CAPÍTULO 5

Los ojos de Alice se llenaron de lágrimas al punto de no poder retenerlas más, los recuerdos del antiguo Jean la atormentaban. Ella no sabía que es lo que había pasado para que él la lastimara tanto con su indiferencia hacía a ella y hacia el pequeño fruto de su amor, André

—Q...Quiero a mi Jean de vuelta —dije mientras sollozaba— L...Lo necesitó

—Mami? —se escuchó la tierna voz de André—

—Que pasa mi amor? —pregunte con una sonrisa leve mientras me limpiaba las lágrimas—

Pero el acto de Alice fue en vano pues el pequeño André había oído y visto todo. Él se acercó a su madre que a un se encontraba en el suelo y la abrazo con todas sus fuerzas

—Estás llorando por mi culpa mami?

—Claro que no mi amor —dije mientras me aferraba a él— Ya estás listo? —pregunte para evitar hablar más sobre mi estado—

—Ya guardé todos mis juguetes —dijo con una gran sonrisa— Y papi? —pregunto aunque ya sabia la respuesta—

—Papi tuvo que ir al trabajo mi amor —dije mientras sostenía sus pequeñas manos—

—No se despidió de mí —dijo mientras agachaba su mirada con los ojos cristalizados

—Papi no me quiere verdad?

La pregunta de su hijo le rompió el corazón a Alice, pues como ayudar a su esposo cuándo ha sido un desgraciado con su primogénito? Pero debía de hacerlo, no por él, sino por su hermoso hijo

—No es cierto mi amor —dije mientras lo abrazaba— Papi te ama mucho

—NO ES CIERTO!! —grito el niño con lágrimas en sus ojos— Él no me quiere porque estoy enfermo —dijo para salir corriendo—

—ANDRÉ!! —grite mientras me levantaba— Mi amo...

—Otra vez llorando por ese idiota?

—Ashley —dije mientras la veía muy confundida— Como entraste?

—Sé donde escondes las llaves de repuesto —dijo restándole importancia— Que pasó?

Alice se quedó callada ante la pregunta de su mejor amiga pues sabia que no era buena idea que supiera el motivo de sus lágrimas, pero Ashley era muy inteligente y sabía que el único causante del mal estado de su amiga era su flamante esposo Jean

—Que hizo ahora el idiota de Jean? —pregunto muy sería—

—Ashley —dije mientras la veía— No hables así de él

—Que hizo? —volvió a preguntar mientras se cruzaba de brazos—

—Se fue a trabajar —conteste resignada con la voz entrecortada— Y no se despidió de André

—Pero que trabajador es el señor Arnault —dijo resoplando mientras se sentaba a un lado de mí— Acaso no se da cuenta de que está lastimando a su propio hijo? —pregunto mientras suspiraba— Has pensado en lo que te dije?

—Me has dicho muchas cosas amiga —conteste—

—Hablo sobre mi sospecha de que te es infiel —dijo mientras tomaba mi mano para darle un cálido apretón— No crees que te es infiel Alice?

—No lo creó —dije mientras la veía—

—Pero Alice!! —reprocho— Todo esta tan clar...

—Estoy segura de que me está engañando —dije mientras mis lágrimas caían de nueva cuenta—

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