capítulo 18

Marcel empezó a leer la carta de su madre que decía:

......"Querida hija lamentó interrumpir tu felicidad con un estas letras llenas de amargura y dolor pero no tengo más opción que pedirte que vuelvas a casa, tu padre no se ha sentido bien últimamente, te escribo porque no sé si tu padre logré sobrevivir y me gustaría que lo vieras antes que deje este mundo terrenal."......

...Firma Josefina de Quintana....

Marcel quedó sorprendida, se sentía totalmente culpable. A la vez se llenó de preocupación, su esposo noto su disgusto y le dijo que si había una emergencia en la mansión Quintana él podría mandar a buscar el cochero y mandarla allí en su carruaje pero no podía ir con ella debido al trabajo acumulado que tenía.

Marcel estuvo de acuerdo y se dispuso a hacer su equipaje por si tenía que quedar unos días de más.

Ya teniendo todo listo Marcel y su esposo se despidieron y cuando Marcel estaba por salir se encontró con una cara familiar.

Marcel:¿Ana? - dijo Marcel incrédula de ver a su hermana en su residencia -

Ana: ¿que?, no me digas que no soy bienvenida. (y esas maletas, será que el señor Iñigo…)

Marcel: pensé que estarías en la mansión Quintana.

Ana: porque debería ir allá es que hay una emergencia en la mansión o madre mandó por mí…

Además, yo no quiero ir para casa a ver a padre ebrio y llorando por la malagradecida de María.

Dijo Ana Ignorante a la información de la situación de padre, ella solo sentía un poco de resentimiento en su corazón porque Juan siempre defendía y consentía más a María.

Marcel: Ana es que no sabes que papá está en situación irregular y no se sabe si podrá sobrevivir.

Ana ante esa noticia quedó blanca como papel y espero que todo fuera una mala broma de su hermana.

Ana: Marcel con la vida de los seres queridos no se juega - dijo mientras se tocaba el pecho y trataba de calmar su angustiado corazón que latía a máxima potencia gracias al susto que le dio las palabras de Marcel.

Ana no es broma yo voy para casa ahora mismo, si quieres vienes conmigo a ver que pasa.

Ana al ver que Marcel hablaba con tanta seriedad que asintió, de todo modo no perdía nada en ir así pensó Ana mientras ambas se subían al carruaje tardaría aproximadamente cuarenta minutos en llegar a la mansión Quintana.

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mansión Quintana

llegando Miranda a la mansión dejó al abogado en la sala mientras subía las escaleras en busca de Josefina.

Llegando a donde se encontraba su señora le informó que ya estaba el señor notario esperando a Josefina, esta llegó y sentó junto con el abogado y empezaron hablar entre ellos.

Josefina mando a Miranda por té y que subiera dos tazas a la habitación del señor de la casa y así dispuso a guiar al abogado a donde se encontraba Juan Quintana.

Ya estando en la habitación de Juan, Josefina los presentó a ambos.

Josefina: querido, te he traído el notario legal como me has pedido.

-gracias, por favor retirarte primero- respondió Juan con su voz muy ronca, tratando que Josefina se marchará de la habitación.

Josefina: pe… haaa, oolvídalo me retiro primero con permiso.

-Pass- sonó la puerta al ser cerrada con fuerza a salir Josefina.

Quedando solo Juan y el abogado, esté le empezó a explicar como iba a repartir los bienes para sus hijas y esposa, llevándole un rato para terminar dejando su testamento completo.

Pasado el tiempo y todo estuvo en orden, Josefina despacho al abogado y en la entrada de la puerta pudo ver a lo lejos un carruaje que entraba a por los jardines de la mansión Quintana.

Marcel y Ana bajaron del carruaje y vio como su madre las estaba esperando.

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