Complacerlo
Eduardo soltó una sibilina carcajada sincera, le parecía “gracioso” que aún él bebe no hubiera nacido y esa mujer ya quería hacerse cargo de los bienes de la familia. El ama de llaves que estaba al otro lado también pensó que Cristina era ambiciosa. Pero Cristina pensó que quería una parte de la fortuna familiar por el bien del niño, y no había razón para molestar a la familia Ortega.
—Tengo que admitir que tu comentario fue bastante jocoso, aun así, tengo que decirte que lo iba a hacer, aunque no lo hubieras dicho —me aferre a su brazo y con ansias pregunte.
—¿Cuándo te puede ir bien para tener el bebé? —abrió sus ojos sorprendidos, no esperaba que estuviera más ansiosa que él.
—Señora Sánchez, prepare mi habitación para que la señorita Cristina pueda dormir en ella esta noche —El ama de llaves, muy sensatamente acepto retirándose. Eduardo, me miro, he índico sin pelos en la lengua.
—Quiero que te des un baño, me gustan las mujeres limpias en mi cama. —Asentí sin problema a su pedido sincero, y dije exigente también.
—Entonces a mí me gustaría que utilizara champú para hombre, me gusta mucho ese olor… —le guiñé el ojo retirándome.
¶
Antes de ir a la habitación me di un baño de espuma con esencias aromáticas de lavanda cítrica, pedido de Eduardo. Al parecer era un hombre exigente a la hora de tocar a una mujer, no me disgustaba, pero era curioso como me lo había pedido sin cortes y directo, era un hombre daba a entender nada, te lo decía claro y punto. Un poco nerviosa, sin saber cuál iba a ser las expectativas, salí de la bañera, me puse una bata y sequé un poco mi cabello. Me dirigí a la habitación, empuja la puerta y cerrando detrás de mí, me encontré con Eduardo esperándome delante de la ventana, se giró hacia mí con su camisa de botones completamente abierta, dejándome ver su blanca piel satinada, tenía leves indicios de cuidar su físico, pero la delgadez de su fisionomía lo escondía, algunos mechones de su cabello rojizo como el cobre caían sobre su rostro, era un hombre realmente guapo.
—Que bien huele… —indique al darme cuenta de que hacía cumplido mi demanda. Camino en silencio hasta mí, estiro su mano tocando mi cabello, paso su mano por mi rostro deslizando su pulgar por mi labio inferior. Sin esperar a que él me besara tuve el impulso de dar el primer paso y probar sus rosados y carnosos labios, sorprendido un segundo me tomo de la nuca profundizando aquel beso mientras su lengua se deslizaba y cuando me soltó para decir.
—Eres muy atrevida, Cristina soriano… —me empujo hacia la cama provocando que se abriera mi bata mostrando mi desnudes. Mi respiración se empezó acelerar, sintiendo su intensa mirada sobre mi cuerpo, escaneándome con detenimiento.
—No me vuelvas a lazar así…
—Y si quiero que, date la vuelta…
—¿Por qué? —dije confusa frunciendo el ceño.
—Porque te lo estoy pidiendo yo… —indico con una seria expresión demandante que era imposible de negar. Me giré lentamente poniéndome boca abajo mientras miraba la cabecera de la cama expectante, ¿acaso tenía algún problema de disfunción eréctil? Sé que tenía un lindo trasero, pero no era necesario esto…
—Así estoy bien… Esposito. —Indique con broma girando mi cuello un poco para ver que hacía, nuestros ojos conectaron y con una cacheta en mi trasero propino haciendo soltara un chillido.
—No me mires, ¿entendiste? —confusa, pregunté.
—¿Y ahora por qué? —aferro sus manos en mis caderas provocando que pegara un respingo.
—Porque me molesta tu cara, no necesitó verte para lo que haremos…. —sentí como la cama se hundió. Paso su mano por mi espalda provocando que mi piel se erizara, tomo mi cuello hundiéndome en la cama.
—Eduardo… estás siendo muy brusco — indiqué abrumado sin poder moverme. Se inclinó hasta mi oído y susurro muy cerca.
—Relájate… Será rápido —deslizo sus manos acariciándome cada terminación nerviosa de mi cuerpo, a pesar de que aquella situación era incómoda y aterradora… no podía dejar de sentir placer, cerré mis ojos sintiendo como se movía dentro de mí sin contemplación mientras nuestras voces empezaron acompasarse.
¶
Por la mañana me desperté por el sonido de la tos de Eduardo. Todo lo que había sucedido la noche anterior había pasado muy rápido, y la idea de convertirme en la mujer de Eduardo y tener un hijo con él, me había hecho sentirse un poco tímida. Era un camino sin retorno, y cuando tuviera un hijo, no tendría que volver a sentirse oprimida por nadie más. Alcé mi mirada y me encontré a Eduardo que se estaba vistiendo,
—Buen día, tío…
—¿Tío? —increpo con frialdad apuntando su camisa mientras me miraba, puesta en mi error, me di cuenta de que lo tuve que haber llamado “Señor Salva”
—Perdón, señor Salva… —soltó un leve rechisto, para decir.
—La espero para comer, señorita Cristina.
¶
El ama de llaves estaba ansiosa porque Eduardo ni siquiera tocaba la comida. Así que cuando bajé, la tensión en el ambiente era insoportable, parecía a punto de ser enjuiciados. Dispuesta a echarles una mano, propuse.
—Señora, Sánchez recoja el plato del señor Eduardo, creo que tengo una idea. —fui a la cocina para preparar tres platos mexicanos, autoría de mi madre, y un consomé de pollo, así como un plato de porotos recién hervidos. Cuando la señora Sánchez le llevo los platillos en mi compañía, Eduardo probó un bocado con desconfianza, su expresión cambio levemente.
—Está delicioso…—murmuré débilmente, recientemente había perdido el sentido del sabor porque siempre tomaba medicinas muy fuertes, pero ahora sentía los sabores estallar en mi boca. Esa comida era más que la noche anterior y justo en ese momento, el ama de llaves se sirvió para comer. El ama de llaves también sintió incomparablemente la sazón de aquella comida, resulta que Cristina había añadido algunas hierbas a los platos, y eso podía hacer que la gente tuviera más apetito, al final todo entraba por los ojos.
ay... Eduardo eres más difícil que un sudoku mal terminado... esperemos que trae este personaje, y por cierto me encanta la personalidad de cristina, como se hace la inocente para cumplir sus propósitos. Es peor de lo que pensamos.
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Comments
Yngrid Vallejo
hay Cristina yo pensé que era virgen pero no toda una amazona jajaja
2024-03-28
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Aracelys
será que no era Eduardo el que tuvo relaciones con Cristina?
2023-11-04
0
Astrid Yorlady Gallego Ramirez
Vaya que esa chica tiene bien claro lo que quiere y esta dispuesta a todo con tal de hacer sentir mejor a Eduardo
2023-06-14
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