Reunión de estudiante.

Ese día, el clima era tan bueno que Ximena no pudo encontrar una excusa para asistir a la reunión. Tenía la sensación de que Lucia y Simón, esa pareja infiel, aparecerían juntos allí.

Desde la primera vez que Ximena y Lucia se conocieron, a Lucia siempre le gustó competir con ella. Esta vez, Lucia le había robado a Simón de sus manos y por la personalidad de Lucia, estaba segura de que usaría la reunión como una excelente oportunidad para presumir. Después de todo, en la universidad, Simón era rico y uno de los hombres más guapos del departamento.

Ximena no sabe qué le hizo a Lucia para verse a sí misma como la rival de Lucia, pero Ximena nunca la consideró como una rival ya que competir con alguien constantemente era demasiado agotador y poco interesante.

Desafortunadamente, Lucia no pensó como ella y felizmente compitió con ella todavía.

Después de recibir una llamada del departamento de recursos humanos de la empresa informándole que su renuncia ha sido aprobada, Ximena se apresuró a ir a la empresa a recoger sus pertenencias y despedirse de sus compañeros con los que se llevaba bien.

Las personas en la oficina no eran tan sensibles, entonces, ¿cómo no iban a saber lo que había sucedido? Sus pensamientos permanecieron ocultos detrás de la superficie mientras le decían a Ximena que se mantuviera en contacto con ellos antes de intercambiar bromas.

Ximena no era tonta, era bien sabido que todos trabajaban solo para alimentarse y nadie ofendería a otra persona sin una razón. Después de intercambiar cumplidos con todos, cargó sus pertenencias para irse. Después de todo, nunca querría volver a poner un pie en esta empresa.

No renunció porque no podía soportar a sus superiores o ganarles. Originalmente, solo había decidido renunciar porque planeaba unirse a la compañía de Simón. Desafortunadamente, Simón engañándola no era parte de su plan.

Por eso había un dicho, que los hombres hasta el día en que mueren, nadie sabe qué es exactamente lo que hay en ellos. Aunque ese dicho puede ser un poco excesivo, no fue dicho sin razón.

Cargando sus cosas por un ascensor, Ximena nunca pensó que vería a Lucia sentada en el café en la planta baja del edificio con el colega que robó sus documentos.

Ximena frunció el ceño y comprendió muy rápidamente lo que había sucedido. Sus labios se torcieron y se dio la vuelta para llamar a un taxi, ocultando el frío en sus ojos.

Laura ya se había ido al trabajo cuando Ximena regresó a la casa de Laura. Ximena abrió el refrigerador y estaba vacío. No quedaba ni una sola rebanada de pan. Ximena sonrió. ¿Cómo podría olvidar? Laura, esa chica, nunca cocinó.

De vuelta en la universidad, de las cuatro personas en el dormitorio, ella era la única que podía cocinar algunos platos. Fue una pena que ella solo supiera saltear pak choi (repollo blanco) y varios otros platos similares. Cualquier cosa que requiriera más habilidad, ella no podría hacerlo.

Pensando en todo tipo de sabrosas comidas caseras, Ximena agregó otra condición para buscar marido: debe saber cocinar.

Al encender su computadora portátil, Ximena encontró algunos trabajos adecuados para ella en Internet. Eligió dos empresas que cumplían con sus requisitos y les envió su CV antes de ir a comer.

En un restaurante chino ordinario, la expresión de Ximena cambió después de recoger el menú. Resulta que el salteado de pak choi (repollo blanco) había aumentado a 12 dólares por porción. De repente sintió que seguir viviendo en este mundo no era realmente fácil.

A mitad de la comida, Laura la llamó y le informó que la reunión de estudiantes se llevaría a cabo en el restaurante Tati Rui y Laura iría allí directamente después del trabajo. Y en cuanto a Ximena, tuvo que ir sola al restaurante.

Restaurante Tati Rui, es uno de los lugares más caros de la ciudad. Ximena había estado allí dos veces para las cenas de su empresa. Aunque la comida no era la mejor, la decoración y el servicio eran geniales. La mayor función del restaurante era permitir que la gente hiciera alarde de su riqueza.

Ximena se sintió presionada. Sabía que en estas reuniones, hacer comparaciones entre sí era algo importante.

Una vez que terminó su comida, regresó a casa y eliminó su historial de búsqueda de la tarde. Con calma se cambió de ropa y se maquilló, preparándose para el reencuentro.

Ximena llegó al punto de encuentro a tiempo y la gente allí parecía familiar, pero no podía reconocer a la mayoría de ellos. Todos estaban vestidos con pulcritud y se mostraban dignos, mostrando cuántos de ellos tuvieron éxito.

Saludó a todos, ya sea que los reconociera o no y se sentó en un sofá ubicado a un lado para tomar té. Una compañera de clase de la universidad, Olivia rojas, se sentó a su lado. Siguió mirando a Ximena, aparentemente como si hubiera querido decir algo pero se detuvo.

Ximena tomó un sorbo de su té. Al ver la expresión de Olivia, sonrió y preguntó

-Olivia, ¿qué pasa?.

Aunque ella no estaba en el mismo dormitorio que Olivia, su relación no era mala. Para que Olivia revele tal expresión con su personalidad contundente, debe ser algo difícil de decir.

Olivia miró a Ximena, quien era considerada una de las bellezas en su departamento y dijo suavemente

-¿Está bien tu relación con Simón? Cuando tengas tiempo, deberías pasar un rato con él.

Su lugar de trabajo no estaba lejos de la empresa del padre de Simón y había visto a otra mujer en el automóvil de Simón un par de veces.

A Ximena le dolía el corazón, pero sonrió con fuerza. Nunca había pensado que el engaño de Simón ya era conocido por otros mientras ella, la novia, se mantenía en la oscuridad. Pero al mirar a Olivia, decidió que era un buen momento para revelar que se lo habían arrebatado. Ocultando sus amargos sentimientos, Ximena dejó su taza

-Él y yo ya hemos...

Antes de que pudiera terminar, vio el cambio de expresión de Olivia, por lo que se volvió hacia un lado, solo para ver a Lucia apoyada en el brazo de Simón mientras caminaban hacia ella. Mientras caminaban, actuaban íntimamente como si temieran que los demás no supieran que eran pareja.

-¿No es ese el chico más guapo de nuestro departamento, Simón Verá?

Alguien dijo cuando reconocieron a Simón.

-¿No era su novia del departamento de administración, Ximena Colin, una de las bellezas del departamento? ¡¿Cómo es que la persona a su lado ha cambiado?!

Las miradas instantáneamente cayeron sobre Ximena, algunas con simpatía, algunas simplemente curiosas y algunas disfrutando de su desgracia. Pero sin importar si la miraban con simpatía o en broma, la atmósfera se había vuelto incómoda.

En aquel entonces, cuando Simón persiguió a Ximena, mucha gente en el departamento lo sabía. Pero ahora que la cenicienta que se convirtió en princesa había vuelto a caer, eran muchos los que la miraban como si fuera una broma.

La mente de Simón divagó cuando Lucia se acurrucó en su brazo. Su vista se posó en Ximena, pero al escuchar lo que alguien de entre la multitud había dicho y al ver la cabeza baja de Ximena, sus sentimientos se volvieron complejos por un momento.

Le gustaba Ximena. Si no lo hubiera hecho, no habría pasado tanto tiempo persiguiéndola originalmente. Pero ningún hombre puede aceptar solo besos y abrazos de una novia de dos años y que no está dispuesta a pasar a la etapa final.

Es un hombre, no un santo y Ximena estaba demasiado absorto en sí mismo. Incluso él no podía decir si Ximena realmente lo amaba. Justo como ahora, ella estaba sentada justo allí, pero él no podía decir lo que estaba pensando.

Lucia, sintiendo que Simón no se estaba enfocando en ella, tiró de su manga y apoyó la cabeza en su hombro, sonriendo mientras le presentaba a algunos de sus compañeros de clase de la universidad con un toque de orgullo.

-¿Qué está tan orgullosa de ser la amante?

Olivia frunció el ceño con odio. No queriendo ver el rostro orgulloso de Lucia, colocó una mandarina en la mano de Ximena.

-¿Cómo estás recientemente?.

Ximena sabía que Olivia quería desviar su atención y no dejar que esos dos afectaran su estado de ánimo. Ella aceptó la buena voluntad

-Puede comer, puede beber, lo que es bueno. Escuché que te uniste a una empresa con fondos extranjeros, ¿cómo son los beneficios?

-Qué bueno puede ser. No es bueno tratar con esos extranjeros. Si encontrar un buen trabajo no fuera difícil, quién estaría dispuesto a trabajar para ellos.

dijo Olivia mientras rechinaba los dientes.

-No solo eso, incluso te dirán cuánto tiempo debes usar un bolígrafo para firmar, realmente hay un límite de cuánto puedes aguantar.

-Ese sigue siendo mejor que mi lugar anterior. El jefe pide al gerente de cada departamento que sume el uso de papel cada semana.

Ximena palmeó el hombro de Olivia.

-En este mundo, los empleados comemos menos que los gatos, dormimos más tarde que los perros y nos levantamos más temprano que los gallos. Ten más espíritu.

Olivia soltó un suspiro y partió la mandarina pelada por la mitad de la mano de Ximena,

-Necesita ser como Adrian Jones, creando una empresa solo. Ser tu propio jefe sería genial.

Al escuchar a alguien más elogiar a Adrian nuevamente, Ximena mantuvo la calma y dijo

-Puedes casarte con él y convertirte en la esposa del Ceo.

Olivia suspiró profundamente,

-Ximena, debes saberlo, ¡él es Adrian Jones! No digas que te cases con él, sería un honor hablar con él.

Ximena metió inexpresivamente su mitad de la mandarina en la boca de Olivia para demostrar que no tenía muchos pensamientos sobre este hombre legendario. A menudo no tenía mucha opinión sobre los hombres que captan la atención de muchas mujeres.

-Ximena, ¿tu estado de ánimo parece muy bueno hoy?

Lucia empujó a Simón a su lado para que se sentaran juntos e intencionalmente mostró el anillo en su dedo. El brillo del anillo de diamantes era deslumbrante.

Tomando una servilleta para limpiarse las manos, Ximena no pareció afectada por la provocación de Lucia y solo frunció el ceño ligeramente,

-¿Esperas que esté de mal humor?.

-¿Por qué lo haría? Nos conocemos desde hace tantos años. Por supuesto que desearía que vivieras cada vez mejor.

Lucia sonrió ampliamente mientras su mirada se posaba en la piel de mandarina sobre la mesa frente a Ximena.

-Escuché que comer demasiada mandarina acumularás energía negativa en tu cuerpo, deberías comer menos.

Olivia, que se sentó junto a Ximena, hizo una pausa y miró la fruta en sus manos antes de hablar con tristeza

-Lucia, no te he visto en mucho tiempo. Cada vez te pareces más a una madre.

La expresión de Lucia se puso ligeramente rígida y vio media mandarina en la mano de Olivia. Inmediatamente, supo que su oración anterior también había ofendido a Olivia, por lo que frunció los labios y sonrió

-Eso es natural. Normalmente estoy preocupado por Simón, así que he formado este hábito.

Ximena miró de reojo a Simón antes de levantarse para irse. Ya no podía molestarse en escuchar las burlas infantiles de Lucia, pero Lucia la agarró del brazo.

-Ximena, ¿sigues culpándome por estar junto a Simón?.

Las cejas de Ximena se arrugaron. ¿Lucia actualmente quiere actuar como una lamentable protagonista femenina en esos dramas románticos?

Esta acción de Lucia no pasó desapercibida y todos a su alrededor los miraron a las dos. Al ver que Ximena se veía incómoda, Simón no pudo evitar advertir

-¡Lucia!

Después de que Simón habló, los ojos de Lucia se atenuaron pero se aferraron al brazo de Ximena y dijeron

-Ximena, me gusta Simón, ¿no se han separado ustedes dos? ¿Por qué sigues enojada conmigo?

Todos miraban de cerca a Ximena.

Sentada a un lado, Olivia se quedó atónita al ver lo que sucedió y se sintió arrepentida. En este mundo, realmente había alguien que era tan bajo. Realmente no sabía cuán dura podría ser Lucia para poder decir algo así en voz alta.

-Ximena, dijiste que me encontrarías en la entrada. ¿Por qué es que yo ya estoy aquí y tú todavía estás allá?

Se escuchó una voz profunda y agradable de un hombre. De repente, una mano agarró el brazo de Ximena y sacudió la mano de Lucia suavemente sin dejar rastro.

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