Oriana Ruiz II

Especial Halloween 🦇 🎃

Al día siguiente Felipe dirigió a la escuela y en cuanto vio a su amigo Pablo caminando de la mano con Oriana, fue directo hacia él y lo confrontó

-¿Qué demonios estás haciendo?

¿-Hey amigo que te sucede? ¿Estás loco?

-¡Chicos! ¡Esperen no peleen por favor! Suplicaba la rubia entre medio de los dos jóvenes.

-¡Tú no te metas! Exigió Felipe ¡Estoy hablando con él!

-¡No le hables a mi novia, de esa manera! Contestó Pablo, mientras empujaba a Felipe, lejos de su rubia

-¿A caso te peleas conmigo, por ella!? ¡Pablo recién la conoces por el amor de dios!

-¡Cierra la boca imbécil! Esta más que claro que la atacas desde el primer día en que llego, ¿a caso sientes celos de ella?

¡Alumnos dejen de pelear! Y vayan a dirección ¡Ahora!

A la escena se sumo la profesora, que con un simple grito calmo las aguas, detrás de ella estaba Oriana con cara de miedo.

Felipe y Pablo fruncieron su ceño, pero no tuvieron más opción que ir a la dirección donde serían reprendidos. La rubia sonrió después de que se fueron.

Después de 15 minutos los amigos salieron de la dirección un poco más calmados y decidieron hacer las paces entre ellos.

-Lo siento Bro, no sé que me pasó... Pablo fue el primero en disculparse

-No te disculpes idiota, somos amigos después de todo. Es que anoche recibí algo extraño y bueno pensé que habías sido tú, en cuanto te vi con ella, me altere. Lo siento

Felipe abrazó a su amigo y Oriana presenciaba la escena desde lejos, esos imbéciles estaban a punto de caer, solo faltaba el día del baile.

Dos semanas después, llegó el día. Oriana después de seguir las recomendaciones de sus compañeras se colocó un vestido muy sensual pero a la vez muy recatado, color negro con detalles en dorado, unas medias de lycra cubrirían sus sensuales piernas.

Estaba lista para atacar, solo faltaba que ese par de inútiles llegara al salón donde se realizaría la fiesta.

Oriana saludó a sus compañeras y comenzaron a bailar una canción de reggaetón muy sensual, finalmente Felipe y Pablo llegaron. La rubia sonrió y camino lento hacia sus víctimas.

-¡Hola, amor! Dijo Oriana a Pablo

Pablo la tomo de la cintura e intentó besarla, pero ella lo esquivo excusándose que tenía aliento a cigarro.

Oriana soltó a Pablo y, en cambio, saludó a Felipe muy cerca de la comisura de sus labios.

-Ya regreso, chicos, debo ir al baño.

Pablo empujó levemente a Felipe

-Tanto te gusta mi novia?

-¿Qué? Eres idiota, por supuesto que no. Creí que no me joderías más con ese tema.

-Lo siento amigo es que...

-Iré por un trago, lo necesito...

Felipe se alejó de Pablo y fue directo a la barra de tragos. En el mejor momento de la fiesta y con unos cuantos tragos de más, Felipe estaba alegre y decidió bailar en el medio de la pista. Pablo buscaba con entusiasmo a su escurridiza novia que se ocultaba de él, en cuanto la vio, la siguió hasta el baño. Felipe se besaba con cuanta señorita se cruzaba, y de un momento al otro su mirada se posó en una pelinegra con vestido muy sensual, pero estaba de espalda a él y por eso no podía apreciar su rostro, se acercó a ella y la tomó de la cintura. La música que sonaba era muy sensual y los movimientos que hacía la mujer le provocaba pensamientos obscenos.

-No te gustaría ir a un lugar más privado? Preguntó ella

-¿Qué? Pregunto él.

La música estaba tan alta que no podía escuchar a la mujer sensual que franeleaba su gran trasero cerca de sus partes

En cuanto ella se giró, Felipe tuvo que refregar sus ojos una y otra vez

-¿¡Oriana!?

La mujer se rio y rodeo sus brazos alrededor del cuello de Felipe.

-¿Me extrañaste, cariño?

Él se soltó de inmediato y caminaba hacia atrás

-¿¡Que haces aquí!? ¿¡No se supone que estabas muerta!?

-Hierba mala nunca muere. Ja, ja, ja.

Cuando Felipe estuvo a punto de tomarla del cuello, un trencito de chicos y chicas cruzaron cerca de él, imposibilitándolo de ver a Oriana unos segundos. Felipe se metió dentro del tren y cuando termino de cruzar, no había rastros de la pelinegra.

De repente, la gran pantalla gigante que iluminaba el salón, detuvo el video musical que sonaba en ese momento, provocando el abucheo de los alumnos. Una profesora calmó a sus estudiantes alborotados diciendo.

Chicos por favor, necesito que hagan silencio unos minutos. Una compañera creó un video para compartirlos con ustedes... Oriana, cariño, por favor, inicia el video.

Felipe abrió sus ojos como dos balones de fútbol, no era la Oriana que había visto hace unos minutos, sino que está, era la rubia. Noto su sonrisa burlona, quería asesinarla. A todo esto ¿Dónde mierda estaba Pablo? Tenía que ir a buscarlo; sin embargo, el video que pasaba en la pantalla lo hizo detenerse.

-Vamos bebe este trago, apuesto que te gustara...

En el video aparecía Pablo sin la máscara,con su característico disfraz del Zorro, mientras le ofrecía un trago, a la hermosa jovencita disfrazada de caperucita roja

-¿Estás seguro de que no me hará nada? preguntó inocencentemente la chica.

-Tu solo bebe... Después te sentirás mejor... Contestó otro joven disfrazado de Batman, también sin su característica máscara.

De repente todas las miradas se posaron en Felipe, y el cerro sus ojos, porque sabía bien lo que vendría.

-¡Nooo! ¡Por favor no!

Plaf

La chica recibió una cachetada

Las risas de ambos hombres resonaban en el absoluto silencio que se había formado en el salón

-Ohhh, estás tan estrecha, cariño.

Felipe quería que se lo tragara la tierra, esa voz era de él, no podía negarlo ni aunque quisiera.

Los gritos de la chica eran extremadamente difíciles de oír, y aunque la profesora quiso detener la grabación, el video estaba programado para ser reproducido una y otra vez.

-¡AHHHH! ¡Maldita puta!

Plaf otra bofetada retumbo en el salón

-¡Pablo! ¡Ayúdame! ¡Esta puta, me acaba de morder la polla!

El video siguió reproduciéndose, Felipe, sin embargo, había logrado escabullirse entre la multitud que todavía estaba absorta por las imágenes crudas que pasaban.

Felipe corrió entre los pasillos del salón, y unos gemidos provenientes de los baños le llamaron la atención, abrió lentamente la puerta y encontró a Pablo desnudo teniendo sexo con Oriana, la rubia.

¡Ahora entendía! ¡No había Oriana rubia ni morochas, se trataba de la misma persona!

-¡Tú! ¡¿Dónde mierda estabas imbécil!? Grito Felipe

Felipe desde atrás le metió una trompada a su amigo que jamás advirtió que sería golpeado de esa forma.

Pablo terminó en el piso, mientras intentaba recuperarse, Felipe tomó del cuello a Oriana haciéndola estampillar contra la pared.

-¿Te has estado divirtiendo mucho, no? ¡Puta de mierda!

Oriana le sonrió para decir

-La diversión todavía no termina.

Felipe comenzó a ahorcar a la rubia, pero no contaba con que Pablo lo tomó desde atrás y ejerció fuerza para que soltara a su novia.

Oriana fingía estar tosiendo mientras se arrodillaba en el suelo. Pablo comenzó a pelear con Felipe

-¡Pablo! ¡Ella es Oriana! ¡Nunca murió realmente!

Pablo no escuchaba lo que Felipe decía, solo se dedicaba a golpear y recibir los golpes de su amigo. La peleaba estaba llegando a su fin, Pablo tenía en el suelo tendido a su amigo, mientras que Oriana fue en búsqueda de ayuda.

-¡Pablo! ¡Detente!

-¡Te dije que no te metieras con mi novia!

Esa última frase terminó por enloquecer a Felipe y se soltó de su agarre, cuando le propino una trompada, Pablo quedó un poco aturdido y se enredó con su propio pantalón que había quedado en sus tobillos. El joven inevitablemente partió el cristal de la ventana y cayó desde un segundo piso ante la atenta mirada de Felipe. Los gritos desde afuera no tardaron en oírse, y cuando el joven iba a escapar detrás de él estaba Oriana, y un montón de profesores y alumnos.

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Después de un tiempo, y aunque sus padres quisieron cubrir su crimen una vez más, Felipe Canteros, fue sentenciado a 20 años de prisión, por el homicidio hacia Pablo Ferreyra. Debido a los videos que pasaron en la fiesta, el Juez Romeo, reabrió el caso de Oriana Ruiz y fue así como se halló culpable a Felipe y el difunto Pablo de la violac* grupal que sufrió la jovencita, Oriana Ruiz, en la fiesta del Halloween que se llevó a cabo en la ciudad The Orange.

Cuando finalizó el juicio, Felipe salió de tribunales esposado con su distintivo uniforme naranja. Lo sentaron en el móvil policial y cuando el joven llevó su mirada hacia su derecha, vio a Oriana la rubia, sonriéndole. Quería golpearla, tal fue su sorpresa, cuando ella se alejaba de él, dándole la espalda, se sacó la peluca color rubia, para soltar su melena larga y oscura como la noche.

-¡Orianaaaa!¡Oriana! ¡Me las vas a pagar hija de puta! ¡Suéltenme! ¡Ella está viva! ¡Esta viva!

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