Cap. 3 Naira, me alegra verte

5 años después.

La gran puerta de la penitenciaría para mujeres de ciudad La concepción, una mujer hermosa salió con tranquilidad, su rostro mostraba calma y serenidad, se veía delgada pero su bello rostro solo había madurado, sus rasgos eran más exquisitos sin embargo no había perdido ese aire angelical.

Con una maleta en la mano salió del lugar y un auto de lujo la esperaba en la puerta, Mario Sáenz se bajó para mirarla con alegría, su amiga por fin había sido, por la otra puerta una joven de su edad también bajó apresurada y fue a abrazarla con todo su cariño.

*       Lauren, amiga, no puedo creer que hayas pasado 5 años en ese maldito ligar por culpa de mi estúpido hermano _ Naira Petry hablo entre llantos.

Ella hace 5 años había viajado para concluir unos cursos y volvería para el día de la boda, sin embargo por un tema de clima su vuelo fue suspendido para el día siguiente, cuando llegó se sorprendió al enterarse que Lauren estaba presa y que Mia era la amante de su hermano e incluso estaba embarazada, la pelea de ella con su hermano y sus padres por defender a Lauren fue tan dura que se fue de su casa, aunque había visto las imágenes, Naira conocía a Lauren desde que eran niñas, conocía su escancia así que nadie podía engañarla y menos esa hermanita menor de su amiga a quien había visto hacerle dar palizas a su amiga con mentiras.

Lauren la abrazó con cariño, estaba segura de que Naira la quiere como nadie, era una oveja negra en su familia definitivamente.

*       Naira, me alegra verte, sé por Mario que tu hermano prohibió que me visites, no tenias autorización pero lo entiendo, solo tu y Mario insistían en visitarme en contra de la voluntad de Joan, ni mis padres vinieron a verme durante estos 5 años _ dijo Lauren con frialdad, estos 5 años ella había sobrevivido como pudo, incluso a costa de su propia dignidad.

*       Lauren, ¿Qué vas a hacer ahora?, ¿dónde vas a vivir?, yo podría… _ pero Naira no terminó su oferta ya que Lauren había salido para cumplir su promesa, ella cumpliría cada palabra, volvería para destruirlos pedazo a pedazo.

*       Naira querida, ¿Dónde más iría?, voy a mi casa, en estos 5 años ese maldito no planteó el divorcio, soy su esposa y esa es mi casa, si quiere sacarme de ahí tendrá que darme el divorcio o haré de su vida un infierno, además que me he preparado estos 5 años para destruir esta ciudad _ dijo ella con una sonrisa deslumbrante dejando a Mario y a Naira confundidos.

Lauren pidió que la lleven a la casa matrimonial donde debió vivir con Joan, ella quería darle una sorpresa a su maridito.

Naira estaba nerviosa, sentía que Lauren saldría lastimada, pero la confianza y tranquilidad de Lauren la confundía aún más y Mario solo miraba a su amiga mientras conducía.

Cuando Lauren se bajó con su pequeña maleta, se paró en la puerta mientras recordaba cómo salió de ahí esposada, con las mejillas hinchadas por los golpes de Joan y sangre en su boca.

Su ropa sencilla y su pelo atado en una cola baja la hacían ver humilde pero delicada, su largo cabello llegaba hasta su cintura, era muy diferente a su acostumbrado cabello corto tipo bob.

Ella se acercó a la puerta y se preguntaba si ese malnacido había borrado su huella digital para ingresar y al poner el dedo, la luz verde se activó dejando que ella ingrese tranquilamente, en la sala de estar había gente, ella lo suponía, era sábado por la tarde y debieron estar visitando a las familias como si nada hubiera pasado, como si ella no hubiera existido.

*       Buenas tardes, parece que he llegado en el momento perfecto _ dijo Lauren con una sonrisa agradable mientras las personas ahí se petrificaron.

Lauren solo barrió el lugar con la mirada, estaban todas las serpientes en el lugar, sin embargo, por alguna razón ya no tenía miedo, había sobrevivido a lo peor y esta gente maliciosa no era nada.

Joan que conversaba con Camilo su padre se puso de pie aturdido, Lauren estaba ahí parada como si nada, se veía más delgada pero solo la hacía ver más juvenil y estilizada, su rostro seguía siendo hermoso, pero ahora llevaba el cabello largo, tenía una mirada tranquila y solemne.

*       ¿Lauren?, ¿Qué haces aquí? _ interpeló Dunia la madre de Joan.

*       He salido libre, vengo a mi casa, tu hijo no se ha divorciado de mi aún, así que esta es también mi casa, así que si me disculpan, voy a descansar y no se preocupen, me quedaré en una habitación de huéspedes, no pienso dormir en una cama donde mi virginal hermana se ha revolcado con mi marido _ dijo sonriente, sus lindos ojos se curvaron en media luna, ella estaba divertida, Mía estaba pálida y la miraba sin poder salir de su trance.

Joan la miraba sin entender, nadie le había dicho que ella salía de prisión ese día, siempre le decían que Lauren estaba en prisión y que no había novedad, que no dejaban que nadie la visite, ese era su castigo por hacer lo que hizo hace 5 años.