Capitulo 7

Luego de unas horas Alice despertó, encontrándose acostada en una cama en una habitación que no era la de ella. Se levantó asustada intentando comprender lo que estaba sucediendo, pero al intentar abrir la puerta se dio cuenta de que esta estaba cerrada con llave y que no podía salir de allí. Comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero nadie la socorrió, exhausta de tanto gritar e intentar escapar se sentó tomando sus rodillas y comenzó a llorar. De repente la puerta se abrió y entró una joven con una bandeja con agua y comida para ella, Alice comenzó a cuestionarle el hecho de que estuviera allí encerrada, pero ella no le contestaba, tomó impulso y decidió correr, ya que la puerta se encontraba abierta, pero apenas pasó la puerta chocó con un hombre de frente que era del triple de tamaño de ella. Este hombre la tomó del brazo y la hizo ingresar de nuevo a la habitación, ahora podía entender que estaba en casa de los Rinaldi,pero estaba muy preocupada por su hermano, ya que él se encontraba con ella en ese momento.

Por su parte Lorenzo volvió a casa de su madre, encontrándose con Pedro quien estaba como loco buscando a Alice, Roxana no sabía que decirle para conformarlo, pero cuando ingreso Lorenzo a la casa Pedro cambio su actitud.

-¿Qué es esto? ¿Quién te crees para gritarle a mi madre? -Lo Increpó Lorenzo acercándose a él y tomándolo con violencia de su ropa.

-Quiero saber donde está Alice, sé que algo le han hecho y no pueden mentirme.-Contestó Pedro a pesar de continuar en manos de Lorenzo.

-¿Mamá por qué no le has dicho? -Se dirigió Lorenzo a Roxana soltando a Pedro.

-Yo sabía que me estaban mintiendo...

-Alice decidió casarse con el señor Rinaldi... Así que ahora toma tus cosas y vete de aquí.

-No te creo, Alice seria incapaz...-Contestó con lágrimas en los ojos.

-Te dejo esta carta. No se atrevía a decírtelo en la cara.-Dijo Lorenzo Entregándole una carta que ni siquiera había escrito Alice. Pedro tomó la carta y comenzó a leerla, allí decía que había decidido aceptar el trato y casarse de una vez por todas con el señor Rinaldi por el bien de su familia, Pedro comenzó a sollozar arrugó el papel y lo tiro al suelo.

-Lo siento amigo, pero debes irte...- Contestó desganado como se sintiera arrepentido.

Pedro los miro a todos y decidió subir a buscar sus cosas e irse de la casa, aunque esa carta no lo convencía del todo, él sabía que Alice iba a aceptar en cualquier momento.

Subió a su auto y se marchó, Lorenzo siguió observando con una satisfacción en su rostro porque todo estaba saliendo como el quería, ahora solo faltaba que Alice se casara y todo estaría listo.

Alice continuaba encerrada en la habitación cuando volvió a escuchar que abrirían la puerta, al abrir la puerta se dio cuenta de que esta vez era el señor Rinaldi, solamente lo había visto de lejos en diferentes ocasiones, nunca había tenido la oportunidad de tenerlo tan de frente, pero mirarlo a los ojos era escalofriante, ya que su mirada era muy oscura y su presencia le generaba escalofríos. Alice tomó valor y comenzó a gritarle.

-¿Qué pretende usted de mí? ¡Déjeme libre de una vez!

-¡Cállate maldita! ¿Acaso quieres que asesine a tu hermano? -

Alice se mantuvo en silencio, con lágrimas en sus ojos y un nudo en su garganta, se sentía tan mal por su infortunio.

-Mañana te casarás y no quiero ningún problema en la boda... ¿Has entendido?- Dijo acercando un dedo en su cara.

-Usted es un hombre mayor... ¿Por qué quiere casarse conmigo?

-Yo no quiero casarme contigo, tú te casarás con mi hijo Luca. Yo ya tengo esposa...

-Soy una persona insignificante, con tantas mujeres que hay por allí… ¿Tuvo que elegirme a mí?

-Justamente por esa razón te he elegido... Eres insignificante, no necesito a nadie que amenaze con la paz de mi familia. -Dicho esto el se retiró de la habitación sin pronunciar otra palabra, pero Alice quedo con muchas dudas, no entendía el porqué de este casamiento y en todo caso que la quisieran casar por solo ser una tonta tampoco le veía el sentido.