Cap. 4 Señor Antonio, yo no tengo hermana

La madre de Lauren Sonia miró a su hija retirarse, su corazón se arrugó al verla tan indiferente, era fría y hasta altanera, no se parecía en nada a su amada Lauren, era siempre tan buena, aunque le hacía maldades a Mia, siempre aceptaba sus castigos y no decía nada y menos se quejaba, pero esta vez, sentía que Lauren había desaparecido y solo un ente sin emociones había vuelto.

Lauren entró a la habitación y cerró con seguro, no quiere hablar con nadie, la puerta sonó con unos toques haciendo que ella deje de desempacar, no abriría la puerta de todas formas, no le interesa saber lo que esa gente tiene que decir hasta que escucho un a voz familiar.

*       Lauren, hija, soy tu padre, quiero hablar contigo _ dijo Antonio mientras Lauren resoplaba, en prisión había recordado la forma en que siempre le creían a Mia cuando la acusaba de todo y de nada, la forma como su padre siempre le daba palizas por su amada hermanita.

*       No tengo nada que hablar con usted señor Santamaria, si está preocupado por la felicidad de su amada hija, solo quiero que decirle que no tiene nada que ver conmigo, yo no me pienso meter con prostitutas _ dijo ella desde adentro del cuarto sin dejar de desempacar, solo se va a quedar unos días, debe conseguir el divorcio sea como sea.

Al otro lado de la puerta Antonio se quedó mudo, lo que más le había dolido era que lo llame por su nombre, del papi, como le decía siempre cariñosa había desaparecido.

*       Lauren, sal y hablemos, quiero hablar de la situación en la que estamos ahora, tu hermana… _ pero Lauren se había fastidiado de esa conversación.

*       Señor Antonio, yo no tengo hermana, no tengo nada que ver con usted y su inmaculada familia, ahora deje de molestar _ dijo Lauren y se fue al baño, quería relajarse con una ducha caliente y poner sus pensamientos en orden, debía apresurarse y hablar con ese hombre, debía pedir sea como sea que se quede a su lado.

Lauren, secó su cabello y se fue a dormir, habían tocado la puerta incontables veces, incluso Mia se escabulle para hablar con ella pero no había respuesta, Lauren no respondía a nada ni nadie, Joan había tratado de mantenerse al margen, estos años había estado meditando profundamente, Mía en este tiempo había sido siempre dulce y agradable pero la gente hablaba cosas terribles de ella, aunque la joven justificaba esos malos comentarios como envidia, Joan sentía que no era así, hablaría con Lauren después cuando todos se vayan incluyendo a Mia, no quería que Lauren lastime a Mis mas de lo que lo había hecho.

Al día siguiente, Lauren se levantó temprano, Joan desayunaba con una cara hosca, Mía había hecho un drama cuando le dijo que debía irse a la casa de sus padres, su drama lo había dejado con los nervios de punta, a veces esa actitud llorosa y quejumbrosa lo irritaba.

Lauren bajó por las escaleras con una vestido exclusivo de diseñador, le quedaba hermoso, sus tacones con tobillera eran exquisitos y se veía que fueron hechos para ese vestido, eran una obra de arte, Joan frunció el ceño, se suponía que había salido de la cárcel y no debería tener un centavo en el bolsillo, aun así tenía semejante atuendo, su hermoso cabello está trenzado delicadamente hacia un lado y su maquillaje era extremadamente natural y delicado, se la veía más hermoso y fría, era como una reina de la nieve.

*          Joan, me alegra verte tan temprano, estos son los papeles de divorcio, espero los firmes hoy mismo, no quiero que pierdas tu valioso tiempo con esto, yo me encargo de todo _ dijo ella mientras se sienta a comer, Nana Zuna la mira con curiosidad, ella la conocía desde que se comprometió con Joan, siempre le parecía una niña buena y amable, no creia que haya hecho algo así, jamás se imaginó que Joan de meta con su hermana, que la traiciones y para colmo se ponga en contra de Lauren.

*          No voy a firmar nada, no te voy a dar un peso de mi patrimonio, no me importa lo que digas, saldrás de aquí con lo que traes puesto, aunque vendas ese caro vestido no te va a alcanzar para vivir _ dijo Joan arrogante mientras que Lauren solo sonrió fríamente.

*          No quiero nada de tu patrimonio, por mi te lo puedes meter por el…, bueno, y lo que haga después con mi vestido y mi vida ya no es de tu incumbencia _ dijo ella mientras embadurna su tostada con mermelada.

*          Te lo advierto, si esto es otra de tus jugadas te voy a meter presa de nuevo _ dijo Joan arrogante mientras Lauren dio una carcajada.

*          ¿Que?, ¿Mia está embarazada de nuevo?, ¿tendré que matar a su bastardo de nuevo? _ dijo entre risas poniendo a Joan furioso.

*          Lauren, no seas cínica, como puedes decirlo tan tranquila, ¿acaso estos años en prisión no te han enseñado nada? _ Joan está que se muere de la ira al verla tan impávida a todo.