COQUETEÓ

Se sentía culpable, creyó qué era su culpa qué Lorenzo se molestara, no podía creer qué fuera tan tonta y qué dejará ir a su guapo Lorenzo..

Lágrimas de dolor salían de sus ojos.

Lloró amargamente durante largó tiempo, pensando tantas cosas, echándose la culpa de lo que pasó.

Al final él sueño la venció entrada la madrugada.

Al día siguiente no sé quería levantar, estaba tan cansada y no tenía ganas de nada...

Le dolían los ojos, sentía qué los tenía irritados.

Y al verse en un espejo tenía unas pronunciadas ojeras.

Al ver qué ya era un poco tarde su madre Bertha le tocó a la puerta.

" ¿ Hija estás bien ? te espero para desayunar "

" Dame un minuto mamá, ya voy " Ángeles contestó adormecida..

Luego de unos minutos salió..

Al verla su madre Bertha sé le quedó mirando.

" ¿ Pero hija te sientes bien ? " Se veía muy demacrada.

" No pude dormir muy bien mamá, pero estoy bien no te preocupes " Ángeles contestó con una sonrisa.

Era una joven muy alegre y no era normal verla tan apagada.

Sé caracterizaba por su forma tan espontánea, alegre y simpática... Tenía muchas cualidades además de una belleza única.

Ángeles era una de las más bellas del pueblo.

Muchas familias habían puesto sus ojos en ella para sus hijos... Pero Bertha y Pedro ya sabían con quién debía casarse, era el mejor partido qué podían encontrar...Su pequeña y adorada Ángeles sé merecía lo mejor..

Ángeles no lo sabía pero sus padres habían sido muy cuidadosos al buscarle un buen marido.

Querían lo mejor pará ella.. Aún qué ella pensará lo contrario.

La adoraban y jamás la entregarían a un mal hombre sin oficio ni beneficio.

" Hija recuerda qué esté fin de semana vendrá la familia de tu futuro esposo, quieren conocerte en persona y pedirán tu mano, pasarás dos años comprometida y después de cumplir 20 años te casarás con tu prometido "

" Mamá porque debo casarme con alguien que yo no elijo, cómo sabes qué será un buen marido si ni siquiera lo conozco " Ángeles dijo en desacuerdo.

" Hija, es un buen partido te lo aseguro, jamás te entregaríamos a alguien qué no sea digno de tí, mira yo estaba igual qué tú antes de conocer a tu padre, y mirá ahora me doy cuenta qué era él amor de mí vida, te pasará a tí de la misma manera, te vas a enamorar de tu esposo yo lo sé "

" Cómo puedo enamorarme de alguien qué no conozco mamá, de verdad qué me gustaría poder elegir por mí misma al hombre con él qué me voy a compartir mí vida " Ángeles lo dijo con tristeza, recordó a su amor secreto Lorenzo.

Era él con quién sin pensarlo sé casaría con él, parte de la noche estuvo pensando en la propuesta de Lorenzo, talvez no huir con él no sonaba tan descabellado y así no tendría que casarse con un hombre viejo y feo que ella no quería...

Podría estar con él amor de su vida para siempre y así darle a Lorenzo lo qué tanto quería en los últimos días.

" Yo sé lo que te digo hija, no te adelantes, sé qué te vas a enamorar de tu prometido, sólo debes tener paciencia y terminaras cómo yo, perdidamente enamorada de tu padre, Pedro se ganó mí corazón..Con su ternura y su manera de tratarme siempre con respeto y amor...No lo dude, entonces agradecí a mis padres por casarme con él " Al hablar y recordar él inicio de su bella historia, él semblante de Bertha sé tornó sereno y una sonrisa se mostró en su rostro, su mente vago 17 años atras, cuando sus padres le presentaron a Pedro, al principio no lo tomó a bien y le hacía sus desplantes, pero luego de pasar tiempo juntos cómo pareja, se dió cuenta qué era él amor de su vida y terminó perdida por él.

Bertha tenía la certeza qué Ángeles pasaría por lo mismo y al final terminaría enamorada de su esposo.

" Bueno ya mamá, no quiero más detalles, iré a tender la ropa, quiero salir un poco con Flor, parece qué necesita de mí ayuda " Ángeles mintió, sólo quería salir pará buscar a Lorenzo y encontrarse con él, debía pedirle perdón por lo de la noche anterior.

No se sentía tranquila pensando qué ella era la culpable de qué Lorenzo terminará con ella.

" Está bien hija, puedes ir con Flor, pero no te tardes por favor "

Ángeles salió apresurada ha tender la ropa, estaba inquieta y a la vez ansiosa por salir a buscar a Lorenzo, sabía qué aún era temprano y todavía debía andar por él pueblo.

En otro lugar del pueblo... Flor salía a la pequeña tienda; y para llegar debía pasar por un solitario callejón.

Al momento de entrar al callejón, iba sin preocupación alguna, y antes qué saliera de ahí, detrás de un tronco de un inmenso árbol, salió Lorenzo pegando un salto.

Flor casi se infartó del susto, no esperaba qué nadie saliera de ésa manera.

Sus latidos se dispararon al mil, por poco y cae de la impresión.

" Qué te pasa idiota, casi me da un infarto por tu culpa " Flor le dijo con coraje.

" Hola florecita, qué milagro, desde cuándo no nos vemos " Lorenzo dijo con lujuria en sus ojos, parecía qué la desnudaba sólo con verla.

" Idiota, apenas nos vimos anoche, o acaso no recuerdas qué soy yo la que siempre cubre a Ángeles pará verse contigo " Flor dijo con desagrado; Lorenzo no le caía pará nada bien y éso no era ningún secreto.

" Oye florecita no te enojes qué te ves más bonita " Lorenzo dijo mientras se acercaba un poco más.

Flor al verlo retrocedió.

" Espera florecita, no tengas miedo qué no muerdo o amenos qué tu me lo permitas " Lorenzo dijo sonriendo.

" Qué estúpido qué eres, cómo te atreves a dejar a mi amiga y tienes él descaro de coquetear conmigo, qué poco hombre eres "

Flor quiso pasar por un lado de Lorenzo, no soportaba verlo; y menos ahora qué sentía que se le revolvía él estómago de sólo escuchar sus asquerosas palabras.

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