Granada

Mabel salió del carruaje, caminó despacio, estaba temblando, y su llanto se había detenido, más bien, estaba precavida ante los hechos, tenía miedo pero quería saber qué pasó con su hermano.

Los hombres que se encontraban con ella dentro y la estaban golpeando, salieron corriendo ante la alarma de un fuerte ruido, su pequeño cuerpo adolorido se movía entre los cuerpos de los mismos.

Sus pies se pegaban al suelo por pintura roja oscura, el aire olía a óxido, que le molestaba la nariz.

Iba viendo el piso cuando, un silencio reinaba y, cuando menos lo esperaba, alguien la tomó entre brazos y la llevó lejos de ahí entre las pequeñas calles.

Estaba paralizada, no podía ver la cara de su captor, quería ver a su hermano, quería gritar, pero estaba pasmada, su cuerpo ya estaba perdiendo la adrenalina del momento, cayó en cuenta sobre el dolor que tenía y se desmayó.

Al sentir como se aflojó el cuerpo de su hermana, Dereck se detuvo a revisarla, temía que hubiera fallecido por sus heridas, lo vivido era un shock para un niño de 5 años cuya única ilusión era conocer a sus padres.

-Mabel, te sacaré de aquí- Dijo entre sollozos.

Tenía que huir de ahí, había matado a un hombre con sus propias manos, si la persona que mató, era importante, sin duda su muerte no quedaría impune.

Aún no podía olvidar la mirada loca de aquel tipo, su cabello rojo se fusionó con su sangre y una sonrisa fría apareció en sus labios.

Al día siguiente, Mabel despertó en una pequeña granja. No sabía dónde estaba, pero Dereck descansaba a su lado, se veía agotado, ella sabía que lo que pasó el día anterior no fue nada bueno.

-Hermanito, despierta, tengo que ir al baño- Estaba nerviosa, tenía hambre y al mismo tiempo quería una explicación de su hermano.

-No esperaba que estuvieras despierta tan pronto, vamos.- Dereck se reincorporó y acompaño a su hermana a un lugar más privado.

-Este lugar parece estar abandonado, ¿Dónde estamos?-

-No sé, parecía seguro. -La mirada triste de su hermano, hacia evidente que jamás volvería a ver a sus padres.

-Vamos, tenemos que conseguir algo de comer- Decía mientras sacaba una bolsita llena de monedas de su pantalón

-Pero si salimos vestidos así, gente mala nos reconocerá-

-Tienes razón, ven aquí.- Dereck atrajo a Mabel hacia él y sacó una pequeña navaja y comenzó a cortarlo, quitó todo símbolo de estatus y dejó un vestido muy sencillo, que le permitía moverse mejor