Cap. 5 No se de que hablas

Lauren hizo una sonrisa desafiante.

*          Me declararon culpable, eso quiere decir que yo maté a ese bastardo, ¿no fuiste tu quién dijo que era una mujer despreciable y viciosa?, te lo admito para que estés más feliz con tu decisión, no me arrepiento, de ninguna manera, además las cortesías que tuvieron conmigo gracias a ti me ayudaron a entender que tengo que asumir mis fallas, ahora, firma ese documento de una maldita vez que no tengo paciencia, voy a lastimar a tu amada Mia cuantas veces sea necesario hasta que lo firmes, en tus manos está su seguridad física, tu decides _ dijo Lauren con la frialdad más grande del mundo, Joan la mira sin entender, ¿siempre fue así?, ¿Mía tenía razón cuando decía que era mala?.

Joan tomó el bolígrafo que Lauren le alcanzó y firmó el documento después de asegurarse de que ella no reclamaba nada de la fortuna de su familia, los Petry no debían nada a Lauren Santamaria.

Lauren sonrió con alegría e hizo unas palmadas de alegría como una niña, ahora con sus 25 años ella tiene las cosas más claras.

Salió del lugar con sus tacones de 10 centímetros como una reina, Joan la siguió hasta la salida y había un Maybach de luja esperándola afuera.

Esta situación desconcertó a Joan de inmediato, no entiende como Lauren no lleva ni 24 horas fuera de prisión y las cosas son tan diferentes a como deberían ser.

*          Lauren, ¿de quien es ese auto?, ¿de donde sacaste esa ropa? _ dijo furioso alcanzando y tomándola por el brazo.

*          ¿Que?, acaso no sabes que fui una puta en prisión, tus clientes me pagaban muy bien por servirles en la cama, ¿no los mandabas tu?, todos venían a obliogarme para tener sexo con ellos recomendados por ti, pues pagaron muy bien, como puedes ver quedaron muy satisfechos _ dijo ella tranquilamente mientras Joan frunció el ceño, no entiende de lo que habla, para él es solo una delirio de esa mujer.

*          No se de que hablas, ¿cuales clientes?, estas alucinando, no puedo creer que digas semejantes estupideces para justificar que eres una zorra _ dijo iracundo mientras la jalonea y ella solo se rie.

*         ¿Zorra?, gracias a ti, ahora suéltame que tengo que ver a mis clientes, tus amigos son muy generosos _ dijo ella con burla mientras Joan había perdido la paciencia y levantó la mano para golpearla pero Lauren levantó el rostro de forma retadora y se acercó más a él.

*          ¿Me vas a golpear?, hazlo, asi como me golpeaste hace cinco años, vamos, rómpeme la boca, destroza mis mejillas a golpes como esa vez, se que eres capaz de eso y de mucho más, eres capaz de todo _ dijo con una mirada asesina dejando a Joan paralizado, la furia y desprecio que había en los ojos de Lauren lo habían petrificado, no entiende lo que pasa.

Lauren se soltó con seguridad en sus movimientos y se fue al vehículo lujoso que la esperaba.

Joan solo pudo verla partir, todo lo que ella había dicho resonaba en su mente, ¿clientes sexuales?, ¿recomendados por mi?.

Lauren en el vehículo mira al chofer que la observa detenidamente.

*          Sra, Lauren, ¿está usted bien?, debió dejar que me encargue de la situación _ dijo el hombre de mediana edad mientras Lauren negaba con la cabeza, ese no era el objetivo.

*          Tranquilo Roman, no es necesario, lo que necesito ya lo tengo, vamos con el Dr. Green, el abogado debe agilizar esto, mañana debe estar listo, tengo que ahuyentar a unas ratas y sacarlas de su madriguera, para eso necesito estar divorciada formalmente.

Lauren pasó todo el día entre abogados y juzgados, Mario la acompañaba en todo momento, aunque el conglomerado Green era muy leal y diligente con sus clientes, Mario al saber la verdad de esa situación no quiere que su amiga se meta en más problemas.

Lauren volvió a su casa de momento rendida, la nana Zuna tocó la puerta, al no recibir respuesta la nana decidió hablar.

*          Niña, Lauren, debería comer algo, le traje algo ligero, no debería dormir con el estómago vacío, esta muy delgada _ dijo ella tranquilamente, no soportaba ver a Mia con cara de sufrimiento frente a Joan pero cuando él se iba, ella se volvía una mandona y arrogante.

Lauren abrió la puerta con desconfianza.

*          Niña Lauren, el joven Joan no está aún no ha llegado, solo coma un poquito, está tan delgadita _ dijo nana Zuna con tristeza, parecía que esa niña lo había pasado mal en prisión.

*          Gracias Nana, de verdad te agradezco, ve a dormir que yo me como todo, lo prometo, _ dijo dándole una dulce sonrisa, nana Zuna se llenó de amor, esa era su Lauren, esa era la hermosa niña que había conocido y se fue contenta.

Lauren cerró la puerta con seguro, miró la comida y solo dio unos bocados para botarla a la basura, de todas formas, ella no podía comer mucho, su cuerpo no resistía demasiada comida y menos con carbohidratos demasiado pesados.

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