capitulo 16: “comenzar de nuevo"

Cuando por fin el beso es separado, el albino veía con gran sorpresa. Sus ojos anchos posaban sobre lo de ella.

— jamás pensé que me besarias...

— Sebastián... Aunque empezamos con el pié izquierdo, yo te juzgué a simple vista. Pensé que...

— ¿Que pensaste, Julieta?— preguntó él, con su sonrisa ligera.

— que también quiero comenzar desde cero. Olvidemos como nos conocimos y empecemos hoy...— tomó su mejilla, acariciándola suavemente, le digo— te prometo que saldrás de esta enfermedad, al fin y al cabo...— susurré solo para mí— te he llevado a la perdición.

— ¿Eh?... ¿Que fue lo que-...

Julieta niega ligeramente con su cabeza y dice.

— vamos... Aprovechemos el tiempo que queda antes de volver a la mansión.

Ambos se levantan de la grama.

— tal vez esta cita se ponga más interesante de lo que es...— opinó el albino haciendo un encantador gesto— ¿Seguimos mi lady?

Julieta saco una pequeña risa y toma la mano de aquel hombre. El paseo se tornó a uno más genuino que el de antes, ahora, la chica quería darle está vez la oportunidad de conocer ese lado que no pudo por su inseguridad. ¿De que forma?... La primera era que en su vida pasada no acepto el matrimonio porque no quería un compromiso, sin saber que esa decisión le costaría la cabeza. Y la segunda, es que en esta vida, el rencor y odio eran un gran obstáculo. Pero ahora eso se había quedado atrás con saber la verdad detrás de dolor.

La cita que en algún comienzo se vio forzado, al final se volvió tan espontánea como si fuera el mismo destino quién planeó esto, pero si las cosas buenas suceden las malas no se quedan atrás.

Iba siendo hora de volver, pues Julieta debía de darle la medicina a Sebastián. Una vez que ambos llegarán al frente de la mansión, el albino le vuelve a ofrecer la mano para entrar al hogar.

— Sebastián... ¿No te cansas de tomarme la mano?— preguntó Julieta en tono de burla, pero de todas maneras se la da.

— me gusta hacerlo... Aunque seas ese acto, se siente tan bien...— declaró él, mientras abría la puerta y pasaban al lugar.

En todo el medio de la sala principal, estaba Iván. Serio y con mirada matadora. Julieta solo se asusta un poco, más Sebastián solo una risa le daba a su hermano mayor.

— hermano...

— quiero hablar con Julieta, Sebastián.

— si solo vienes a regañarla, mejor no. Yo fuí quien le pidió salir, ella no tiene la culpa.

Iván miraban con asombro a ambos, más que todo a Julieta, que aunque tuviera esa mirada de molesto, ella solo veía con la cabeza en alto sin nada que ocultar. Así que pregunta antes de aclarar las cosas, ya que Iván no piensa regañar a la chica.

— Sebastián... ¿Te encariñarte de tu enfermera?

— al principio me la llevaba de maravilla con ella— dijo él con ironía—... Pero me di cuenta de muchas cosas gracias a ella, ¿Como no encariñarse de Julieta? Eh de admitir que adoró mas su lado odioso...— la chica lo golpea disimuladamente.

— Aunque dadas la circunstancia que antes no querías a nadie, me sorprende mucho oír eso... No se qué habrá pasado entre ustedes dos en el tiempo en el que estuve ausente... Pero— Iván saca una ligera sonrisa—... Me alegro verte de esa manera... Bien, para aclararte, no vengo a reclamarle nada a Julieta, solo quería hablar unas cosas sobre su madre...

— Iván...— pronunció la chica—... Puedes hablar del tema conmigo y Sebastián, él ya sabe de mi madre así que...

— entiendo. Vamos a un lugar más cómodo.

— pero antes... Déjame darle la inyección a Sebastián, no quiero que se pasé de la hora.

— de acuerdo, los esperaré en el jardín.

En la habitación del chico, Julieta termina de inyectarle el tratamiento de la tarde, los dos estaban listos para bajar. No obstante, antes de salir de la recámara, el albino no se aguantó más, así que toma de la muñeca a ella y la jala hacia él. Julieta choca contra su pecho y lo veia confundido.

— Sebastián ¿Que...

Callando a julieta con un beso corto pero extasiante, sé separan a los segundos después con algo de agitación.

— eso era por golpearme.

— ¿Seguro que fue por eso...? ¿O porque tenías ganas desde que llegamos?

— ambas...— y nuevamente, unen sus labios.

Julieta está vez es la que rompe el beso y aclara.

— no podemos tardarnos... Tu hermano, tiene cosas que decir que me interesa.

— como digas, mi lady.

— ¿Y ese apodo?

— no lo sé, solo salió de mi boca y me gusta como te queda.

Ambos salen por fin de la habitación y se dirigen al jardín hasta encontrar a Iván dentro de un kiosko. Una vez tomado asiento, Iván comienza a hablar sobre otra medicina para la madre de Julieta. La chica emboza una cálida sonrisa y dice.

— ¡¿De verdad?!

— por supuesto, ya le dije a Diego, el médico de tu mamá que verificara si esos medicamentos son perfectos para ella y aceptó. Ya tu madre está recibiendo su nuevo tratamiento... Y lo otro sí ya era tema con Sebastián, pero veo mucha razón en decírtelo a ti también. Como sabrás, mañana, Sebastián tiene una cita con su médico, quién nos dirá si en este tiempo de tratamiento han funcionado contra su cáncer y si no...— Iván exhala bruscamente y suelta las palabras para culminar desviando un poco el tema— como nuestra familia se preocupa por Sebastián, decidieron hacerle una pequeña reunión para subirle el ánimo.

— ¿Una fiesta?... ¿Cuando?— el tono de voz de Sebastián era de disgusto.

— hoy en la noche... Sé que no te gusta ese tipo de eventos, pero ya está planeado, aún así, está en decidió en no ir...

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