MARCO
Al parecer no teníamos nada en común, intenté buscarla en internet, pero con solo el conocimiento de un nombre no era suficiente. En los próximos días intenté en ir a todas las fiestas de las que me enteraba esperando encontrarla. Busqué el nombre de su compañía de baile, lamentablemente no recordaba el nombre y el folleto lo olvidé ese día en el teatro. Lo único que no podía sacar de mi mente era su nombre, que aún no estaba cien por cien confirmado y su espléndida mirada. Incluso pregunté a mis amigos y conocidos si conocían alguna chica con ese nombre y nada. Nadie. Al parecer no teníamos amigos en común. Esta semana salí con bastante frecuencia a centros comerciales, cafés, bibliotecas, estaciones, esperando encontrarla. Nada. Mi único consuelo era esperar el fin de semana. El sábado habría otra presentación, conservaba esas esperanzas.
Ese día me fui con su rostro pegado en el alma, la extrañaba como si hacía años que nos conociéramos, como si sus manías y costumbres las conociera de toda la vida. Fue suficiente tan solo un día para que su aroma haya podido permanecer en mi memoria. No era un chico enamoradizo, de hecho, no recordaba nunca haberme interesado en alguna chica. Parece que con ella todas las reglas se habían roto. Ya no existían modos ni tiempo. Me había perdido en su recuerdo.
—¿Qué pasa? — preguntó Helena. — te he estado llamando y no has respondido.
—Lo siento, he estado ocupado.
—Tu madre me ha dicho que has estado en casa todo el día — hablaba como un regaño tal cual.
No me gustaban las libertades que se empezaba a tomar.
—Helena, lo de tú y yo fue solo un acuerdo, no es real. Te estoy haciendo un favor, no te lo creas.
Alzó su barbilla con arrogancia.
—Lo sé, pero necesito que me vuelvas a acompañar esta noche.
—Te prometí una noche, y ya cumplí.
—¡Por favor!
Tomé asiento, me empezaba a cabrear, hace unos días fui a su fiesta de cumpleaños organizada por sus amigas, me presenté como su novio. Tal parece que deseaba darle celos a su ex, ella había sido generosa conmigo antes, estaba siempre pendiente en cuanto necesitaba ayuda, aunque nunca se lo pedía, era amable conmigo y mi familia. Mi madre estaba enferma, muchas veces ella se había ofrecido a cuidarla cuando algún imprevisto sucedía,
le hacía bastante compañía, así que cuando me pidió el favor no me pareció correcto no devolvérselo. Solo que, justo ahora, me arrepentía un poco, empezaba a llamarme todas las noches para salir con sus amigas, no había aceptado ninguna. Ella era amable conmigo, pero su comportamiento con otros a veces daba mucho que desear, en la fiesta de cumpleaños me cansé de pedir disculpas por ella.
—No te entiendo, tu ex ya sabe que tienes novio ¿Por qué tengo que hacer salidas extras?
—Porque tiene que verse real.
—Olvídalo.
—Bien, si no quieres seguir ayudándome, está bien — agachó su cabeza, sabía muy bien que fingía. Muchas veces había visto su forma de chantajear.
—Una salida más — dije después — y será la última.
—¡Sí! Perfecto, vístete, pasa por mí a las 6:00 pm
—Espera — la detuve. — hoy no, en un mes. — no quería hacer otra aparición con ella tan pronto. — di que estoy ocupado, y en un mes volveremos a reunirnos, así dirán que nuestra relación es más estable, ¿no?
Lo pensó por unos momentos.
—De acuerdo — dijo al final. No tenía de otra.
Cuando llegara el momento me encargaría que esa salida fuera breve. Después que se fuera entré al despacho de mi padre.
—Hijo. — dijo al verme.
—Papá, ¿sabes el nombre de la compañía que vimos el fin de semana?
Dejó los papeles a un lado.
—Fueron cuatro diferentes lo que participaron.
—Oh. ¿Sabes los nombres?
—Los debo tener por aquí — dijo mientras hurgaba unos papeles. — aquí están.
Me acerqué tomando los papeles que ofrecía, él fue patrocinador, así que tenía esa información. Con la mirada busqué esos cuatro nombres grabándolas en mi memoria, buscaría en cada una de ellas hasta hallarla.
—Gracias — dije al despedirme.
Salía del despacho de mi padre cuando desde la entrada vi el auto familiar de mi hermano entrar a todo lo que daba hasta estacionar en el porche. Bajó de prisa dando un portazo. Llegaba mal humorado “qué raro" pensé. Me dirigí a la cocina para beber agua, estaba en este proceso de llevarme el vaso a los labios cuando un auto deportivo apareció de repente, frenó bruscamente en la puerta justo a lado del auto de mi hermano, una chica hermosa descendió, era esa misma chica que no había podido sacarme de la mente. ¿Qué hacía aquí?
—¡Eres un imbécil—gritó — ¡no tienes ningún derecho!
Mi hermano la observó impasible desde las escaleras de la entrada.
—Me vale lo que pienses. — Ella le aventó algo, mi hermano tenía buenos instintos, lo cogió del aire sin esfuerzos. —Es tuyo—dijo – te lo he regalado.
—¡No lo quiero! — Quería acercarme y preguntar que era lo que exactamente sucedía entre los dos. – deja de perseguirme.
—¿Estás segura de que eso quieres? Cuando lo haga volverás arrepentida.
—Ni en tus sueños. – ella se giró molesta lista para marcharse.
Dio unos cuantos pasos hacia adelante, se detuvo volteándose directamente hacia la ventana donde yo observaba, esta era amplia por lo que sabía que la vista desde fuera era excelente, la luz del día daba una muy buena iluminación, en sus ojos vi reconocimiento. Inmediatamente, giró de nuevo y se encaminó fuera. Debí de sentirme culpable y avergonzado por haber sido pillado escuchando su pequeña riña, pero la verdad es que no, me agradó bastante estar presente y que ella se diera cuenta. Me reconoció, sabía que existía y se preguntaría ¿Qué hacía aquí? Si es lo bastante inteligente, uniría cabos, tal como yo lo he hecho.
Mi hermano es su exnovio, ese que le regaló el auto deportivo, ese con el que me había confundido. Nos parecíamos, lo admitía, pero ambos éramos muy diferentes. Lo importante ahora era demostrarle cuan diferente éramos. No sabía si su relación habría sido intensa, a primera vista parecía que sí, la busqué en todo lugar sin darme cuenta de que mi propio hermano me unía a ella, fui un ciego.
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Comments
Graciela Pech
holaaaa acá estamos otra ves y déjame decirte que me encanta 😍 ojalá que esta ves sean un poco más felices 🙏🙏🙏
2022-11-01
2
Milcaris
Si Helena y El hermano se interponen en su amor y vuelven a sufrir.
Quiero verlos Felices 😍 Esme y Marcos lo merecen después de tantas vidas separados
2022-11-01
1