#10

...Mía....

...Me había acostado otra vez con Alejandro y esta vez, en mis cinco sentidos, era algo inevitable, él me gustaba mucho y nada más sentir sus labios, me hizo revivir todo lo de aquella noche; intenté hacerlo, pero no pude controlarme, él podía conmigo y lo peor era que no me arrepentía, me encantó, él había sido muy gentil, muy dulce, me hizo sentir en el cielo y en el infierno al mismo tiempo y no dolió como la última vez, que sentía un ardor en mi vagina, esta vez fue perfecto....

...Ambos teníamos una sonrisa en los labios mientras preparábamos nuestra cena, me burlé mucho de él, era demasiado perfeccionista hasta cocinando... Era increíble, pero bueno, no esperaba menos de un hombre como él....

...Después de cenar tranquilamente y lavar los platos, volvimos al sofá, él se acostó y acomodó su cabeza en mis piernas, estábamos en un silencio cómodo, jugaba un poco con su cabello lacio, mientras pensaba, de seguro él debía pensar que era una mujer fácil, me había acostado dos veces con él y ni siquiera le había preguntado su apellido....

...— Alejandro, ¿no te parece que lo que pasó hoy, fue algo muy apresurado? — Pregunté con cautela, no quería decir algo que lo lastimara....

...— ¿Te arrepientes? — Preguntó abrazando mi cintura, parecía un niño buscando consuelo....

...— No, claro que no, me gustó estar contigo — aclaré antes de continuar....

...— Es que, no solo somos tú y yo, nuestro bebé está de por medio; debemos pensar en él y hacer las cosas bien, tú y yo no nos conocemos, no tenemos una relación como tal, no podemos volar sin antes aprender a caminar. Nos estamos saltando muchas cosas, no quiero que mi bebé nazca en un ambiente que no sea sano para él, nuestro hijo necesita estabilidad emocional — expliqué....

...Me miró serio y respondió:...

...— Tienes razón y es mi culpa, me cuesta mucho controlarme cuando te tengo cerca, me gustas demasiado, pero te prometo que intentaré controlarme más y estoy de acuerdo, también quiero lo mejor para nuestro bebé, quiero conocerte y hacer las cosas bien contigo — besé su mejilla y seguí:...

...— Es culpa de ambos, pude decirte que no, pero la verdad es que no he podido sacarte de mi piel desde aquella noche y moría de ganas por volver a sentirte — fui honesta con él, sonrió y se levantó para besarme, así no íbamos a poder....

...— Alejandro, si me estás besando todo el tiempo, harás esto más difícil — le dije después de disfrutar de sus labios....

...— Perdón, fue un impulso — se disculpó, pero tenía una sonrisa burlona en sus labios, sabía que iba a seguir haciendo conmigo lo que quisiera, pero bueno....

...— Comencemos de nuevo, ¿te parece? Soy Alejandro... Alejandro Ferrer y tengo 25 años — empezó....

...— Ok, me llamo Mía Anderson, tengo 23 años — seguimos platicando, esta vez sí en serio, le conté parte de mi vida, a qué me dedico, de dónde soy y qué hacía en Estados Unidos. No me creyó que era de Brasil hasta que le hablé en mi idioma natal, es que hablaba inglés perfecto, aprendí desde muy joven, mis padres querían que hablara otros idiomas y tenía profesores particulares, hablaba inglés y español, tan perfecto como el portugués......