CAPÍTULO 18

Ambos llegaron tomados de mano a la pista y comenzaron a bailar, realmente su sincronía era perfecta, ellos habían sido pareja en un festival de la Universidad y hablan tenido que ensayar durante dos meses, así que cada uno conocía los movimientos del otro.

De repente todos en la pista dejaron de bailar y comenzaron a aplaudir, a la pareja que se estaba robando las miradas y la admiración de todos.

De repente, Arthur cayó en cuenta de que Elizabeth llevaba mucho tiempo en el baño y se puso de pie para ir a buscarla en ese momento, una algarabía llama su atención y sigue la mirada de todos.

Su mirada se oscurece y baja inmediatamente hacia la pista, se acerca lo suficiente para ver como Esteban no deja de susurrarle palabras al oído de Elizabeth y ella sonríe coquetamente.

Arthur decide terminar con el baile, llega hasta ellos y en un momento en que Estaban le da una vuelta, Arthur la toma por el brazo y atrae hacia él y la besa en los labios, dejando a Esteban molesto, pero satisfecho al notar que esa relación es inestable llena de desconfianza y celos de ambas partes.

Arthur termina por levantar a Elizabeth en sus brazos y la saca de ahí, camina hacia su auto, él está furioso, pero ella también está molesta, así que ninguno dice nada y un silencio ensordecedor se apodera del vehículo.

Arthur se arrepiente de haberle dado la noche libre a Danilsa, era su trabajo evitar que Estaban se acercará a Elizabeth , pero no tuvo opción al parecer ella encontró con quien desahogar sus ganas y se marchó de la discoteca poco menos de la media noche.

__ ¿ A dónde me llevas?

__ A un lugar donde estemos solos y podamos hablar, recuerda que tu padre está en tu departamento.

Llegamos a un mirador , donde se podía apreciar la ciudad en todo su esplendor

__ Elizabeth, tenemos que hablar

__¿Hablar de qué?, ah ya sé, dé cómo en una sola noche me convertí en la mujer más odiada de la ciudad y todo porque mi supuesto novio tuvo sexo con toda la Universidad y tú sabes que es lo más chistoso que ni siquiera estudiaste en esta ciudad, si no en la otra, donde vive Dorian.

__ Elizabeth te lo expliqué cuando llegamos a la disco, ellas son mi pasado

__ Jajaja, no me creas tan tonta, Rey Sapo, tal vez a las demás, pero a Selene debes haberla conocido reciente porque ella no es de tu generación y también te acostaste con ella, dime algo ¿te has acostado con alguien de mi salón de clases?

__ Basta, Elizabeth, estas exagerando las cosas y además yo también estoy molesto contigo, porque me dijiste que ibas al baño y fuiste a bailar con el idiota ese y por lo que veo no es primera vez que lo hacen.

__ Ja, eres un cínico, yo fui al baño y llegué de regreso, pero estabas tan entretenido con tu “amiga”, que seguro es otra zorra más, que ni siquiera notaste mi presencia, así que decidí ir a tomar un poco de aire y Esteban me interceptó y me invitó a bailar y fíjate Rey Sapo, ya teníamos más de media hora bailando cuando llegaste, ¿tanto tiempo tardaste en notar mi ausencia?, claro me imagino que fue por la excelente compañía.

__ Primero, no ofendas a Hilda, ella no es una zorra

__ Ja, esto es lo último que me faltaba, bueno si la señorita es tan decente, tal vez ella si merezca esto. TERMINAMOS _ gritó Elizabeth quitándose la sortija y arrojándosela a Arthur encima, luego salió del carro y comenzó a caminar sin rumbo aparente.

Arthur encendió el auto para ir tras ella, pero ella ignoraba sus gritos, luego de un rato se detuvo, era aún de madrugada, la única manera de regresar era con él, así que se subió en el auto, pero en el puesto de atrás y se obligó a dormirse para no seguirlo escuchando.

Arthur estaciono el auto frente a su edificio y la cargo en brazos seguido por una de sus hombres que iba abriendole las puertas a su paso.

Él llegó al departamento y la llevo directo a su habitación, la acostó en su cama y no pudo resistirse a darle un beso, pero ella lo sorprendió introduciendo su lengua en la boca de Arthur, él sintió una gran felicidad y comenzó a corresponderle al beso, pero cuando se estaba subiendo de tono, recordó que ella aún estaba dormida y comenzó a alejarse

__ Te amo Rey Sapo _ dijo Elizabeth en un susurro

El corazón de Arthur comenzó a latir, rápidamente, ella nunca le había declarado su amor y aunque estaba más dormida que despierta, él siente que ella lo ama con la misma intensidad que él a ella.

__ Yo también te amo mi reina.

Él trató de levantarse, pero ella había tomado su brazo de almohada, Él se quitó los zapatos y la camisa, se acostó a su lado, cuando ella sintió su respiración más relajada entendió que él se había dormido.

Ella se sonrió, había estado fingiendo dormir, se levantó con mucho cuidado se desnudó totalmente y se volvió a acostar con él, Arthur estaba de espaldas y ella lo abrazó pegando sus senos desnudos sobre su piel y ella volvió a dormirse, en esta oportunidad si se durmió de verdad.

Arthur despertó primero y al sentir el calor de una piel en su espalda, se dio cuenta de que había amanecido con una mujer, no se atrevía a voltear, no recordaba nada, estaba seguro de que no había bebido lo suficiente como para perder la conciencia.

Él sintió ese dulce aroma inconfundible para él y una sonrisa se asomó en su boca, mordió su labio inferior solamente de imaginarse la escena que se presentaría ante sus ojos volteó y se encontró con el rostro más hermoso que existe para él.

Arthur se sorprende al ver que ella está totalmente desnuda, se sienta para observarla mejor y no entiende que ocurrió, él tiene su pantalón puesto, así que se calma al entender que no pasó nada entre ellos, pero siente que su hombría comienza a levantarse.

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