Capitulo 9

Inmediatamente, cuando terminaron de casarse el cura pidió que se retiren hacia un costado para poder ser felicitados por su familia, Alice intentó levantar su vestido, pero le era un tanto difícil manejar ese vestido tan grande y los tacones que llevaba puestos en el cesped, Gian Luca al verla de ese modo intento ayudarla tomándola del brazo para alejarla del altar, todo iba muy bien hasta que Alice volvió a escuchar a la orquesta sonar, sonrió al pensar que ellos se habían confundido, pero al girar entendió todo.

Había otra boda, otra novia que pasaba por el mismo camino de rosas por el que ella había pasado, esto le extrañó a Alice e intentó acercarse al altar, pero Gian Luca la tomó del brazo trayéndola hacia él, no contenta con eso Alice se soltó y de todas maneras se acercó al altar dejando atrás a Gian Luca quien quería evitar que ella fuera hacia allí. Para ella la novia era una joven totalmente desconocida, pero quien la esperaba en el altar era Lorenzo, él estaba allí parado con una gran sonrisa, mientras que Alma se acercaba a él con lágrimas de Felicidad, todos al verla pasar no ocultaban su felicidad, eran muy felices por ellos, todo lo contrario que con Alice.

Gian Luca se paró tras ella, y le Murmuro en el oído-Debemos irnos...

-¿Tú sabías sobre esto? -Le reprocho.

-Cállate y sígueme.-Le ordenó

-¡No! -Contestó con lágrimas en sus ojos.

-Vendrás conmigo de todas maneras. -le dijo tomándola del brazo y llevándola hacia adentro a toda prisa.

Alice se sintió totalmente engañada, estaba tan triste, sus lágrimas caían y caían mientras que Gian Luca la guiaba hacia la casa, no se opuso a nada y fue con él, aceptando su maldito destino.

Gian la llevó hacia la sala, tomó sus maletas y la guio nuevamente al garaje donde el chófer los esperaba para llevarlos a la mansión que Gian Luca tenía a unos pocos kilómetros de allí.

-¿No nos quedaremos en la fiesta?-Pregunto Alice un poco desorientada.

-Esa fiesta no es nuestra, es de mi hermana y tu hermano.-Contestó entre dientes, como si estuviese enojado por haberse casado con ella, Gian quedó totalmente serio y solo la ayudo a subir al coche manteniéndose en silencio durante todo el camino.

Alice no quiso molestarlo, pero durante el camino su mente volaba imaginando las cosas que podría hacer para escaparse de Gian Luca y su familia, no entendía bien lo sucedido, pero si pudo ver a su hermano casándose mientras que toda su familia lo apoyaba.

Al llegar a la mansión Gian se adelantó mientras que el chófer bajaba las maletas, Alice bajo sin ayuda del auto y quedó observándolo con enojo. Su actitud le parecía extraña, se preguntaba el porqué acepto casarse con ella si la trataría de este modo, pero podía ver que su calvario estaba comenzando, una vida de amargura junto a un mafioso que solo la tendría como un trofeo.

Gian abrió la puerta para Alice y esperó por ella, Alice sonrió al ver que al menos quedaba algo de caballerosidad en su persona, acepto entrar mientras él continuaba con una sonrisa en su rostro, pero al cerrar la puerta esto cambió.

Alice ingreso con nervios a la mansión, sabía que sería su noche de bodas y era la primera vez que estaría con una persona que no fuese Pedro. Gian se quitó su corbata y saco tirándolos en el sofá mientras que Alice quedo inmóvil esperando lo peor.

-Bueno puedes quitarte el vestido y ponerte cómoda...- dijo Gian sin preámbulos.

-¿Qué? ¿Así nada más?-Se extrañó Alice.

-Mira ve a cambiarte y luego hablaremos.-Indicándole el baño.

-Ah OK... Pero no sé donde está mi ropa...

-Busca en la maleta y ven rápido por favor. -Contestó Gian, Alice tomó la maleta y se dirigió al baño, pero no pudo evitar observar a Gian asombrada por su pedido, Alice ya imaginaba a Gian intentando besarla o algo similar, pero esto no sucedió y peor aún ahora él quería hablar con ella, pero esto la tranquilizó un poco así que con confianza busco un pantalón corto y una blusa que le quedara suelta, al entrar en el baño se quitó la tiara que adornaba su cabello y se quitó todo con celeridad, estaba ansiosa por escuchar lo que Gian tendría que decirle.

Volvió a la sala y él ya se encontraba con su camisa desabrochada a la mitad y sin zapatos, Alice pensó en lo peor, pero él al verla llegar la invito a sentarse frente a él, ella se sentó sintiendo que su cuerpo temblaba por completo, pero intentó mantener la calma frente a él.

-Bueno Alice, como sabrás yo soy Gian Luca. ¡Mucho gusto!

-¡Mucho gusto Gian Luca! -Contestó ella un poco tímida.

-Quisiera hacerte unas preguntas...

-¿Sobre qué?

-Pues me han dicho que tú tenías novio...

-Por favor no metas a mi novio en esto.

-¿Tú lo quieres?-Pregunto serio Gian Luca.

-¿Por qué lo preguntas? -Titubeante estaba Alice y con sus ojos llorosos, no esperaba más que otra amenaza para continuar junto a él.

-Quiero una respuesta...

-¡Si! Lo quiero y lo amo y nada de lo que me hagas cambiará eso...-Contestó Alice tomando valor.

-¡Bien!-Se acomodó en el sofá.-Entonces podemos hablar de otra manera. Supongo que tú no querías casarte conmigo.-Alice solo asintió. -Entonces quiero proponerte algo.

-¿Qué cosa?-Contestó apagada.

-Esto es así, si tú haces las cosas bien seremos libres en 6 meses.

-¿De qué hablas? -Se reincorporó Alice.

-Ambos fuimos obligados a casarnos y yo tengo a alguien en mi vida, así como tú tienes a alguien en la tuya...

-¿Tú has sido obligado a casarte como yo?

-No totalmente obligado, pero todo tiene un propósito. Tengo 6 meses para no enamorarme de ti, cumpliendo esa fecha tú y yo podremos divorciarnos. Tú te irás con tu novio y yo me casaré con mi novia.

-¿En serio me dices?-Pregunto sorprendida con una sonrisa.

-Si, pero debes hacer todo lo que yo te diga...-Le advirtió Gian, no le agradaba mucho la actitud de Alice, pero él realmente estaba enamorado de otra joven y sus padres no estaban de acuerdo con su relación, necesitaba cumplirle la promesa a su padre para recomenzar con Mara.

-¡Está bien! Dime que debo hacer...

-Primeramente, no dormiremos juntos, eso jamás. A menos que mis padres vengan de visita y debamos simular.

-OK me parece perfecto.

-Tendrás que parecer enamorada de mí, otra, yo salgo cuando quiero. No doy explicaciones...

-OK, pero si tú sales cuando quieres... ¿Yo también??

-¡No! Porque si no desconfiarían...

Alice quedo observándolo perpleja, ya veía que serian los 6 meses más largos de su vida.

-¡No me mires así! -Exclamo Gian-Algún día dejaré que te veas con tu novio, pero lejos de aquí.

-Está bien, gracias...

-Pero más allá de todo debes fingir quererme frente a mis padres, más aún frente a mí madre. Ella está atenta a todo y no quiero que desconfíe, y espero que mantengas tu boca bien cerrada.

-Haré todo lo posible...

-Bien y algo que quisiera que tengas en cuenta es que odio las preguntas y la invasión a mi privacidad, así que lo más lejos que te encuentres de mí... Mejor.

-Está bien... -Contestó sin más Alice, realmente se sentía feliz, ya que minutos atrás creía que todo sería un infierno, pero ahora tenía esperanza.

-Bueno puedes retirarte y si necesitas algo me lo pides. La siguiente semana te daré una tarjeta para que compres lo que necesites.

-¿Me darás una tarjeta?-Pregunto tocando su pecho.

¡-Si! Pero no abuses.

-¡Claro que no!-Contestó con una sonrisa.

-Bien ahora vete, necesito descansar... -Dijo Gian tocando su sien. Alice no espero ni un poco y salió dando saltitos de Felicidad mientras que Gian viraba sus ojos al verla tan aniñada.

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