Capítulo 16

¿Qué quería explicarme? No había nada que explicar en este momento, ya todo había quedado más que claro, no necesitaba sus explicaciones.

— No tengo tiempo — comenté mientras intentaba caminar, sin embargo, antes de que diera un paso hacia las destartaladas escaleras mi mano fue sujetada por el hombre de ojos grises que poseía una belleza fuera de este mundo.

— ¡Georgina, por favor! — exclamó en voz alta mientras me miraba con una intensidad que hacía revolotear mis entrañas.

— ¡Suéltame! ¡No quiero saber nada de ti! — exclamé a los cuatro vientos mientras me sacudía de su agarre — Dijiste que lo que sea que tenemos podía terminar cuando yo quiera pues ¡Quiero hacerlo! ¡Quiero que te alejes de mi vida! ¡Quiero que no me busques más!

En la oscuridad de la noche solo mis gritos se escuchaban como alguna especie de maldición, mi dolor y mi frustración se hicieron presentes mientras veía con resentimiento al hombre al que le entregué alguna vez mi corazón.

— Te dije que no te podía dar amor, pero, quiero de...— susurró

— Lo sé — lo interrumpí antes de que me rompa más el corazón — Lo sé, sé que fui estúpida al enamorarme de ti, pero, no puedes detener a tu corazón — negué con la cabeza con lágrimas en los ojos — Realmente te ame Nick, lo hice, pero, me he dado cuenta de que no vales la pena.

— Georgina, yo...

— Basta, no quiero saber nada de ti, no quiero escuchar tus mentiras, no quiero verte más, ya me di cuenta de que por más que intente nunca podré obtener tu amor porque ya amas a alguien más — señalé en un suspiro mientras veía su rostro palidecer ante mis palabras.

¡Oh!

— Te puedo explicar...

— No quiero que me expliques, solo vete — añadí enfrentando la tormenta que se estaba formando en sus ojos — ¡Te odio!

Ante mis palabras los ojos de Nicolás se volvieron oscuros, casi peligrosos mientras me sujetaba de los hombros y me besaba con fuerza haciendo que nuestros dientes rechinen.

Forcejee por un momento, pero, no tuve más remedio que aceptar su beso.

— Escúchame Georgina... — susurró contra mis labios haciendo que por un momento mi mente se quede en blanco.

— ¿Qué está pasando aquí? — cuestionó Dan con voz grave antes de alejarme de los brazos de Nicolás para luego estamparle un puñetazo — ¡Aléjate de ella! ¡Maldito, psicópata!

De un momento a otro una avalancha de golpes aconteció enfrente de mis ojos, Daniel empezó a golpear a Nicolás sin descanso alguno mientras este dejaba que le pegue sin defenderse, como si no le doliera ninguno de sus golpes, él se mantuvo ahí recibiendo los puñetazos de Dan como si estos solo fueran un apretón de manos.

Cuando nuestros ojos se encontraron.

Nicolás me dio una sonrisa desanimada mientras musitaba algo en voz baja que no pude entender.

— Al menos defiéndete cobarde — musitó mi amigo mientras se alejaba de Nicolás.

No podía mentirme a mi misma y decir que me había llenado de satisfacción ver a Nicolás siendo golpeado, porque no era esa clase de ser humano que disfrutaba en vengarse. Después de todo él era la persona que había guardado en mi corazón.

— ¡Ya basta! — proclamé cuando Dan iba a propinar otro de sus puños haciendo que me miré con preocupación — Vete, Nicolás — añadí acercándome a mi mejor amigo — Por favor — pedí mientras tomaba la mano de Dan para luego alejarme de aquel hombre al que alguna vez amé.

Pude ver como Nicolás se quedó ahí parado como si su alma hubiera sido sacada de su cuerpo, lo miré por algún tiempo antes de apretar los dientes y seguir caminando.

Él no merecía mi lástima, no merecía que sintiera nada por él.

Nicolás fue demasiado ruin conmigo, negué con la cabeza como si quisiera deshacer aquellos pensamientos llenos de sentimientos conflictivos que abundaban dentro de mi interior.

— ¡Ah! ¡Maldita sea! Debiste dejar que lo golpee un poco más — señaló Dan mientras se sentaba en el sofá.

— Estoy tan cansada de todo que no quiero hacer nada más que dormir — susurré echándome encima de él como alguna vez lo hizo él — Todo este día ha sido una montaña llena de emociones.

— G, quisiera ayudarte a olvidar — susurró mirando mis ojos con una expresión llena de cariño — Dime, ¿cómo está tu hermana?

— Ella está bien, gracias al cielo, pero, el accidente fue algo caótico, ella pudo morir — señalé en un hilo de voz — Quedó muy malherida, el doctor dijo que tiene destrozados dos dedos, además de que puede presentar problemas al caminar y su... su rostro tiene algunas heridas.

Dan me abrazó cuando termine de hablar.

— No te preocupes, G — dijo — Ya sabes, esos son problemas menores, hoy en día la medicina a avanzado y he visto casos de personas que se han recuperado de manera definitiva como si nunca hubieran tenido ningún accidente, sus dedos pueden ser reconstruidos, su rostro puede ser tratado mediante alguna cirugía estética y su problema con las piernas es algo que no es seguro todavía, no seas pesimista, a veces a los doctores les gusta exagerar, quien sabe y sus problemas sean solo menores.

Dan era una persona demasiado optimista, podía ver porque él era mi mejor amigo, después de todo una persona pesimista como yo necesitaba a alguien como él en mi vida.

— No puedo ser tan optimista como lo eres tú después de todo lo que ha pasado — mencioné guardando silencio por algunos segundos mientras pensaba en la mejor forma para contarle todo lo que había descubierto — Ya sé por qué mi mamá nunca me amó — dije haciendo que Dan me miré con extrañeza — Ya sé por qué nunca me amó, yo... yo no soy la hija de mi padre, sino de otro hombre, el único hombre que me ha amado de manera desmedida no es mi padre.

Dan abrió los ojos de una manera cómica haciendo que sonría por inercia al ver el café de sus orbes siendo absorbidos por el agrandamiento de sus pupilas.

— ¿Qué? — cuestionó con intriga — ¡Guao! ¿Qué demonios, G?

Cerré los ojos mientras le relataba todo lo que había descubierto sin dejar nada de lado. Después de repetir aquello algunas veces, pude sanar un poco mi corazón herido y aceptar esta verdad innegable que aún creía algo fantasiosa.

— Esto es de locos — señaló luego de que le di mi explicación — ¿Tu maldita madre llena de perjuicios y envuelta en ese aire prepotente, sintiéndose más que los demás debido a su moralidad? ¿Tiene un pasado así?

— Sí, es algo increíble, pero, es la verdad — musité mientras soltaba una risa un poco nerviosa — Pero, sí, ahora entiendo muchas cosas que en el pasado no entendía. Érase una vez pensé que pude haber sido hija de alguna relación fallida de mi padre, pero, nunca se me pasó por la cabeza que mi madre era la que tuvo la aventura.

— Esto de verdad me sorprendió.

— Eso no es todo, ¿no has revisado las redes sociales?

— ¿Qué pasó? — cuestionó Dan mientras buscaba su celular — Levántate, G, necesito mi celular ahora.

— ¡Qué chismoso! — me burlé levantando mi escuálido trasero de su cuerpo mientras lo contemplé buscar su celular — No lo busques, te puedo decir lo que está pasando, los Rinaldi están acabados, las acciones han caído por los suelos debido a que el terreno que estaban licitando es un patrimonio cultural, aparte se han hecho algunas denuncias debido a sus contratos fraudulentos, aunque eso no es lo importante porque ellos sabrán manejar su situación según su conveniencia, pero...

— ¿Qué pasa, G? — cuestionó Dan con una expresión preocupada, él ya tenía una idea de lo que estaba pasando, por supuesto que lo hacía porque él conocía la situación de mi familia.

— Mi padre invirtió en este proyecto mucho esfuerzo y sacrificio — dije — Necesitamos de manera urgente nuevos inversores debido a que podemos perder la empresa y la casa... nosotros podemos perderlo todo.

Daniel cerró los ojos.

— Es un hecho, ¿cierto? — cuestionó con la voz grave, había algunas emociones en sus ojos que no pude entender, más que preocupación había decepción, como si la noticia que le acabará de dar lo afectará a él también.

¿Acaso estaba imaginando cosas?

Dan me miró durante mucho tiempo mientras yo analizaba cada uno de sus gestos para encontrar la verdad en su comportamiento.

— Sí, lo es, estamos arruinados, en una semana tal vez no tengamos algún lugar al que ir — señalé haciendo que Dan negará con la cabeza.

— Claro que no, ¿acaso no sabes como es tu hermano?, él de seguro tiene una contramedida — mencionó con sarcasmo — Quizás en este momento este negociando su cuerpo para obtener esos inversores, he leído en algunas revistas lo bien que se lleva con la hija del presidente, quizás este ahora susurrando a su oído...

Dan se interrumpió así mismo mientras me miraba aunque plasmó una sonrisa en su rostro pude ver que era falsa, entonces al analizar sus palabras y al recordar las palabras que había dicho mi hermano pude ver lo que le pasaba.

Él no estaba decepcionado, no, él estaba desesperado porque sabía que lo que sea que tenía con mi hermano iba a finalizar en cualquier momento. No, ellos nunca tuvieron futuro para empezar como lo mío con Nicolás.

A ver la mirada de mi mejor amigo no pude aguantar más y le dije lo que le había querido decir desde que lo vi esta mañana, después de todo no lo iba a juzgar solo quería demostrarle mi apoyo a él, así como él lo ha hecho conmigo durante todo este tiempo.

— Te vi — dije mientras lo miraba — No — negué con la cabeza mientras tomaba su mano haciendo que él me miré confundido — Te vi con mi hermano esta mañana — solté haciendo que me miré con incredulidad.

— ¡Tú! ¿Alguien más lo sabe? ¿Tú hermano lo sabe? — cuestionó presa del pánico.

— No — negué rápidamente viendo como su pánico incrementaba cada segundo — No le he dicho a nadie.

Dan negó con la cabeza antes de mirarme fijamente.

— No debes decirle a nadie, G — dijo con voz seria — Esto nadie lo tiene que saber, ni siquiera David — comentó con urgencia — Tu hermano me mataría si sabe que lo sabes. Todo lo que sucedió entre nosotros solo es un error, él se casará con alguna de esas mujeres que le busco su madre con el fin de conservar el patrimonio de toda su familia.

— David no haría eso...

— Él me lo dijo, G — comentó con la cabeza baja — Él me lo dijo con su propia boca que si tiene que elegir entre su familia o yo siempre será su familia, David dijo que lo único que podía darme eran estos momentos y yo acepte sus condiciones debido a que lo he amado durante mucho tiempo, él fue el que me hizo darme cuenta de mi sexualidad. Tal vez pienses que no tengo dignidad al aceptar ser su sucio secreto, pero, quise tenerlo al menos por un momento aunque me pudra en el infierno.

Al ver su rostro surcado de lágrimas opté por abrazarlo mientras pensaba en lo idiota que estaba siendo.

— ¿Cómo puedes pensar que te podría juzgar? — cuestioné con ligereza mientras estreche su cuerpo entre más brazos — Si solo eres un hombre enamorado, has sido mi pilar en muchas ocasiones que pensé en ser el tuyo al menos esta vez.

— Siempre lo has sido, G — susurró en mi oído — ¿Recuerdas? Mejores amigos por siempre.

Sonreí por un momento.

Mi pequeño y frágil Dan era el tipo de persona a la que no le gustaba mostrar su debilidad, sin embargo, en este momento estaba hecho un manojo de nervios, era como si todo lo que había mantenido oculto había salido a flote en este momento en el que desnudó su corazón junto a sus conflictivos sentimientos.

— Mejores amigos por siempre — completé.

Sin querer a mi mente llegó la imagen de aquel niño regordete al que le gustaba comer en clases a pesar de los regaños del maestro, el que me tendió su mano junto con un chocolate cuando mi madre no vino a recogerme al jardín de infantes.

Desde aquel entonces empezó nuestra idílica amistad y estaba segura que duraría hasta el final de los tiempos.

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