Capitulo 8

Al día siguiente una mujer entró a la habitación junto con Roxana trayendo unas cajas y una maleta.

-Mamá... ¿Cómo están todos?? ¿Cómo está Lorenzo? -Pregunto desesperada, Levantándose de la cama, tenía mucho miedo de lo que le podía haber sucedido a su hermano

-Por ahora está bien hija, pero si no cumples con esto podrían matarlo... -Contestó su madre con la mirada triste, la empleada que venía junto a ella no pensaba lo mismo, ya que al momento que ella habló esta le clavo la mirada con total acusación.

-Lo haré Mamá... -Contesto resignada- Pero dime, ¿Pedro se fue? ¿Qué le han dicho?

-Pedro se ha marchado hija... Lo siento mucho.

Alice bajo la mirada, tenía una sensación de angustia en su pecho que la derrotaba, pero pretendía que todos la viesen buen, como una mujer fuerte.

-No te preocupes hija, ese joven no era para ti...

-¿Tú que sabes Mamá? -Le reprocho.- Nosotros éramos felices...

-Aún estás a tiempo de dar marcha atrás, no me quieras hacer culpable de tu infelicidad.-Le retruco su madre, pero ella sabía que no había posibilidad de salir de esta situación, solo debía aceptar aunque esto le arruine su felicidad.

-¿Qué tienes en esas cajas?-Pregunto intentando cambiar de conversación.

-Es tu vestido hija, y tus accesorios para la boda.-Mientras le entregaba la caja.

-Mmm ya veo...-Contestó desanimada.

-¡Vamos hija! Mira que hermoso vestido -Roxana saco el vestido de la caja y se lo mostraba a Alice, era hermoso y delicado, pero a Alice no le interesaba para nada. Siempre había imaginado este día como el mejor día de su vida, pero ahora era todo lo contrario.

-Yo lo usaré, pero no puedo prometer que estaré feliz.

-Ni en mil vidas podría pagarte lo que estás haciendo por nosotros hija, sabes que siempre te apoyaré en todo...

-Será una vida de sufrimiento... -Contestó sentándose en el borde de la cama.

-No digas eso hija...- Se acercó su madre para intentar secar sus lágrimas, la empleada que estaba junto a ellas observaba la situación y se indignaba escuchando como Roxana le mentía a su hija. -Vamos hija sube el ánimo, debes arreglarte y pronto conocerás a tu suegra...

-Esta bien- contesto Alice Levantándose de la cama, tomó el vestido y fue hacia el baño para ponérselo. Minutos después Alice salió del baño luciendo preciosa con ese vestido, su madre al verla se acercó para admirarla y la abrazo sin poder contener sus lágrimas... Su pequeña Alice ya había crecido.

-Mmm bueno mamá..-Contestó Alice intentando sacarla de encima.

-¿Qué sucede porque me tratas así?

-Mamá por favor... Sabes que esto es una farsa, ni siquiera deberías estar feliz.

-Hija es la única vez que te veré así... Merezco emocionarme.

-¿O sea que yo me tengo que quedar para toda la vida con ese hombre? -Le reprocho- Además, ve a saber que tan feo es para que su padre le tuviera que conseguir esposa.

-¿Qué? ¿No te casarás con el señor Rinaldi?-Pregunto sorprendida.

-¡Si! ¿Qué no lo sabías?

-No... ¿Y es joven?

-Gian Luca es un bombón.- Contestó la empleada.

-¡¿Ah si?! -Exclamo interesada acercándose a la empleada.

-Si señora, es bello...¡Que suerte tienes Alice!

-¿Suerte? Es lo peor que me ha sucedido en la vida.

-Lo que daría porque tan solo me hablara Gian Luca...-Suspiro entusiasmada con su mirada en la nada.

-Ay no, pero yo quiero saber como es Gian Luca.-Contesto Roxana.

-Es esbelto, rubio, tiene unos ojos preciosos y una sonrisa... Una sonrisa que enamora.- Suspiraba.

-¡Ay hija! Te has sacado la lotería...-Se acercó con una gran sonrisa a Abrazarla.

-Pero no lo quiero...

-No importa, aprenderás...-Decía Roxana mientras intentaba acomodar el cabello de Alice que había caído sobre su rostro.

-Bueno señora, ya es hora...-Advirtió la empleada, Alice solo acomodó un poco su vestido y salió de la habitación sin siquiera terminar de maquillarse, si salía fea era lo mejor para no llamar la atención de Gian Luca.

Una mujer mayor la esperaba fuera de la habitación, era Francesca la mamá de Gian Luca y Alma, había prometido llevarla al altar. Esta mujer se presentó y Alice tímidamente tomó su brazo, lentamente fueron conduciéndola hacia el jardín donde se celebraría la boda, todo estaba perfectamente decorado, había flores blancas por doquier y un camino de rosas blancas hacia el altar, también había una orquesta a la espera de Alice. Ella se sorprendió tanto al ver tanta majestuosidad, no creía que hicieran todo eso por ella.

Aguardo a la señal de Francesca y la orquesta comenzó a sonar, Alice a paso lento y continuado camino hacia el altar, pero no era con el mismo entusiasmo que hay en todas las bodas, en su rostro se reflejaba el dolor incluso unas lágrimas cayeron sobre sus mejillas, sentía que ya su vida había terminado casándose con ese hombre. Para su sorpresa Gian Luca que se encontraba en el altar ni siquiera giró a mirarla, él observaba un punto fijo del lado contrario.

Alice llegó al altar y miró al cura que estaba frente a ella, en ningún momento miró a su costado para observar a Gian Luca, pero él tampoco, al parecer él tampoco estaba de acuerdo con esta boda. El padre comenzó la misa del matrimonio y Pregunto a Gian si estaba de acuerdo con la boda, este Contestó que "Si" determinantemente mientras que Alice luego de unos titubeos acepto, el padre pidió que tomarán sus manos y que se colocaran los anillos, allí Alice pudo ver que era cierto lo que había dicho la empleada, realmente Gian Luca era muy bello.

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