capitulo 12: “novio temporal"

Aunque siento que esto podría acabar en un desastre, también presiento que pueda funcionar. Eh de arriesgarme y ver cuál es el resultado en pedirle que sea mi pareja falsa por un tiempo.

Esta vez, Sebastián se quedó quieto en su silla con su celular mientras que el suero pasa por sus venas. Las últimas gotas caen y yo le quitó la aguja finalizando el tratamiento de la mañana. Es ahora o nunca de pedirle este favor.

— Sebastián... Necesito un favor, tuyo...

El albino deja de observar el teléfono y me mira con mucha atención sin ningún gesto.

— necesito que seas mi novio falso por una temporada.

De un momento, sus ojos azules brillaron de asombro, al parecer pensó que era otra cosa que le pediría... Luego, una pequeña sonrisa aparece en su rostro.

— y... ¿Podrías decirme la razón del porque quieres que sea tu pareja falsa?

Suspiré y no tuve más remedio que contarle lo sucedido, del que le prometí a mí madre llevarle a mi novio para que lo conociera y éste resultó ser un completo idiota.

— hum, ahora entiendo porque la actitud de ayer... ¿Por cuanto tiempo?

— hasta que yo te diga.

— está bien, pero con algo a cambio.

Suponía que no sería de gratis, así que me preparo para algo humillante que sé que me pedirá o echarme de aquí, cualquiera de la dos, estoy preparanda por mí madre.

— una cita.

— ¿Eh?... ¿Una cita?

— si, es lo que quiero para ser tu novio falso... No es mucho pedir. ¿Verdad?

Mis párpados lo veían con gran impresión, jamás pensé que me pediría una cita. De verdad que no llego a entender a Sebastián ni en lo mínimo. Pero, una cita es fácil de cumplir.

— está bien. Lo acepto.

— Bien... Iremos en una hora a visitarla.

— espera... No quiero que sea tan pronto, déjame...

— son algunas de mis condiciones si quieres que sea tu pareja. Veremos a tu madre hoy.

De verdad que aveces no lo soporto, solo será una pequeña temporada. Mi teléfono suena, así que veo el nombre de la llamada y era Iván, así que salí de la habitación sin importar la mirada de Sebastián.

— Iván... ¿Que pasa?

— te llamo para informarte que dentro de unos días Sebastián será llevado al hospital de nuestra familia para verificar si los medicamentos están dando efectos en él. Es su chequeó... Él ya sabe, pero quería que tú también lo supieras.

— entiendo...

— esperemos que los resultados sean positivos...

Sé que Sebastián no me importa, pero no me retuve en preguntar lo siguiente.

— Iván... ¿Que pasará si esos medicamentos tampoco funcionan en él?

Un silencio tormentoso era lo que se escuchaba en la otra línea. Al final, Iván respondé.

— lamentablemente tendremos que esperar lo peor... Adiós, Julieta. Cualquier cosa, avísame.

Colgué la llamada, debería estar bien con la noticia. Pero es todo lo contrario. Tal vez Sebastián haya sido un villano en nuestra vidas pasada, aún así, su hermano vela por él, y siento empatía por Iván... Ya que mi madre...

— Julieta...— dijo Sebastián a mis espaldas.

Me giré para verlo ¿Será que escuchó?... Estoy segura de que me había alejado lo suficiente...

— Sebastián... ¿Que pasa?

— iré a arreglarme... Dentro de una hora te esperaré abajo.

— si...

No se porque, pero ahora lo miraba diferentes al suponer si el falla en el tratamiento. Tanto como él, yo no aparto la mirada...

— ¿Julieta, que ocurre?

—... No, no es nada... Haré lo mismo en arreglarme.

Al darle la espalda, aún sentía su mirada en mis hombros...

Luego de que el pequeño tiempo ocurriera, bajo las escaleras a la sala. Eh ahí donde el estaba esperando para salir directo al hospital. Esta vez, el ya no lleva la tela en sus ojos, si no unos lentes oscuros... Con una sonrisa de lado el me ofrece su mano.

— ¿Nos vamos?— suspiré y la tomé. Me sorprendió lo suave que se sentía— tendrás que contarme algo de tí si quieres que tu madre creá que somos pareja...

— está bien...

— hasta los momentos vergonzosos de tu vida me conformo...

— ¡Jamás te llegaré a contar eso!... Prometiste que te comportaría.

Él se ríe por mi reacción.

— cálmate... Soy un hombre de palabra y cumpliré.

Durante el camino, Sebastián tuvo la idea de cómprarle un detalle a mi madre. Creo que se quiere tomar en serio esto, pero aún me sigue impresionado que me pidiera una cita si yo le desagrado tanto. Además, como acordamos, hablé un poco de mi para que supiera cosas si mi madre llegará a preguntar.

Llegamos al hospital. Tocó la puerta de la habitación de mi madre, no di aviso de mi llegada pues quería que fuera una sorpresa. Al escuchar su permiso, me me adentro a la habitación junto con Sebastián.

— madre...

Julieta le da un dulce abrazo a su madre, luego de ese breve momento, ella le susurra a su hija.

— así que es él...

La chica asintió con algo de pesadez.

— te lo presentaré...— Julieta se separa y se coloca a un lado de Sebastián— madre... Él es Sebastián black... Mi novio.

Sebastián se quita los lentes y lo guarda en su bolsillo.

Mire disimuladamente hacia arriba y vi su sonrisa de satisfacción al escuchar lo que dije, sin saber que luego de eso, me toma con su mano libre la mía y se acerca a mi madre...

— es un placer conocerla. Julieta me ha contado de usted y de sus esfuerzos de cuidarla.

Finalmente, Sebastián suelta mi mano y le entrega el ramo de flores a mi madre.


— el placer es mío, joven. Agradezco por el detalle tan hermoso, no se hubiera molestado.

— por la persona que Julieta más ama en esta vida, haría lo que sea.

— apenas nos conocemos, Sebastián.

— pero solo me basta saber que usted es importante para ella. La felicidad de Julieta es la mía... Y si usted es su felicidad es mas que suficiente.

— vaya, vaya... Mi hija tiene a un excelente hombre a su lado. Me alegro mucho de saber que tendrá a alguien como tú para cuidarla...

— mamá...— pronunció Julieta con tristeza, así que la chica se coloca al otro lado de ella para estar más cerca de su madre— ya te dije que no me daré por vencida, y encontraré una solución...

Y mientras que madre eh hija hablaban con una pequeña sonrisa, Sebastián veía entre silencio como era ésta relación familiar. Ahora comprendía que había sido un error en haber intentado hacer ese cambio de hospital a la madre de Julieta, pues se ve que ella esta agusto aquí. Además, él veía otra parte de la chica, que sin duda alguna, ve lo dulce que puede ser ella con la persona que le importa.

Los pensamientos del albino es interrumpido por la voz de Sol, la madre de Julieta.

— Sebastián, siéntate, quiero conocerte más...

El joven emboza una sonrisa y con gusto toma asiento al lado de Julieta, y comienza a hablar para llegarse a conocer mejor

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