La llorona

La llorona encarna un terror no solamente en las mujeres que son madres sino que también a los padres ¿Por que? Porque lo peor que puede sucederle a un padre y a una madre es perder a sus hijos. La llorona es un mito que está extendido en varios países de latinoamerica.Se dice que es el alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos, que luego, arrepentida y maldecida, los busca por las noches por ríos, pueblos y ciudades, asustando con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen en la noche.

A continuación leeran la historia de Claudia González.

Como todas las mañanas Claudia se despertaba muy temprano para vestir y hacerles el desayuno a sus tres hijos y a su amado esposo. Hoy era el acto escolar de finalización de año de su hijo menor, el pequeño Nicolás y al ser una familia clase alta conocida en toda la región debían lucir perfectos para la ocasión. Claudia al ser la hija de un poderoso empresario, heredaría con el paso de los años la empresa multinacional de su padre. Con esfuerzo y dedicación logro posicionarse como una de las mujeres más exitosas de la región, pero para sorpresa de todos a sus 20 años, la joven Claudia, se enamoró de un albañil y luego de eso, se casó con él. Los años pasaron, y los niños comenzaron a llegar, pero esto a Claudia no le impidió seguir con su carrera y atender a su familia al mismo tiempo. Producto del amor entre ella y su marido Julián, llegaron al mundo Bianca, Mateo y por último, Nicolás. Claudia decidió darle la oportunidad de crecer a su marido, le ayudo a terminar el secundario y después le ofreció un gran puesto en su empresa. Asi fue como Julián se convirtió en un poderoso empresario superando por lejos los logros de Claudia, lejos de sentirse mal, ella se sintió orgullosa de la clase de hombre que era su marido. Después de muchos años, a sus actuales 41, Claudia logró mantenerse joven y saludable. Los años, el matrimonio y los niños la favorecieron por mucho. Su cabello corto color negro había crecido hasta la altura de su voluptuoso trasero, ojos color como el cielo eran sin dudas lo más destacable de su rostro. Sin dudas la mujer más bella de la región

De regreso a la actualidad, Claudia corría hacia un lado al otro, ordenando la cocina, eligiendo los atuendos de su familia para luego correr hacia su habitación y ponerse el lindo vestido blanco que había elegido. Después de vestirse, se peinó y un maquillaje ligero fue su elección.

-¡Mami! ¡Mami! ¡Bianca me está peleando!

Grito el pequeño Nicolás mientras corría hasta la habitación de sus padres.

-¡Eso no es cierto! ¡Lo que él dice es mentira mamá! Decía Bianca detrás de su hermanito

Claudia alzó a Nicolás entre su brazo derecho y con brazo izquierdo abrazo a Bianca y les dijo

-¿Qué sucedió niños? ¿Por qué estaban discutiendo?

-Mami... Bianqui me peleo dijo que yo era aptado...

-¿Qué? ¿Bianca qué le dijiste?

-Aptado... Yo no soy aptado mami... Dijo el pequeño Nicolás mientras lloraba colgado del cuello de su madre.

Claudia abrió sus ojos en grande y luego frunció su ceño. Regañó a su hija Bianca por ser demasiado cruel con su hermano, la obligo a disculparse y ella lo hizo sin chistar. Los niños salieron de la habitación para seguir jugando entre ellos, después de todo eran hermanos muy unidos, no podían estar el uno sin el otro. Claudia negó divertida y terminó por alistarse.

Minutos después Claudia bajo por las escaleras de la mansión y sus niños aplaudieron al verla, pero faltaba alguien, su marido Julián. No estaba y aunque ella lo llamó insistentemente por teléfono, él no le atendió.

-Mami, llegaremos tarde dijo Nicolás.

-Si mami, el acto ya va a comenzar soltó Mateo

Claudia alzó a Nicolás en sus brazos y salió de la mansión seguida por Bianca y Mateo. Claudia se aseguró que sus dos hijos mayores se colocaran el cinturón de seguridad mientras que a su hijo menor lo sentó en la sillita especial. Después de eso, ella arrancó el coche y partió hacia el jardín de niños donde se llevaría a cabo el acto, pero en el camino llamo un par de veces más a su marido pero no obtuvo respuesta, y aunque le mandó mensajes, Julián la tranquilizó cuando le contestó

En camino Gatita.

Le pareció raro que él no estuviera en casa y sobre todo que le hablara así, pero dada la personalidad del hombre creyó que fue hasta su oficina por algo y que en el camino al jardín le estuviera haciendo una broma como solía hacerlo en el pasado. Sonrió y dejó su teléfono en la guantera del coche, y pronto llego a su destino. Estaciono el vehículo, bajo a sus tres niños y juntos entraron al jardín. El pequeño Nicolás corrió hacia sus compañeritos a penas los vio y Claudia río al verlo tan feliz y dejó que él se divirtiera hasta que el acto empezara. Ella se quedó con sus dos hijos mayores y mientras comían unos pequeños aperitivos el acto comenzó. Claudia sacó su teléfono y antes de grabar un video, envió un mensaje a su esposo para preguntarle donde estaba, a lo que él respondió que ya estaba llegando.

La mujer comenzó a grabar el video de todos los niños y la situación se tornó un poco extraña cuando la maestra de los niños no estaba con ellos, sino que era otra mujer, otra maestra. Todos los padres incluida Claudia estaban confundidos pero decidieron ignorarlo, ya que en este momento eso no importaba. Los niños comenzaron a pasar al frente para recibir sus respectivos diplomas, hasta que llegó el turno de Nicolás, y Claudia comenzó a aplaudir junto a sus dos niños. En ese momento apareció Julián detrás de su familia, acomodando su camisa y pantalón, este gesto no paso desapercibido por Claudia, luego hablarían de eso.

Después de la ceremonia, cada padre y madre se sacaban fotos con sus hijos, y Julián le entregó su celular a su esposa porque quería que le tomaran una foto con su pequeño Nicolás. Ella aceptó y se agachó a la altura de su niño para captar el momento y en un momento inesperado su marido recibió un mensaje que decía.

¿Terminarás pronto? Estoy tan mojada que si no te apresuras, mi vagina se secara.

Claudia sintió que su mundo se derrumbaba, pero decidió que primero debía revisar la conversación, así que le pidió a su marido ir al patio trasero para que la foto saliera mucho mejor y el acepto. El Tomo a su pequeño Nicolás entre sus brazos, y sus otros dos niños lo siguieron feliz porque querían salir en la fotografía. Claudia aprovechó la oportunidad y los siguió detrás para poder comprobar el teléfono, entro a la conversación y confirmo su peor miedo. Allí estaban los mensajes y fotos que una mujer le enviaba a su esposo, pero no era cualquier mujer, y a pesar de que no se le veía el rostro, Claudia supo que era la maestra de su niño, ¿Cómo lo supo? Fácil, tenía un tatuaje de flores en su brazo izquierdo, y Claudia más de una vez lo había visto y alagado por ser tan lindo y delicado. Deseaba con todo su corazón que fuera una broma, pero no fue así. Los mensajes eran explícitos, candentes, además que su marido le exigía a la maestra fotos cada vez más sexis, atrevidas. Videos de la maestra mastubard*, ellos teniendo sexo, pero lo peor fue que en una grabación ella aparecía durmiendo en su cama, en su hogar, y como esos dos desgraciados se revolcaban allí mismo sin temor a que ella despertara.Se reían en su cara mientras la maestra estaba en cuatro y él la penetraba desde atrás. ¿Por que nos los escuchó? Se fijó en la fecha y era la misma en la que ella y Julián habían celebrado su aniversario, recordó que bebió dos copas de vino y después de eso nada más. En ese momento creyó durmió placidamente debido a los efectos del vino, sumado con el estrés del trabajo, pero ahora le pareció una estupidez. Frunció su ceño y salió del chat, ya no había nada más que saber, su marido le fue infiel y este no era el momento de confrontarlo. Salió hasta el patio trasero y vio como sus niños corrían alrededor de Julián, y no evito preguntarse a su misma¿Por qué si era un buen padre, no podía ser un buen hombre? Claudia seco sus pocas lágrimas que derramó y gritó

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