después de firmar su testamento donde esto quedaba estipulado, el abuelo Yaiz murió de infarto, casualmente el mismo día que nació Tianna.

Tianna sintió náuseas de aquellas personas fueran su familia, comenzaba a creer que solo estaban fingiendo ante ellas una falsa amabilidad y cariño, se decidió a investigar más a fondo sobre el dichoso testamento.

Las palabras de Arturo aún resonaban en su cabeza, dándole a entender que Arturo en su vida pasada había sacado provecho a la familia Yaiz a través de ella.

Los días pasaron y Tianna fue inscrita en el mejor colegio de la ciudad , la pequeña pronto se sintió aburrida volver a estudiar, pronto fue considerada una prodigio en el colegio.

Su ventaja era que ya sabía todas las cosas que en el colegio enseñaban, por lo que parecía adelantada a su grupo, ganando la simpatía de los maestros y rápidamente convirtiéndose en la favorita.

Las niñas de su edad sentían envidia de ella, por lo qué una valiente decidió molestarla, Tianna tenía la costumbre de sentarse a leer bajo un gran árbol en el jardín posterior del prestigiado colegio, ese día no sería la excepción.

Tianna caminó hacia el jardín durante el receso, cuando fue interceptada por la niña que solía ser la favorecida por los maestros.

- Así que tú eres Tianna Yaiz -

Dijo la niña con su voz infantil y chillona, Tiana frunció su pequeño ceño y le miró fijamente, no quería ponerse a perder el tiempo con ella, se hizo a un lado y trato de pasar de ella, pero la pequeña le dió un empujón, haciendo que cayera al suelo.

- No puedes ignorame , soy Nora Long, ¿ a caso no sabes quiénes son los Long ? .

Tianna comenzó a reír a carcajadas al escuchar a la pequeña, olvidando por completo que ella tenía la misma edad ante los ojos de los demás, se levantó del suelo y se acercó peligrosamente a ella.

- Eres muy estúpida, estás ofendiendo a la única persona que jamás debiste ofender -

Dijo Tianna en tono amenazante, la pequeña sintió temor al notar el brillo en los ojos de Tianna, pues parecía un animal salvaje a punto de atacarla.

- Niñas, ¿ que hacen aquí ? , vamos de regreso al aula, el receso a terminado. -

Dijo una de las maestras interrumpiendo a Tianna quien estaba a nada de dar una bofetada a la pequeña, recordó su edad y cuerpo y se alejó de allí rápidamente.

- Debo controlarme, no puedo perder los estribos tan fácilmente, cómo quisiera crecer en un parpadeo y listo -

Se dijo a si misma mientras caminaba de regro al aula, llevaba la vista al suelo por lo que no se percató de que había una pequeña frente a ella y terminó por chocar con ella.

- ¡ Auch ! -

Exclamó la pequeña pelirroja en el suelo, levantó su vista y se encontró con los ojos marrones de Tianna .

- Oh, hola, soy Eva -

Dijo la pequeña para sonreír después de terminar sus palabras, mientras ofrecía su mano para estrechar la de Tianna, quien observaba a la pequeña detenidamente, sus grandes ojos verdes y las pequeñas pecas en su rostro la hacían lucir igual a la muñeca que había tenido en su vida pasada en casa de los Black.

Estrechó su mano con la de la niña y le sonrió, ambas regresaron al salón de clases juntas, Eva le contó a Tianna que ese era su primer día en la escuela, sin imaginar ninguna de las dos lo que el destino les tenía preparado...

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