capítulo 5 los puntos sobre las ies

Ese martes pasado el mediodía, José se encontraba en las oficinas de la planta frigorífica, había llegado para hacer efectivo el cobro de unas facturas por la venta de unas cargas de pesca, ya se retiraba cuando se encontró con Matías Ariany, se saludaron palmeándose las espaldas como si se tratara de dos buenos amigos y Matías lo invitó a tomar un café en la cafetería del lugar, pues quería tener una conversación con él, José no dudó en aceptar, se ubicaron en un rincón del amplio salón, eso atrajo la atención de los empleados que se encontraban allí en su media hora de descanso, es algo muy raro que el dueño vaya a ese lugar y menos a charlar con un empleado.

Matías: ¿cómo estás José, tu familia todos bien?, hace mucho que no veo a Anita, ¿está bien?

José: si todos bien por suerte y ¿Eugenia?

Matías: ella está bien, un poco mortificada por el inútil de nuestro hijo, desde que se recibió hace un año no hace más que andar de fiesta, dormir y mujeringuear. Y de él es que quiero hablarte.

José: si me imagino por donde viene la cosa y también toca a nuestra familia.

Matías: si, tal vez ya estás enterado, pero es mi obligación como padre aclarar las cosas o por lo menos intentarlo.

Jose: no sé si aclararemos algo, me parece que no está en nuestras manos la solución de esto.

Matías: tanto Euge y yo estamos preocupados, hace unos días volvía del centro y vi a Joaquín caminando junto a tu hija, no sé si sería la primera vez y no es que no queramos que esté con Rita, es lo que más nos alegraría si ocurriera, pero como conocemos a nuestro hijo tememos que pueda dañarla, es un irresponsable, no tiene empatía ni respeto por nadie, en una palabra no confiamos en él.

Jose: sabes que el día que llovió yo lo crucé a un par de cuadras de casa y se me metió en la cabeza que fue con ella y ya volvía de regreso, me saludó y se notaba contento.

Matías: ese mismo día cuando llego a casa, lo encare y le deje bien clarito lo que pasará si se pasa de vivo, pero ni se inmutó, yo diría que ustedes hablen con Rita y le abran los ojos, sobre el comportamiento de Joaquín.

Jose: lo voy a hablar con Ana, vos sabés bien como ella lo quiere, pero más quiere a su hija y luego hablar con la nena, pero Rita es muy terca y yo creo que está metida con él viste que a veces las personas tienen que darse el golpe para despertar ¿no? Y mi hija es de esas personas que se mandan y se la juegan por lo que o quien quiere y ese es mi temor, que termine sufriendo, aún podemos frenarla un poco porque es menor de edad, pero en dos meses cumple la mayoría de edad y supongo que después va a hacer lo que quiera.

Matías: si mi hijo fuera diferente no estaríamos hablando de esto estaríamos todos felices, pero hemos criado a un inmaduro descerebrado, lamentablemente.

Jose: tampoco digas eso, es muy joven aún y hasta ahora nunca te dio problemas, estudio y se recibió como vos querías.

Matías: nosotros a su edad éramos responsables y nos rompimos el lomo trabajando.

José: y eran otros tiempos, teníamos que madurar de prisa no nos quedaba de otra.

La charla duró bastante y finalizó cuando llamaron a Matías pues lo buscaban en su oficina, se despidieron con un abrazo y la promesa de intentar solucionar el tema hijos.

Esa misma tarde Ana y José charlaron sobre el asunto y en cuanto Rita llegó, la llamaron y le pidieron tomar asiento junto a ellos, la chica vio venir un sermón y tuvo ganas de no hacerlo, luego de dudar un poco se sentó al lado de sus padres.

José: hijita te pido que antes de enojarte e irte, nos escuches.

Rita: bueno veo que esto viene de sermón, ¿qué pasó?

José: no te pongas sarcástica, que si a vos no te gustan los sermones a nosotros tampoco nos gusta darlos y te ruego que no abras el paraguas antes de que empiece a llover.

Rita: Es que ya sé dé que van a hablar y me cansa que todos los días estemos con la misma canción.

Ana: a vos no te gusta,pero nosotros somos tus padres y es nuestro deber abrirte los ojos para que sepas a qué atenerte y después vos sabrás lo que haces.

Rita: que tragica mami y sonrió

José: vamos a hacerla corta y sin discutir, hoy estuve hablando con Matías él Padre de Joaquín, ( Rita al oírlo abrió grande los ojos) y te cuento que él los vio caminando juntos, Rita no lo dejó continuar,"a ver qué tiene de malo que dos personas caminen juntas charlando"

Jose: nada, no tiene nada de malo salvo que tu amiguito no está buscando nada bueno para vos y te comunico que ellos tampoco están de acuerdo con que te veas con él.

Rita, lagrimeando y la voz cortada: y que saben ellos y ustedes de lo que queremos nosotros, apenas nos estamos conociendo y él no me ha faltado el respeto ni se ha sobrepasado conmigo, que hay de malo en eso.

Ana: no hay nada de malo hijita, es que él no es confiable y todos queremos tu bien y que no sufras, ya te lo dije y te lo voy a repetir mil veces más.

Rita ya llorando desconsolada: y yo les repito ustedes, creen que no es confiable, yo sé que si lo es y lo bueno, que saben que es lo bueno para mí, no pensaron que a lo mejor, lo que para ustedes es bueno para mí no lo es.

Ana: nosotros te hablamos desde la experiencia que como adultos a través de los años hemos adquirido.

Rita: la experiencia de ustedes, es de ustedes, déjenme a mí hacer las mías y si me equivocó me servirá para aprender a hacerlo correctamente y si me va bien mejor y saben que, me importa un carajo si confían en él o no, confíen en mí, en mi buen criterio, ustedes que son mis padres y me criaron con valores, los padres de él no me importan una caca, está claro y por estos dos meses que me quedan para ser mayor voy a intentar hacer algo de lo que me dicen, pero después voy a hacer lo que yo quiera y lo que me indique mi corazón, por ahora solo voy a seguir conociéndolo, ya lo saben.

Los padres quedaron mudos, jamás su hija había reaccionado de esa manera, ya no es más la niñita obediente, esa va dejando paso a una mujer empoderada.

...Luego de la charla fue al baño se lavó la cara para así borrar las huellas del llanto, se peinó y salió a encontrarse con Joaquín que la esperaba en la plaza según lo convenido, apenas se encontraron, el luego de saludarla con un beso en la mejilla le pregunto si le había ocurrido algo pues llevaba un buen rato esperándola, ella le contó la charla con sus padres y al oír la férrea defensa ejercida por ella hacia el, sintió que el pecho se le hinchaba de orgullo, nadie ni siquiera sus padres eran capaces de quebrar una lanza por él y ella su niñita, si lo hacía y con tanto ahínco, entonces sé ánimo y la abrazo agradeciéndole y a ella le encantó estar así con su cara pegada a su pecho y sentir los latidos de su corazón y pensó ojalá pudiera estar todo el tiempo posible así, entre sus brazos, junto a su pecho....

Él aprovechó el momento y con la boca junto a su oído susurro, como me gusta tenerte así abrazadita y pegadita a mí, aspirar tu perfume que me enloquece, creó que me estoy enamorando mi niña, de vos y como corolario la besó junto a la oreja y el aire tibio que exalaba por su boca causó en ella esas sensaciones que cada día deseaba sentir al estar con él, se separaron, para caminar así abrazados hasta un banco alejado de la vista de quienes pasaban y allí se sentaron a observar el horizonte, aunque a eso fue a lo que menos atención le dieron, ese atardecer pasó desapercibido para ellos, la atención estaba fija en otros placeres, besarse, acariciarse y abrazados susurrar palabras dulces al oído, era como si no existiera nada más que ellos dos y no importaba la negatividad de los otros, solo ellos dos, para ella el descubrir un mundo de sensaciones y emociones nuevas, cosas que jamás imagino que se podían sentir por el solo hecho de estar abrazada a un hombre y él aunque sin creerlo aún y sin querer darse cuenta, el sentimiento que va creciendo y metiéndose sin permiso en cada fibra de su ser y su corazón, ese al que se niega a aceptar, y que se llama amor.

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