EL CORAZÓN DEL HEREDERO
El hijo de un amante.
—No olvide complementar los suplementos con alguna vitamina. —Firme la autorización y con una sonrisa se la entregue.
—Muchas gracias doctora.
—Que tenga buen día. —La chica salió de la consulta, y con calma miré en la lista de mi computadora la siguiente paciente.
—Lucero León… —murmure, tome el teléfono de mi oficina y llame a recepción para que hiciera el llamado de la siguiente paciente.
«Lucero León, por favor diríjase al consultorio 201»
Mientras esperaba unos minutos a que la paciente ingresara, reacomode los papeles de mi paciente anterior. Mi celular se encendió un momento, eche una mirada rápida y me fije que era un mensaje de mi hermanita, sonreí levemente cuando escuche la puerta abrirse.
—Siga por favor siéntase, Lucero León, ¿verdad? —alce mi mirada de su historial médico, y una sorpresa surco mi semblante al ver lo guapa que era la mujer, de una tez blanca y perfecta, unos labios pequeños… parecía una modelo. La chica se sentó con una triste expresión y dijo.
—Buen día, doctora.
—Buen día, señorita León, cuénteme cuál es la razón de su visita. —Guardo silencio a mi pregunta, provocando que de nuevo alzara mis ojos de la computadora.
—Yo… yo estoy embarazada. —Sonreí y con rapidez solté.
—Felicidades, señorita Leona, ¿cuántos meses tiene de embarazo? —dije mientras escribía todo en su historial médico.
—Voy a cumplir las doce semanas… —dijo, pero no parecía muy feliz, omitió aquel detalle y pregunté.
—Okey… me he fijado en su historial, que aún no se ha realizado su primera ecografía, es importante saber cómo está creciendo, él bebe. Le haré una orden para que se realice una.
—Eso no es por lo que vine hoy, doctora… —me detuvo de improviso, la miré y dijo con lamento.
—Quiero abortar este niño —sorprendida, la mire en silencio, y pregunte.
—¿Usted está segura de esta decisión? Mire si quiere puedo aconsejarla… —intente sacar con rapidez un folleto de mi cajón cuando escuche contúndete.
—¡¿Qué no me oyó?! —propino enojada —No quiero folletos ni consejos, esta es una decisión que ya tomé… quiero abortar y no estoy en todo mi derecho de hacerlo como la ley muy bien me ampara.
—Está bien… solo quería que lo pensara bien, porque no abra vuelta atrás —sin decir nada a mis palabras, solté un suspiro y tome profesionalidad. Saqué un formulario para que llenara y dije.
—El padre también tiene que firmar… —le recordé, y vi como su mano que estaba a punto de firmar se detuvo, alzo sus ojos pensativa y soltó apurada.
—No está, firmaré yo por él —Y con fluidez hizo un rápido garabato, dejando con fuerza el esfera sobre la hoja.
—¿Cuándo será? —sin mirarla demasiado solté.
—Le autorizaré la operación para mañana. —Indique
—¿Mañana? No, quiero que sea para hoy mismo. —La miré incrédula y solté.
—Es muy tarde ya, señora León. Porque no vine mañana con más calma y con los pensamientos más claros.
—¡Ya le dije que no! Si es por dinero tenga una recarga adicional… —dijo con desespero rebuscando en su bolso.
—¿Señora León, por quien me toma? No se trata de eso, intento convencerla por su bien de que se tome hasta mañana porque la veo muy alterada.
—¡Creo que la que no entiende es usted! —increpo levantándose con un fuerte golpe en la mesa.
—Yo necesito sacar este niño… su padre… él… —sin poder terminar estallo en llanto, me acerque hasta ella conmovida por su evidente dolor, pose una mano en su hombro viéndola llorar.
—Está bien… lo haremos, pero tiene que calmarse…
—Gracias…
¶
Prepare el quirófano como siempre lo hacía, un lado de mí, me recriminaba por la prisa de la situación, en otras circunstancias estoy seguro de que hubiera decidido con más frialdad, en este trabajo siempre tenías que ser objetivo y profesional, pero no me imaginaba lo desesperada que tenías que estar con aquel hombre como para tomar la decisión tan drástica de abortar. Me acerqué a ella y con una expresión de calma le dije.
—No te preocupes, pasará rápido… no sentirás nada —me miro inclinada en la silla en silencio.
—Muy bien, empecemos…
—Señora Cristina, su novio Guillermo, la está buscando —la mire con extrañeza y propine con confusión.
—¿Ahora? Dile que estoy ocupada en una operación, tenemos que empezar ya —increpe pensativa, no entendía por qué Guillermo estaba aquí, pero tenía que mantenerme concentrada para terminar esta operación con éxito. Me puse los guates y le pedí a mi asistente que me pasara el primer instrumento.
A punto de iniciar, vi de reojo a Guillermo en la puerta doble del posoperatorio mirándome con una tétrica, he insana ira, incrédula sin entender que pasaba, detuve todo quitándome el tapabocas y los guantes para enfrentarlo. De repente Guillermo mira a Leonora en la camilla, me mira a mí… y un escalofrío pasa por todo mi cuerpo provocando que detuviera mis pasos a mitad de camino. A paso rápido se dirigió hacia la mujer, pasando por mi lado, ignorando por completo mi presencia. Entonces le escuché decir.
—¿Quién te dio el derecho para tocar a ese bebé? —me gire hacia él débilmente, sin entender nada de lo que decía. ¿Qué tenía que ver él con esta operación? Aquella mujer se irguió al ver a Guillermo acercarse a ella, y débilmente le llamo.
—¡Guillermo! Esposo… que bueno que viniste, estaba tan asustada. ¡Tu prometida se enteró de que estaba embarazada y me obligó a deshacerme de nuestro bebé! —indico la mujer acurrucándose en su hombro de Guillermo mientras lloraba.
—¿Qué? Esa mujer…— murmuré congelada. —¿Tiene a tu hijo…?
—De verdad ibas a hacer capaz de matar a un niño inocente, Cristina… si no hubiera llegado entonces…
Cristina sabia que Guillermo siempre había sido una persona absurda, pero nunca se imaginó que lo fuera tanto. Él tenía un hijo con otra, y ahora seguía haciendo una escena delante de ella. Ella comprendió que le habían tendido una trampa, no conocía a esa mujer, y mucho menos que estuviera embarazada de Guillermo, pero esa mujer definitivamente la reconocía, porque todos en la ciudad Vallarta sabían que era la prometida de Guillermo. Él ha tenido muchas mujeres afuera de casa a lo largo de los años, pero Cristina solamente se hizo de la vista gorda porque estaba ocupada con su trabajo, y tanto ella como Guillermo sabían que se trataba de un pequeño truco de esa mujer, Lucero.
—Se acabó, me voy de este lugar…—Guillermo tomo a lucero en brazos frente a todo el hospital que parecía que se había enterado de aquel bochornoso altercado. ¿Y dejarme ser la comidilla de todos sin siquiera una explicación? No se lo iba a permitir, a punto de cruzar la puerta le increpé.
—¿Te irás sin ninguna explicación de tus acciones? ¡Tan cobarde eres!
—¡Este bebé no es una amenaza para tu status! —¿Quería dar a luz a ese bebé mientras aún estaba casada con él?
—¡No puedes irte y dejarme así! Decide… o esa mujer o tu prometida —Guillermo se quedó mirándome por unos segundos y sin remordimiento soltó.
—Tú me necesitas más de mí, de lo que yo te necesito. Así que no lo arruines… —Apreté mis puños sintiendo un profundo dolor el pecho, mi garganta se cerró fruto de unas inmensas ganas de llorar.
Todos siempre decían que Guillermo sentía un profundo amor por mí, y lo hubiera creído si no fuera porque siempre fue mujeriego, sin remedio, y si no fuera porque aún sigue ayudando económicamente a mi familia, no mencionaría nuestro rompimiento. Pero estaba cansada…
—¡Rompamos! — grité corriendo para alcanzarlo en el ascensor. Me miro incrédulo soltando un desconcertado.
—¿Hablas en serio?
—Lo que oíste… puesto que ahora tienes un bebé y no te hace falta mujeres en tu entorno, no es necesario que ocupe un puesto que hace tiempo ha dejado de pertenecerme. Así que si… hablo muy en serio —solté desahogando aquel duro en mi pecho.
Lucero también se sorprendió al escuchar las palabras de cristina, ya que no mucha gente había sido capaz de robarle la posición a lo largo de los años, pero ahora tenía la oportunidad que tanta gente había soñado de convertirse en la señora Ortega.
—Si eso es lo que quieres… —y Lucero sonrió triunfante en los brazos de Guillermo mientras las puertas del ascensor se cerraban, dando un cierra a su relación.
jelouuuu, que tal estas mis amantes de las historias locochonas y divertidas, de los días para pasar un buen rato. Pues sí... ¡Volví de nuevo! Y con otra historia en compañía con la plataforma mangatoon, que agradezco inmensamente y espero que nos dé buenos momentos a todas. Hoy solo subí el primer capítulo para que prueben lo que se viene este mes, pero mañana dejaré los 20 primero, capítulos, espero que os interese y denle mucho amor para saber que os gusta, nos leemos de nuevamente.
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Comments
Yngrid Vallejo
un plan bien realizado Cristina si ese es tu esposo valorate abra otro que si quiera todo contigo
2024-03-28
0
Zory Mejia
excelente historia
2023-07-04
0
Mora-azul
Esposo? 🤔 Tu prometida?
Que enredo
Pos en q país están?
2023-02-09
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