Capitulo 18

Gian fue directo a la cocina y busco en uno de los cajones una caja con medicamentos, sirvió agua para Alice mientras ella se sentaba y le entregó la medicación.

-Espero que esto te ayude.-Dijo Gian Entregándole la medicación.

-¡Muchas gracias Gian! No sé cómo agradecerte.

-No te preocupes, espero que cuando te sientas mejor puedas cenar algo.

-¡Gracias! Sabes si estás interesado talvez mañana podría cocinarte algo.-Dijo Alice mientras se apoyaba en la mesa.

-¿Sabes cocinar?-Pregunto extrañado.

-¡Claro que si! -Exclamo ella.

-Podrías hacer algo para el almuerzo mejor...

-Oh si! Está bien.-Contestó con una sonrisa.

-En la noche vendrá Mara, si quieres podrías buscar dormir en una de las habitaciones que está más alejada de la mía.

-¿Lo dices por los gritos?

-¡Si!

-Está bien, creo que sería lo mejor. ¿Ella vendrá siempre a dormir?? -Pregunto con cautela para no hacerlo enojar.

-Ella al menos vendrá 3 o 4 veces a la semana.

-Uff así que no dormiré por varios días.

-Jaja si, Mara es una loca.-Contestó con una sonrisa mientras se sirve comida.

-Bueno me alegro mucho por ustedes, están enamorados. Aunque es triste que no tengas la libertad de elegirla libremente.

-Mis padres son así, ya has visto a mi madre quieren que todo se haga como ellos dicen. Luego se enojara contigo por no darme un hijo. ¿Quieres comer? -Le consulto mostrándole la comida.

-No, no gracias. -Se negó ella al tener aún un poco de dolor. -¿Y si ella queda embarazada? Talvez la acepten como a mi hermano.

-Ya lo hemos intentado y al parecer ella no puede.-Contestó haciendo una mueca.

-¡Qué mal! Lo siento mucho, pero ahora hay tantos avances tecnológicos podrían hacer tratamiento.

-Ella no está preparada para eso...

-Mmm entiendo, es un tanto difícil pasar por eso.

-¿A ti te ha sucedido algo así?

-¡No! Pero supongo que debe ser difícil pasar esto como pareja. Igualmente en un futuro seguro querrá tener un bebé.

-¿A ti te gustaría ser madre?.-Preguntaba Gian mientras cenaba.

-Si, cuando termine la facultad y pueda tener una casa supongo que sí.

-Si no llegas a ser tan fastidiosa por estos 5 meses y medio que nos quedan podría ayudar con la casa.

-No gracias, yo quiero sentirme orgullosa por conseguir cosas por mérito propio.

-Muy bien, tan solo faltaría que no estés tan pendiente de tu novio.

-¿Por qué dices eso??-Pregunto con el ceño fruncido y las manos en la cintura.

-¡Porque si! Tienes dolor en el estómago porque él te ignora.

-Es que no lo quiero perder ...

-Deberías hacerte de rogar para que piense primero si él no quiere perderte.

-¿Y si él ya no contesta nunca más?

-Entonces no es tuyo...

-Tú lo haces fácil porque tu novia si te habla y sabía sobre todo el plan desde un principio.

-Pero yo también impongo mis reglas, deberías cambiar con tu novio y ser un poco más dura.

-Lo intentaré. -Contestó virando sus ojos.

-Si, porque si no terminaras delgada. Te la pasarás días y días sin comer, ya pude ver que estás más delgada.

-Porque hoy no he comido.

-Yo aquí no mezquino nada, así que come lo que necesites.-Le ofreció Gian.

-Bueno muchas gracias Gian.

-Bueno, iré a dormir. Tú deberías hacer lo mismo.-Dijo Gian dejando su plato sobre la cocina para que Silvia se encargue al día siguiente.

-¡Buenas noches Gian!

-Buenas noches, molesta.-Bromeó Gian y la dejó allí en la cocina, Alice terminó su agua y volvió a su habitación.

Al día siguiente Alice se levantó y Gian ya no estaba allí, por lo que decidió comenzar a preparar el almuerzo. Al verla de ese modo todas las empleadas se sentían a gusto, Alice cantaba y bailaba por alrededor de la cocina mientras preparaba un pastel de papas, probaba la comida y mientras tanto ordenaba la mesa. Ya estaba todo listo y tan solo faltó que pusiera la comida en la mesa , se sentó ansiosa porque llegara Gian , pero ya había pasado el mediodía y el no aparecía. Las empleadas la veían apoyada sobre la mesa con la mirada perdida y sentían pena por ella, ya que Gian la habia dejado plantada , espero unas horas más y au no habían señales y menos atendió su teléfono. Alice enojada porque Gian corto su última llamada, dejó todo que como estaba y volvió a su habitación , prendió el televisor y pasó toda la tarde mirando películas.

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