¿Te puedo ayudar en algo?

🗨️ Soy Violeta de la Vega, tengo veinticinco años soy hija única de una familia muy adinerada, criada para ser una mujer integra, preparada para ser esposa y madre ejemplar.

Pero después de cinco años de matrimonio he descubierto que no soy feliz, fui feliz no lo niego, cuando recién me case todo marchaba bien, como decía mi abuela "escoba nueva barre bien" y si la comunicación, el sexo, las salidas todo era fluido, nadie gritaba, bueno yo nunca grito, más bien me quedo sorda de escuchar a mi esposo gritar.

Llevo años sin saber que es un orgasmo, entre mis pocas opciones la autosatisfacción no está incluida eso siempre fue mal visto por mi esposo.

"Es cosa de putas" me dijo las pocas veces que me descubrió haciéndolo y me mandaba a darme un baño con agua fría, pero que podía hacer si en ocasiones necesitaba algo para liberar todo aquello que tenía guardado.

Tengo una pequeña empresa, que va en crecimiento, en ella produzco productos para mascotas, mi esposo piensa que es un negocio pequeño, bueno así era hace dos años cuando empecé con él, pero ahora es muy reconocida, no solo aquí, también a nivel internacional.

El estar pendiente de mi negocio me entretiene, dejo de pensar todas las mujeres que se cruzan en mi camino, al parecer viven felices con sus familias o quizá al igual que yo se acostumbraron a vivir de la fachada que muestran cada día ante un público que es indiferente y al que poco o nada le importa su realidad.

Si, quizás eso sea lo que verdaderamente pasa entre tanta sonrisa y reunión social, se acostumbraron a la falsa felicidad de tener alguien con quien compartir su cama, aunque ni siquiera las toquen.

Y si lo hacen es solo para usarte como desaguadero, sin una caricia, sin un beso, sin una palabra de amor, lubricada solamente por un salivazo en su mano que luego va al miembro.

Penetrada sin previo aviso, sin importar si estas o no dispuesta. Es tu deber como esposa y no puedes, ni debes discutir y es que eso me enseñaron en mi casa, así fue la vida de mi madre, la de mi abuela y la de todas las mujeres de mi familia, generación tras generación, siempre debes estar dispuesta para tu esposo, así no conseguirá una por fuera.

Pues que pendejadas, para mí sería mucho mejor si se consigue una por fuera y me dejara dormir en paz, es tan incómodo tener que levantarse a cambiarse los calzones porque en el afán de meterlo no se tomó la molestia de quitarlos.

Unicamente los hizo a un lado dejándolos todos pegajosos después de vaciarse dentro del contenedor y en caso muy extremo tener que ir a mojarse durante el invierno porque al señor se le ocurrió recordar viejos tiempos y te hizo una mascarilla proteica para que tu piel luzca mejor.

🗨️ Violeta estaba entregada a sus pensamientos, cuando la aguda voz de su esposo la devolvió al momento y al lugar.

—Violeta ya estoy en casa, sirveme el almuerzo mientras me cambio de ropa.

💭 Y ahí está él, mi amado y adorado esposo, que a sus 28 años aún no sabe planchar sus propias camisas, ni alistar un conjunto que combine, pero si sabe gritar y exigir que todo esté listo antes de que él lo pida.

—Mi estimada violeta, hermosa como siempre, felicitaciones vi en las noticias tu nuevo logro.

— Muchas gracias Julio, quieres algo de tomar mientras pongo la mesa y sirvo el almuerzo.

—Y si mejor te ayudo a poner la mesa, mientras tú sirves.

—Espero que esté listo lo que me pondré esta tarde.

—Está sobre la cama.

🗨️ Mientras Omar se cambia de ropa, Julio pone la mesa y Violeta sirve el almuerzo, minutos después Omar apura a Julio.

— Porque no empiezas a comer, tenemos que regresar a la oficina.

—Espero a Violeta, me imagino que almorzara con nosotros.

—Deja tanta cortesía, ella puede comer después o que coma en la cocina con las empleadas, es más agradable la comida sin ella cerca.

—De verdad me sorprendes.

—Veo que ya casi terminan, espero que les haya gustado.

—Fue una delicia, como todo lo que tu preparas, pero ¿por qué no nos acompañaste en la mesa?

—Tuve un desayuno a eso de media mañana, con empresarios chinos y aún no me apetece el almuerzo.

—Ni me hables de chinos, que me están haciendo mi vida a cuadros y tenemos que hablar de ese negocio tuyo, desde cuando eres tan inteligente en algo.

— ¿Te puedo ayudar en algo?

—¿Tú? ¿En qué me podrías ayudar? en nada, no creo que logres convencer a los empresarios chinos de hacer negocios con la naviera.

—Bueno si tú lo dices, pero por lo menos yo logre cerrar un importante contrato con ellos hoy, no creo que sea tan inútil, pero no pienso discutir contigo.

— A mi me parece una muy buena idea, es bueno que de vez en cuando una verdadera mujer llegue a la empresa.

—Si se deciden me avisan. Si gustan los puedo acompañar a la reunión, quizá y sean igual de amables que los que atendí en la mañana.

—Está bien, pero no irás vestida así, aunque con ninguna ropa que te pongas te verás mejor.

—No te preocupes, ya mismo me alistó.

🗨️ Violeta subió a su habitación y no habian pasado cinco minutos antes de que su esposo empezará a gritar.

—¡Violeta ¿qué tanto haces?! Llevas mucho tiempo, según tu arreglandote, ponte cualquier cosa y vamos.

—Perdonen la demora es que no sabía qué ponerme, ya es hora de cambiar mi vestuario, pero no me ha quedado tiempo

—Deja de pensar en gastar y gastar, no necesitas comprar nada, ya ni te miran.

—Pero si estás preciosa, ese vestido se te ve espectacular y te queda perfecto el peinado, te ves muy bonita.

—No digas eso Julio, no creo que a tu amigo le guste que me halagues, para él soy un caso perdido.

—Pero para que le dices mentiras, bonitas las mujeres que salen en la televisión, las modelos, Violeta no les llega ni a los talones.

—No lo puedo creer, de verdad que eres bastante fastidioso, nunca valoras a tu esposa deberían acabar con este circo.

—Deja el drama y deja de defenderla, es mejor no decirle mentiras, la verdad ante todo.

—Creo que mejor me quedo, tengo mucho trabajo por hacer y asistir a esa reunión sería una pérdida de tiempo.

—Ya deja la bobada y salgamos de una vez, se nos hace tarde.

🗨️ Violeta decidió ir en su carro, desde hace unos días tener cerca a Omar es un fastidio, espera concretar un proyecto y estará lista para empezar una nueva vida.

Al llegar a la empresa la situación fue un poco incómoda, en los pasillos los empleados nuevos miraban a la visitante con curiosidad, mientras los antiguos se sentían a gusto con la visita de la que debería ser su jefa.

Y es que cuando su padre estaba al cargo visitaba las empresas frecuentemente, pero desde que su esposo asumió el cargo de presidente, se aparece solo de vez en cuando, muchos de los empleados la saludaron con mucho cariño y la felicitaron por sus logros.

Omar se adelantó hacia la sala de juntas, por lo que Julio apuro un poco a Violeta.

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